carta a mi hijo escrita hace 6 semanas:

Chicas si comparto esto con ustedes, es porque realmente se que ndie entiende mejor los sentimientos de una futura madre, que sus pares, y realmente esto cuando lo escribi me salio del alma y me gustaria compratirlo con ustedes, porque me imagino que hay muchas chicas a las que les paso algo similar a mi. Solo quiero decirles que soy inmensamente feliz y que realmente agradezco poder vivir esta etapa

"Ha pasado tan rápido el tiempo. Se me hace como si fuera ayer cuando vi esos dos test de embarazo marcando un gran POSITIVO, mi cara de terror, y asombro, y la cara de mis 2 amigas de terror ante lo que sucedía. Mi posterior llanto tres días enteros, pensando que derrumbarías todos mis planes de futuro: mi viaje del verano, mis estudios, mi vida en general. ¿Qué podía darte yo con mis 22 años, si a duras penas era capaz de hacerme cargo de mi vida y mantenerla en rumbo? Mientras tu papá me consolaba y me tranquilizaba en medio de mi shock nervioso, y me decía que todo estaría bien y que íbamos a ser felices, yo no creía lo que se me venía; un hijo, que palabra mas atemorizante.

Han pasado poco más de 6 meses desde ese día, un 3 de octubre en la noche, y no puedo creer como me has cambiado. Tú, un poroto inocente que no conoce el mundo que lo espera, has sido capaz de cambiarnos la vida a todos quienes te esperamos con ansias y contamos los días para tu llegada.

Los primeros meses me los hiciste muy difíciles, entre las náuseas y malestares, no sabía si pasaba mas tiempo en el baño o fuera de él, la universidad , el trabajo, todo se hacía mas complicado y yo no sabía de qué forma reaccionar frente a tamaño escenario. Los cambios corporales no eran muy notorias, excepto por la pérdida de peso que tuve en un principio, que podía atribuirse a cualquier cosa. Ambas familias (paterna y materna) ya sabían tu existencia, lo supieron inmediatamente, y aunque estaban un poco impresionados ya estaban contentos, y haciendo planes para tu llegada.

Mi humor cambiaba a cada rato, y si ya de por sí era un poco malgenio antes de tu existencia, uff, lo multiplicaste por 100. Pobre tu padre que aguantó estoico mis cambios de humor y mis llantos que llegaban sin previo aviso, y sin razón aparente.

Iban pasando las semanas y de a poquito te hacías notar más. LLegó el verano, nos fuimos al campo, y mientras tu abuela paterna te presumía feliz y radiante, yo recién comenzaba a asimilar de apoco tu llegada, y tu presencia en mi cuerpo, el valor que tenía y lo que realmente significaría ser tu madre. Y ahí fué cuando aparecieron los temores. Esos miedos incontrolables, donde te cuestionas todo y no sabes que tienes para ofrecer, quieres hacer todo de una vez, y crees mientras mas tradicional se vuelva tu vida, mejor será para Don Ricky, por dios que etapa tan extraña. Una transición inexplicable.

Fue un verano tranquilo, nuevo, entretenido, de una introspección y una reflexión impresionantes. De un autoconocimiento, que creo que hasta el día de hoy es fundamental en este proceso que estamos viviendo juntos, como uno solo.

Volví a Santiago. Decidí seguir adelante con mis estudios, pese al sacrificio que significa, sé que estarás orgulloso de mi en un futuro, porque sabes lo importante que es para tu madre, realizarse no sólo como mamá, y mujer, sino también como profesional, capaz y plenamente competente en este mundo globalizado, y que aun pertenece al hombre. Comencé con los preparativos para iniciar la universidad, hablando con mis profesores sobre las fechas de tu llegada y la coordinación de pruebas y trabajos; y me alegró mucho cuando me fue bien y supe que no habría problema con NUESTRA asistencia a clases. Tu ya te mostrabas estoico en mi panza, redondo y pateabas como Dios me libre! te hacías notar cada vez mas, y pese a que en un principio nos dijeron que serías Florencia , (tenias 14 semanas y fue una corazonada errónea del doctor) en la ecografía de las 21 semanas te mostraste con tus piernas abiertas y tu "cosita" al aire como diciendo: "mirenme; no me digan más Flo, soy un niño!". Uff vieras la cara de tu papá cuando le dijeron que eras hombre, casi se cae de espaldas. Todo se ordenaba de a poco.
Inicié yoga y conocí sensaciones y conexiones contigo que no pensé que existían. Comencé a reconocer cada movimiento tuyo, cada señal de mi cuerpo (que ahora nos pertenece a ambos), y aprendí a cerrar los ojos y escucharte, y escucharme a mi también. Ha sido una de las experiencias mas lindas y transparentes que he tenido. Cada vez sentía un calorcito que me invadía, una cosquilla que me llenaba de energía y plenitud, de fuerzas de vida. Y me di cuenta que eso era el amor de madre. Algo tan grande e inexplicable, que las palabras no alcanzan; es indescriptible.

He leído mucho, recopilado tanta información sobre esta etapa que estamos viviendo. Como que quiero aprender cada detalle de lo que pasó y de lo que viene. Que no se borre nada de mi memoria. Quiero recordar cada paso, por siempre y aprender cada cosa nueva, para así estar mejor preparada a tu llegada. Como hemos aprendido, cierto? Tu papá se ríe de mi porque todo lo leo, no hay detalle que no busque en internet, ni proceso que no conozca. Dice que soy muy ridícula, y la verdad, yo también lo creo un poco.

¿Qué pasa ahora? Estamos organizando todo para esperarte como se merece un rey, con ho-no-res! Comprando cosas, organizando las reuniones sociales previas, ordenando todo, sólo quedan 8 semanas, y el timepo vuela, aunque yo cada vez me pongo mas ansiosa y se me pasa mas lento, en cambio tu papá es calmado y disfruta cada minuto, se toma las cosas con mucha calma y tranquilidad, creo que esa es una de las cosas que nos hace un excelente equipo: el es la calma y yo la prisa.
Tú parece que estas mas ansioso que nosotros dos, te diste vuelta a las 30 semanas, y te mueves y me pateas como diciendo "ya pues mami apúrate que quiero conocerlos". De hecho no se porque pero te despiertas en las noches, y te mueves como bailando flamenco en "tu casa" (que por lo demás solía ser mi guata, pero parece que perdí el derecho de propiedad), y no me dejas dormir mas de una hora seguida, pero en la mañana aunque me pesan los ojos, y me siento cansada, te perdono todo cuando miro la fotografía de tu carita (ecografía 3D) que tengo en el dormitorio.

Ahora sin decir más me estas pateando las costillas, mientras te escribo esta carta que espero leas cuando seas mayor, para entender todo el proceso que me has hecho vivir.

Hijo mío; te amo mas que a nada en este mundo y por tí voy a intentar todo para ser mejor persona, y en consecuencia mejor madre, te vamos a dar una linda familia, porque si llegaste ahora fué por algo, y eres muy esperado y bien recibido. Nos haces felices y estamos dispuestos a asumir todos los cambios por tí.

Personalmente no puedo esperar tu llegada, y quiero que sepas que me siento honrada de que podamos vivir esto. De saber que eres y siempre serás mi porotito, y que nuestro lazo no se romperá jamás.

Voy a cuidarte y amarte siempre.

Me has hecho una mujer plena y feliz, gracias a ti la vida se ha vuelto cada día mas dulce, y así seguirá siendo por el resto de los días."

Te ama y espera con ansias.

Tu mamá.