Hace días que tenía ganas de escribiros sobre este libro.
Desde que me quedé embarazada, mi idea de criar a los niños, era con amor pero también con disciplina .
Después de leer este libro, me doy cuenta que realmente con amor ya basta.
Estoy harta de sentirme culpable por querer dormir la siesta abrazada a mi hijo, o por meterlo en mi cama cuando llora desconsolado por la noche. Estoy harta de que me digan que lo estoy malcriando, porque me encanta tenerlo en brazos, porque no lo dejo llorar más de dos segundos si yo estoy allí para evitarlo.
Estoy harta de que todo el mundo me juzgue, por no querer sacar a mi hijo de mi habitación hasta que sea más mayor, porque simplemente me da pena y me sentiré fatal si lo pongo unos metros más allá de mi cama.
Quiero reivindicar y pediros, que si realmente quereis mimar, besar, acariciar, dormir con ellos, que nadie os haga sentir culpables solo por darles amor.
Nadie tiene traumas por tener demasiado amor, en cambio, conozco personas muy tristes por falta de cariño.
Que cuando vuestros hijos sean mayores y recuerden su infancia, que la recuerden colmados de amor, que tengan recuerdos de cuando dormian en medio de sus padres, de cuando sus padres no los dejaban llorar porque si ..., vamos que recuerden una infancia rosa, no una infancia gris.
Necesitaba decirlo.
Besos a todas las mamis.