Mmm
Por el bien de la personalidad de ambos, mejor un nombre distinto ¿no?.
- Oye, Jana ¿y tu hermano cómo se llama?
- Estooo... Jan.
Quizá también se reiría la gente que ellos fueran conociendo. Que bien o mal no lo sé. Yo creo que el nombre es algo súmamente importante en la vida de un niño y aunque os haga "gracia" la idea, pensad que a ellos los marcàis de por vida. No estoy diciendo que esté mal la idea porque a saber lo que pensarán esos niños dentro de diez años; quizás hasta les guste. Pero te cuento el caso, por ejemplo, de una compañera de trabajo que se llama Sara y de apellido Soro, y ya ves: su padre eligió este nombre para hacer la "gracia" y ella lo ha llevado muy mal, siempre ha querido cambiarse el nombre por las bromas que ha suscitado siempre.
Pensadlo y ponéos en diferentes momentos de su vida.
Un besito!