HOLA CHICAS:
Les escribo porque estoy muy, muy, muy triste y deprimida. Mis tratamientos han sido un tanto accidentados y en este último me pusieron unos gradiosos embriones y me dieron grandes posibilidades.
Tuve un susto de sangrado (ahora sé que fue de implantación), luego la beta, fuí sin esperanzas y manchando un poquito, me llama el médico y me dice "felicidades, beta 250, van a ser papás" y pues el ánimo hasta los cielos otra vez. Ayer comencé a manchar cada vez más rojo y en la noche una gran hemorragia: Ví salir a mi embrioncito y mi alma se partió en dos partes, sentí una enorme culpa y dolor de verlo afuera. Mi marido estaba feliz y aún tengo un arreglo de flores que me trajo.... Me caí de lo alto... Sólo pude disfrutar un día mi positivo.
No entiendo por qué Dios me pone estas pruebas, no sé cuál sea su mensaje. Por muchas razones, la adopción no es una opción para mi matrimonio y me duele muchisisimo imaginar que nunca seré madre.
Pienso tantas cosas; aparentemente mi sistema inmune rechaza los embrioncitos y me aterra pensar en otro positivo que luego no vaya para adelante... No sé si seguir, no sé si renunciar, lo que sí sé es lo derrotada que me siento...
Un abrazo para todas que sé me entienden...LAs quiero¡¡