3/25/2004
Un estudio del Instituto Marqués de Barcelona destaca la calidad del semen de los gallegos frente al de los barceloneses, debido a los factores ambientales
La contaminación ambiental, la alimentación y el contacto con productos tóxicos -y no los hábitos de vida como fumar o el consumo moderado de alcohol y drogas- son los que podrían influir negativamente en la calidad del semen, según afirmó Marisa López-Teijón, jefa del servicio de esterilidad del Instituto Marqués de Barcelona y responsable del estudio sobre fertilidad masculina, que ayer se presentó en la Ciudad Condal, informa el diario ABC.
Este informe, que se publicará próximamente en la revista Human Reproduction, se ha realizado a lo largo de doce meses a partir de 1.005 muestras de semen de varones, de entre 18 y 65 años, residentes en la provincia de Barcelona, lo que permitió obtener 105.525 datos tanto de interés médico como sociológico. En la Coruña también se realizó este estudio entre 279 donantes de semen con el objetivo de comparar los resultados entre las dos provincias e intentar establecer la implicación medioambiental y de hábitos de vida.
El semen de los barceloneses está entre los peores del mundo, mientras que el de los coruñeses está entre los mejores, pese a que los gallegos fuman más, beben más y se drogan más que los catalanes, afirmó López-Teijón. De esta manera tan contundente, la doctora catalana intentó convencer de que los factores ambientales y no los hábitos de vida son los que afectan negativamente a la calidad de los espermatozoides en cuanto a la cantidad y la movilidad.
En La Coruña no hay tantas industrias contaminantes y, además, llueve más, apuntó la experta como una de las causas de la gran calidad del semen de los gallegos.
"No son estériles"
Sólo el 34,4 por ciento de los barceloneses presenta un semen considerado normal por la OMS, aseguró la doctora. Según el estudio, dos de cada tres catalanes tiene un número menor de espermatozoides y, además, éstos presentan una menor movilidad que la considerada normal (a partir del 50 por ciento) por la Organización Mundial de la Salud. No obstante, López-Teijón advirtió que tener un semen de mala calidad no es sinónimo de ser estériles. Esto no quiere decir que el 65,6 por ciento de los barceloneses sean estériles, aunque sí se puede considerar que son subfértiles. Es decir, que su pareja podría tardar más tiempo en quedar embarazada o que una mayor proporción de varones necesitará ayuda médica para tener hijos.
Para Greenpeace, el estudio del Instituto Marqués es una prueba más de los efectos en la fertilidad masculina de las sustancias tóxicas y pidió a la UE que las elimine progresivamente.
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AZprensa
3/12/2004
El fácil acceso a óvulos donados dispara los viajes de extranjeras a España para fecundarse
Se le ha denominado turismo in vitro y es una modalidad vacacional que cada año atrae a más adeptos o, mejor dicho, adeptas, hacia el bello y permisivo paraje que sobre las técnicas de reproducción asistida ofrece la Sanidad española. Los 165 centros privados del país que llevan a cabo tratamientos de fertilidad (en los hospitales públicos no los admiten) experimentan cada vez más el incremento de pacientes extranjeras, especialmente italianas, portuguesas y alemanas. Huyen de sus países de origen, donde no cumplen los requisitos legales establecidos para recibir óvulos.
Aquí, en cambio, podrán ser madres gracias a los óvulos donados por las españolas. Algunas clínicas consultadas aseguran que el porcentaje de pacientes foráneas supera el 50% del total. La legislación española, aunque revisada y ampliada el año pasado, es menos estricta y pone muchas menos trabas para acceder a la reproducción asistida. Es, junto a la belga, una de las más permisivas de Europa. De entrada, países como Portugal, Alemania o Austria tienen prohibida la donación de óvulos.
En Francia, la ley no permite a mujeres de más de 40 años ser receptoras de óvulos donados, cuando en España el límite de edad se deja a criterio médico. Depende de cada caso, pero no solemos aceptar a mayores de 50 años de forma general, explica la doctora Montse Boada, del Instituto Universitario Dexeus, el mismo que vio nacer hace dieciséis años al primer niño por donación de óvulos y donde estiman que el porcentaje de pacientes extranjeras ha pasado en los últimos años del 5 al 20%.
Úteros de alquiler
Las extranjeras son, como las españolas, mujeres con pareja masculina que por motivos laborales, por ejemplo, han esperado a tener hijos demasiado tiempo y ya han superado la edad fértil. Los ovarios no perdonan, recuerda el doctor José Remohí, codirector del Instituto Valenciano de Infertilidad, donde prácticamente todas las pacientes son italianas o alemanas. También hay mujeres solas con fuertes deseos de ser madres o parejas lesbianas.
En Italia, la semana pasada entró en vigor la Ley de Reproducción Asistida, que prohíbe el acceso a la fertilización a solteras y a parejas del mismo sexo y que rechaza las madres-abuelas. En Alemania, Hungría, Turquía y Polonia sólo es posible la reproducción asistida para matrimonios legales. En Austria, Dinamarca, Australia y Francia pueden recibir óvulos donados las parejas que lleven dos años de convivencia, pero sólo si aportan como prueba un certificado firmado por su alcalde. En China, las parejas estériles que desean tratamiento deben identificarse con los carnés de identidad, certificados de matrimonio y partidas de nacimiento. Estos documentos permitirán decidir a las autoridades.
Inglaterra autoriza el útero de alquiler (la implantación del embrión de una pareja infértil en el útero de una mujer que no tiene relación genética alguna con el mismo), pero las listas de espera para un embarazo con óvulos donados son muy largas debido a la escasez de donantes, incluso en los centros privados. EE UU está en el otro extremo y es muy tolerante: permite decidir sobre la reproducción y no interfiere en la decisión de las futuras madres, pero el tratamiento en un centro privado es más caro que la tarifa española.
Plazos largos
En España, los precios dependen de la duración del proceso y del centro. Una fecundación cuesta unos 4.500 euros. Pueden recurrir a esta técnica con cargo a la Seguridad Social las mujeres solas si padecen una esterilidad irreversible. El inconveniente es que deben esperar mucho más tiempo que si acuden a una clínica privada y que deben de tener menos de 40 años. Hay hospitales públicos españoles que tienen una lista de espera de cuatro años porque son contadas las mujeres que aceptan donar óvulos para que otras puedan disponer de ellos. En el hospital vizcaíno de Cruces, que fue el primero de la Seguridad Social que logró en 1984 dar un hijo a una pareja con problemas de esterilidad, las mujeres tienen que esperar veinte meses para ser madres.
El problema de la Sanidad pública es la compensación de las donantes. El director del Instituto para el estudio de la esterilidad, José María Alonso, argumenta que en los centros privados se compensa a las donantes con cantidades que oscilan entre los 700 y los 1.000 euros, pero uno público no puede justificar un gasto así y sólo cuenta con el altruismo de la posible donante. Por contra, en el Dexeus, donde los ginecólogos italianos envían a muchos de sus pacientes por la imposibilidad de tratarlos, la lista de espera para un tratamiento de fecundación asistida es de 40 ó 50 días, algo menos de lo que hay que esperar en la mayoría de los 35 centros privados andaluces autorizados por el Ministerio de Sanidad.
Si la fecundación no tiene éxito con un primer óvulo, el tiempo de espera se prolonga. Las pruebas y los análisis se suceden. Hay mujeres que han llegado a esperar de ocho a diez años antes de poder ser madres. Entre ellas, la presidenta de CERES, el colectivo que ayuda a las mujeres y parejas españolas con problemas de infertilidad. María José González tuvo que desplazarse a otra provincia porque en la suya no había ningún centro público que ofreciera este servicio. Un año de pruebas y análisis, tres en espera, hubo que cambiar de técnica... Acabé por ir a un centro privado, explica. Finalmente, tuvo dos hijos. JOSÉ REMOHÍ
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EL COMERCIO DIGITAL
3/12/2004
Descubren células que regeneran los óvulos
Investigadores estadounidenses descubrieron una regeneración ovular que puede solucionar los problemas de infertilidad femenina, según un artículo publicado en la revista Nature.
Los científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, tras estudios establecen que las ratas hembras nacen con un número ilimitado de óvulos y que pueden generarlos en la edad adulta.
Este descubrimiento en los roedores, que incluye el de células que se regeneran y mantienen la función de los ovarios, echa por tierra la vieja teoría de que el número de óvulos es fijo desde el nacimiento y que declina con la edad.
Si se pudiera demostrar que esta misma situación se plantea en seres humanos, se reconsiderarían las ideas sobre la formación de los ovarios y su función, y se abriría la posibilidad de métodos para mantener, prolongar y restablecer la fertilidad femenina, dice el artículo.
Los investigadores descubrieron las células de regeneración cuando medían el número de folículos en los cuales maduran los óvulos durante la vida de los roedores.
Pese a un alto nivel de pérdida de esos folículos, las hembras contaban con óvulos saludables durante un mayor tiempo que lo que calculaban los científicos.
Ese factor hasta ahora desconocido los llevó a sospechar que el ovario estaba en capacidad de regenerar esos folículos y los óvulos, indicó el artículo.
Jonathan Tilly, científico que participó en la investigación, afirmó que si existe el mismo tipo de células en las mujeres, su aislamiento, mantenimiento y trasplante podría permitir la concepción en mujeres con ovarios afectados por el cáncer.
La tarea más dura ahora será demostrar que este mismo tipo de células existen en los seres humanos. Una vez que eso ocurra, y creemos que así será, casi se podría vislumbrar de inmediato su aplicación porque se trata de las propias células del paciente, añadió.
Según Marian Damewood, presidente de la Sociedad para la Medicina Reproductiva de Estados Unidos, ése sería el logro más importante desde la fertilización in vitro conseguida por primera vez hace 25 años.
Si se confirma con nuevos estudios, esto nos llevará a reconsiderar lo que creíamos que era un hecho fundamental de la biología reproductiva, manifestó....
UFFF!! A LAS Q HAYAIS ACABADO DE LEER, GRACIAS POR VUESTRO INTERES. UN BESO MUY FUERTE.
