Sé que el problema se da en cualquier edad, pero que ya se dé en Infantil y con esta virulencia me asusta, de verdad...
Alejandro se ha criado con muchos bebés menores que él y eso le hace ser más infantilón e inocente, por no hablar de que mide 20 cms menos que el resto de niños. En su clase hay 2 niños que son terribles. Mi hijo, por descontado, como un imán pegado a ellos.
Uno de ellos, Carlos, me hizo desistir de que la idea de llevar a mis hijos a los parques era buena, allí lo ví abrirle el labio a su hermanita de 2 años golpeándola con el cubo lleno de piedras, sin el menor remordimiento posterior. Os podría contar muchas, pero voy a ceñirme a lo de hoy.
Los niños esperan en fila a la puerta del aula a que llegue la seño y abra. Son muchos los que tienen ilusión por ser los primeros. A Alejandro le gusta, pero si no es el primero no lo toma mal. Eso sí, cuando llega el primero no se va a jugar porque sabe que pierde la "pole position", es capaz de quedarse 10 minutos ahí clavado para mantener el puesto, será que para él es importante ¿no?
Bueno, pues hoy llega Carlos y, delante mío y de otros padres, empieza a empujar a Alejandro hasta que lo ha sacdo de la fila y se ha puesto el primero. Alejandro le ha dicho que estaba él y Carlos le ha respondido que se ha ido (mentira, claro). No es la primera vez que se lo hacen, además, esgrimiendo los mismos argumentos, otros días ha sido Carlos u otros niños/as, del grupo de los "valentones".
Alejandro ha comenzado a llorar y me miraba diciendo "Mamá, estaba yoooo" Yo le he respondido que estaba el primero y que entraría el primero. Le he pedido 2 o 3 veces a Carlos que devolviese su puesto a Alejandro, pero como quien oye llover....
Al rato ha venido su madre y le he pedido que hablase con él. Ya sé que son cosas de niños, pero para él era importante, además de que era una ocasión de demostrar que los agresivos no siempre se salen con la suya, que se puede dialogar, etc. La madre le ha dicho que se quitase, que estaba Alejandro. Bueno, no os podéis imaginar la reacción del niño, llevaba unas zapatillas de deporte de esas ultramodernas llenas de goma que deben de pesar lo suyo, le ha dado 10 o 12 patadas a su madre con toda el alma, puñetazos en el pecho y le ha golpeado repetidas veces con la bolsa de la merienda en la cara.
Alejandro me miraba con los ojos como platos, yo le he hecho un gesto como diciendo "Qué pasada, ¿no?" Yo reconozco que aún me queda mucho de Matrix y si hubiese sido mi hijo le hubiese dado una bofetada para cortar la agresión. Pero creo que su madre debería haberle explicado que otros días es él el primero y nadie le empuja, o cosas similares. Toda su explicación y su autoridad frente al niño se ha reducido a decirle, una y otra vez: "Se lo voy a decir a la señorita y te pondrá el último de la fila para salir". Parece ser que es una de esas madres que llevan a sus hijos al cole para que los eduquen, en todos los sentidos.
Cuando ha llegado la seño, ha propuesto que Alejandro y Carlos entrasen a la vez y de la mano, pero Carlos no ha querido.
De verdad, me asusta y me da mucha pena pensar que mi hijo comparte aula y amistad con niños (y padres) de este tipo. A Alejandro le quedan 2 opciones:
a) Conformarse y ser siempre el debilucho y objeto de burlas y abusos.
b) Endurecerse y volverse igual que ellos.
Me parecen a cual peor!
Esto es un pueblo pequeño y no hay otra alternativa escolar. Los podría llevar a la ciudad, pero no puedo pagar un colegio privado para los dos.
Otra cosa que me molesta es que para acceder a Infantil tenemos que pasar por el patio de juegos de Primaria, donde todos los niños juegan con varios balones. todo lo que se oye es "Pásala, ... " "Vaya golazo, hijo de p**a!!" "No seas cab**n y dame la carpeta"
Me ronda mucho la idea de desescolarizar, pero entiendo que, en un momento u otro, habrán de hacer frente a esta sociedad sin escrúpulos ¿haré bien protegiéndolos tanto?
Aquí las madres suelen preferir que sus hijos pierdan. Estoy segura que en mi lugar, la mayoría de las otras madres hubiesen dicho que eran cosas de niños y que no tenía importancia. Me gustaría ver a sus maridos los primeros de la fila sacando entradas para la final de la Copa y que llega un chulito, les empuja y le dice que ahora el primero es él.
Creo que hay cosas que, aunque poco importantes, hay que dejarles claras, pues en ellas se pueden basar para cosas que sí tengan trascendencia en otra ocasión.
