Mi caso
Seguramente no será nada como dice la compañera de abajo pero creo que debo contarte lo que me ocurrió a mí cuando era pequeña para que lo consultes con un pediatra. No te alarmes, ¿vale?, repito, seguramente no será nada.
En mi caso, tengo una deformación en el nervio ciático que no lo detectaron hasta que cumplí los seis años porque una inyección me dejó una pierna paralizada. Hasta entonces, con cada pinchazo yo también me quedaba coja unos días pero después, según comenta mi madre, remitía sin más. Salvo en aquella ocasión donde temieron que nunca volvería a recuperar la movilidad de la pierna. Por suerte, tuve un magnífico equipo de rehabilitación (de la seguridad social)y una madre constante con los ejercicios que me permitieron volver a la normalidad cuando en principio las posibilidades eran escadas. En mi caso, a los seis años, la reacción fue fulminante: la pierna me ardía, se me quedó dormida y al ir a levantarme me caí al suelo redonda.
Repito, seguramente no será nada porque ya me dijeron que lo mío era un caso extrañísimo, pero no está de más informarse un poco para que te quedes tranquila.
Un beso.