Para bossy8 y demas k kieran saber sobre onagra
aki te dTe dejo informacion.
La onagra, prímula o hierba del asno (Oenothera biennis) es una planta bianual originaria
del norte de América y extendida en la actualidad por toda Europa. El aceite de onagra,
obtenido por presión en frío de sus semillas, es muy rico en ácidos grasos esenciales
poliinsaturados, especialmente linoleico y gamma-linolénico que, por regular el
metabolismo general, desempeñan un papel muy importante en el organismo y
son precursores de diversos mediadores celulares e intercelulares (leucotrienos,
prostaglandinas y tromboxanos) indispensables para la estabilidad de las membranas
de las células del organismo, el desarrollo del sistema nervioso, el equilibrio del sistema
hormonal y la regulación de los procesos de coagulación sanguínea.
El Vademécum de prescripción de Fitoterapia recoge como Indicaciones de la onagra las
manifestaciones de deficiencias de la conversión de ácido linolénico en gamma-linolénico
(eczema atópico, ictiosis con prurito, prevención del envejecimiento cutáneo), síndrome
premenstrual, enfermedades alérgicas, impétigo, eritemas, neuropatía diabética, artritis
reumatoide, prevención de la arteriosclerosis y los tromboembolismos y, en general,
personas con elevado riesgo cardiovascular. Se presenta para uso interno y externo en
perlas y aceite.
El doctor Jorge Pamplona señala, por su parte, que debido a las propiedades y
características del ácido gamma-linolénico y de la prostaglandina E1, resulta bastante
amplia la lista de enfermedades en que se ha aplicado con éxito el aceite de onagra. Así,
el aumento de colesterol y del contenido graso de la sangre, los trastornos circulatorios
(hipertensión arterial y prevención de trombosis, hemorragia cerebral e infarto de
miocardio) y genitales (dismenorrea, ciclos irregulares, esterilidad por insuficiencia ovárica,
menopausia), afecciones del sistema nervioso (Parkinson, esclerosis en placas, afecciones
por degeneración neuronal), trastornos de la conducta (irritabilidad, nerviosismo,
neurastenia, esquizofrenia) y de la respuesta inmunitaria (alergia, asma, eccema, dermatitis),
procesos reumáticos y problemas dermatológicos (exceso de secreción sebácea o acné,
arrugas o sequedad de la piel, fragilidad de uñas y cabello).
Los ácidos grasos esenciales
Los ácidos grasos esenciales (AGE), entre ellos el linoleico y el gamma-linolénico, son
ácidos grasos necesarios para el adecuado funcionamiento de las células que, al no poder
ser elaborados por el propio organismo, deben ser suministrados con la dieta. El ácido
linoleico es el AGE más abundante y se halla sobre todo en los aceites vegetales, las
leguminosas y las vísceras. El ácido gamma-linolénico se encuentra en la leche humana
y en el aceite de onagra, vegetal que lo contiene en proporciones notables.
El papel bioquímico fundamental de los ácidos grasos esenciales es doble. Primero, son
componentes vitales de la estructura de todas las membranas del cuerpo, por lo que una
insuficiencia de AGE genera cambios en la conducta de todas las membranas. Y segundo,
los ácidos grasos esenciales son los precursores necesarios de las prostaglandinas.
Si la dieta es insuficiente en AGE pueden generarse diversos
trastornos, entre ellos, en el corazón y la circulación sanguínea,
en la piel, en la inmunidad y la resistencia a la enfermedad,
inflamatorios y en la cicatrización de heridas y lesiones, la
reproducción y disfunciones cerebrales, así como un defectuoso
equilibrio del agua en el organismo.
Michael Murray y Joseph Pizzorno, investigador y educador en el
campo de la medicina natural respectivamente, sostienen que el
alcohol provoca una deficiencia de ácidos grasos esenciales.
Respecto a la artritis reumatoide, los AGE son mediadores
importantes de la inflamación debido a su capacidad para formar prostaglandinas,
tromboxanos y leucotrienos. La ingesta de unos u otros aceites dietéticos, aseveran, puede
producir una reducción o un aumento significativos de la inflamación, en función del tipo de
aceite cuya dosis se eleve. El ácido araquidónico es un ácido graso derivado casi en su
totalidad de fuentes animales (carne, productos lácteos), que contribuye en gran medida
al desarrollo del proceso inflamatorio a través de su transformación en prostaglandinas y
leucotrienos. Por ello concluyen que las dietas vegetarianas suelen ser beneficiosas en el
tratamiento de los trastornos inflamatorios debido a la disminución de la disponibilidad de
ácido araquidónico y por tanto de su transformación.
Parece que las personas con eccema presentan una deficiencia de ácidos grasos
esenciales o un defecto en la enzima dependiente del cinc implicada en el metabolismo de
los mismos, lo que produce una síntesis menor de las prostaglandinas antiinflamatorias. El
tratamiento con aceite de onagra regulariza las anomalías de los AGE y alivia los síntomas
del eccema. Las dosis terapéuticas son normalmente 3 o 4 gramos diarios durante un mes,
reduciéndose después a 1 gramo diario.
La administración de ácidos grasos esenciales produce una mejora significativa en muchos
hombres con hiperplasia prostática benigna. Como conclusión de diferentes estudios se
constata una disminución de la orina residual, lo que parece deberse a la corrección de
una deficiencia subyacente de ácidos grasos esenciales. Murray y Pizzorno aconsejan
suplementar la dieta con aceite de onagra, a razón de una cucharadita diaria o 4 gramos.
Ambos especialistas en medicina natural consideran, para terminar, que puede ser relevante
el papel de los ácidos grasos esenciales en las migrañas. Partiendo de la importancia de la
agregación plaquetaria y de los metabolitos del ácido araquidónico en el proceso que lleva a
la isquemia cerebral previa a la migraña, Murray y Pizzorno establecen que la administración
de ácidos grasos esenciales en la dieta puede resultar muy útil para reducir la incidencia y
el malestar vinculado a la migraña.
Las prostaglandinas
Las prostaglandinas, compuestos biológicamente muy activos, se hallan en casi todos los
tipos de células y son reguladores vitales que contribuyen al mantenimiento de las funciones
de los diversos órganos corporales. Las prostaglandinas, por ejemplo, desempeñan un
papel fundamental en el proceso de la hemostasia (=detención de un proceso hemorrágico):
unas inducen la agrupación plaquetaria y son potentes vasoconstrictores, mientras otras se
comportan como antiagregantes y vasodilatadores.
Las prostaglandinas influyen también en la actividad del estómago y los intestinos, en
la liberación de hormonas sexuales, y en las contracciones uterinas que al parecer
son en parte responsables de los dolores y molestias menstruales. Éstas serían las
prostaglandinas malas. Pero, al igual que sucede en el caso del colesterol, también las
hay buenas, por ejemplo la prostaglandina E1 (PGE1), formada a partir del ácido gamma-
linolénico, ingrediente activo del aceite de onagra.
La PGE1, entre otras acciones, dilata los vasos y mejora la corriente sanguínea, reduce
la presión sanguínea a límites normales, ayuda a prevenir la acumulación de colesterol,
permite una mayor eficacia a la insulina, inhibe la trombosis, contrarresta las inflamaciones
y controla la artritis, ayuda a regular la función cerebral, inhibe la proliferación anormal de
células y regula el sistema de inmunización, y alivia los síntomas físicos y mentales del
síndrome premenstrual y de la menopausia.
Efectos contrastados
La doctora Caroline Shreeve subraya, para resumir, que de los numerosos estudios clínicos
efectuados con el aceite de onagra, ingerido a razón de 2-4 gramos diarios, se infiere estos
efectos: reducir los niveles de colesterol con mayor eficacia que los medicamentos pero sin
efectos secundarios, reduce la hipertensión, no afecta al peso de las personas si es normal
pero los obesos pierden peso sin alterar sus hábitos alimenticios, mejora el eccema en
niños y adultos, detiene el proceso artrítico entre suave y moderado, elimina la sequedad en
ojos y boca, termina con las uñas débiles y quebradizas, alivia la resaca y depresión tras la
ingesta de alcohol, proporciona una gran mejora en los niños hiperactivos con insuficiencia
de ácidos grasos esenciales, y reduce la progresión de la arteriosclerosis y el acné.
Finalmente, afirma rotunda: "Las mujeres que tomaron aceite de onagra por otras razones,
confirmaron hace tiempo que obtuvieron un alivio espectacular del síndrome premenstrual.
Alivió los síntomas físicos y psíquicos, y estos informes han sido confirmados por
investigaciones realizadas en los principales centros de estudios premenstruales".
El síndrome premenstrual
Innumerables investigaciones y estudios llevados a cabo en los últimos 20 o 30 años en
diferentes países demuestran la eficacia, sin efectos secundarios adversos, de la onagra
en el tratamiento del síndrome premenstrual, tanto en la mastalgia o dolor de la mama como
en el estado de ánimo, aliviando la irritabilidad, ansiedad, dolor de cabeza y retención de
líquidos. Suele aconsejarse una dosis inicial alta, en torno a los 3-5 gramos diarios. Y
prácticamente la única salvedad contrastada es que el aceite de onagra debe utilizarse
con precaución por personas con historial de epilepsia.
Para concluir, en palabras de Stella Weller: "Parece ser que el aceite de onagra es muy
útil para corregir una insuficiencia de AGE, la cual parece estar en la raíz del problema del
síndrome premenstrual. No sólo alivia los síntomas, sino que, además, como es un
producto
demas epara el trastorno premestrual fue lo ultimo que encontraron.
ejo informacion de la onagra
Ver también
Gracias ayla693
por tu información!!!
Gracias!!
Muy útil, gracias por toda la información y por lo riguroso de la misma