Sirva esta historia para que jamás ninguna de vosotras tire la toalla por muy dificil y doloroso que en algunos momentos pueda llegar a ser. Me remonto a hace prácticamente 3 años y medio, momento en el que decidí darle un hermanito/a a mi hija que hoy ya cuenta con 8 años. El embarazo tras la decisión fue inmediato. A las 9/10 semanas aproximadamente fui a mi primera ecografía y todavía hoy recuerdo como si fuera ayer aquellas palabras "ESTO NO VA BIEN". Pregunto que qué pasa y me dicen "SE HA PARADO". No os podeis llegar ni a imaginar la frialdad del profesional - por llamarle de alguna manera - que me dió la noticia, jamás se me borrará su cara y ni mucho menos su mal hacer a la hora de atenderme. Al día siguiente ingresé por la mañana y me practicaron el legrado. Todas las que habeis pasado por esto sabeis como te sientes cuando te bajan a quirófano y luego despiertas. La sensación de dolor es inexplicable, el vacío y frustración que sientes es una experiencia que jamás desearias a nadie. En un momento todos tus sueños se destruyen de una manera brutal. Esto sucedió un 16 de julio, y tras costarme aproximadamente 4 meses que me viniera de nuevo la menstruación, finalmente me vino un 20 de noviembre y de nuevo, ese mismo mes, volví a quedar embarazada. Esta vez a la 8 semana me hicieron una ecografía, y todo se veía bien, allí estaba mi chiquitina aparentemente perfecta. No os podeis imaginar la ilusión que me hizo....... Me volvieron a dar hora para el triple screening para la 12 semana de gestación. Acudimos de nuevo y esta vez me volvió a tocar aquella "profesional de la primera vez". Y nuevamente me da la peor de las noticias que me podía dar, esta vez bajo la frase de "EL EMBRION NO TIENE VIDA". No me lo podía creer en 6 meses dos embarazos fallidos. Inmediatamente me derivaron a un ginecólogo quien me dijo que al día siguiente me volverían a hacer un legrado y que me aconsejaba que esta vez le hicieran un cariotipo al embrión para intentar averiguar qué había pasado. De nuevo ingresé para el legrado, esta vez más destrozada que la vez anterior. Imaginaros nada más llegar al quirófano me sedaron porque era incapaz de dejar de llorar. El resultado del cariotipo fue "Trisomía del 15". Tras esto nos hiceron pruebas a mi marido y a mí para ver si genéticamente estábamos bien, aunque parecía obvio que sí pues teníamos una hija totalmente sana. Las pruebas fueron correctas, por lo que la ginecóloga me dijo que había sido MALA SUERTE, que continuáramos buscando. Pues bien, tal era el deseo de tener otro hijo que volvimos a intentarlo...... pero pasaban los meses y nada de nada, entonces me derivaron a fertilidad, a un centro de los de mayor prestigio donde en la primera visita y sin ninguna prueba que lo avalara osaron diagnosticarme "Que estaba llegando a final de mi período fértil" aclarándome que todo apuntaba a que mis óvulos eran viejos. Ante el trato recibido dejamos pasar el verano y en septiembre tomé la mejor de las decisiones de mi vida: CAMBIAR DE GINECOLOGA. A través de una gran amiga pedí hora con una gran profesional que lo primero que hizo fue enviarme un sinfín de pruebas para llegar a conocer qué pasaba. Tras las pruebas pudo constatar que una de las dos trompas estaba totalmente obstruída, pero ello no era obstáculo para un embarazo porque la otra era totalmente permeable. Ante esto me dijo que yo tenía la última palabra, que la vía natural era posible pero que dado el tiempo transcurrido y la edad que ya comenzaba a apremiar ella me derivaría a un tratamiento de FIV. No nos lo pensamos dos veces, y decidimos acudir a un centro que ella nos recomendó, en el que nos dijo que encontraríamos unos grandes profesionales en la materia,como así fue. En diciembre del año 2007 tuvimos nuestra primera visita y decidimos comenzar el tratamiento de FIV. Todo previsto y controlado para comenzar a mediados de enero del 2008, y comenzamos. A los 8 días de haber comenzado el tratamiento y dado que me encontraba algo extraña, decido hacerme una prueba de embarazo por si acaso en el mes inmediatamente anterior al tratamiento me había quedado embarazada, y así fue.......... ESTABA EMBARAZADA........ Nuevamente el miedo se apoderó de mi, pues en el prospecto de la medicación que me estaba inyectando figuraba que no se podía utilizar en caso de sospecha de embarazo pues podia provocar abortos. Fue horrible........... En el centro me tranquilizaron y a la vista de mis antecedentes decidieron seguir conmigo un control más que exhaustivo, cada semana ecografía. Supongo que os imaginareis mi estado de ánimo ante cada ecografía, ha sido el período más angustioso de mi vida, cada semana pechaba sobre mí el fantasma de un nuevo aborto.......... pero gracias a DIOS no fue así, mi pequeña esta vez no se quería ir, quería quedarse con nosotros..... y tras un embarazo bastante complicado, pues a las 32 semanas comencé a sangrar, me ingresaron y me diagnosticaron plancenta previa lo que conllevó un reposo absolutísimo durante 4 semanas, finalmente a las 36 semanas y dos dias, tras una cesárea programada, que como no podía ser de otro modo fue dificilísima pues la epidural no hizo el efecto esperado y tuvieron que ponerme anestesia general, finalmente el pasado 2 de septiembre pude tener entre mis brazos lo que más me ha costado alcanzar en esta vida........... y hoy que ya cuenta con 5 meses, mirando hacia atrás sin ningún género de duda os digo que HA MERECIDO LA PENA LUCHAR Y SEGUIR ADELANTE...........y que hoy si tuviera que pasar nuevamente por todo lo volvería a hacer. Espero que mi historia sirva a todas aquellas de vosotras que en algún momento habeis pensado en tirar la toalla............ yo a lo largo de todo este tiempo en infinidad de ocasiones lo pensé, pero no hay día en que no agradezca a DIOS no haberlo hecho.