Mi peque tiene ya 21 meses. En enero va a empezar P1 en la guardería. En el pueblo hay dos periodos para empezar la guarde: en septiembre o en enero. Hasta ahora ha estado con mi madre por las mañanas y conmigo por las tardes (tengo reducción de jornada). Conforme se va acercando la fecha de inicio de las clases, cada vez estoy más arrepentida de haberlo matriculado para este año. Antes siempre había dicho que no lo llevaría hasta el último curso antes de empezar el colegio pero me decidí a apuntarlo para que se relacionara con otro niños de su edad ya que en su entorno diario todos son adultos.
Ayer, mientras cuadraba horarios,me di cuenta que cuando empiece en enero todo será más complicado. Tendremos que levantarnos antes, dejarlo en la ludoteca ya que yo entro a trabajar a las 9, tendrá que quedarse tres días al comedor y es de muy mal comer, los días que lo recoja iré con el tiempo justo y tendré más trabajo con preparar la comida y dársela. Ahora todo es más práctico. Mi madre le da de comer y se entretiene todo el tiempo que haga falta para coma algo porque le cuesta y en la guarde no estarán encima de él y no va a probar bocado. Además, cuando lo recojo yo ya como en casa de mi madre y después me lo llevo a mi casa a dormir la siesta. No hace falta que cocine ni que lave platos. Ya sé que es muy cómodo para mi pero es que mi madre adora a su único nieto y sólo con pensar que en menos de un mes me lo voy a llevar a la guardería, ya le entran todos los males. Mi madre es aún joven, tiene 57 años, no trabaja y vive con mi abuela. Mi peque es su alegría y su vida.
¿Qué hago? ¿Lo llevo ya en enero o espero en septiembre del año que viene que le tocará cursar P2?