...aborté varias veces...
Mi historia es la siguiente: a los 19 años tenía mi novio y estábamos muy bien, nos adorábamos, yo quedé embarazada y consideramos que no podíamos tener ese bebé; a mi me "mataba" mi mamá, no sabia qué hacer, estaba en tercer semestre en la universidad, así que lo hice. Nunca me hice una prueba, consideré que por mi retraso estaba en embarazo, así que aborté. Pasó el tiempo y seguí con mi novio, luego terminamos porque yo ya no lo quería, y encontré una persona para poder tener pretexto de terminar con él. Cuando llevaba un tiempo con esta nueva persona quedé embarazada más o menos en la misma fecha y pues también por el mismo temor de decepcionar a mi madre tomé nuevamente la decisión de abortar. Estuve tres años con esta persona y pasé otro susto si se puede llamar así.
No he sido una persona que se la pasara teniendo relaciones por ahí como una loca. Me pasó, nunca planifiqué, me cuidaba con el ritmo, no calculé bien y eso me pasó, igual nunca me hice una prueba. Él no lo quería tener y yo no tuve las agallas para enfrentar a mi madre, realmente los demás no eran tan importantes en la toma de esta decisión, tuve siempre el apoyo de una amiga. No se si estaba, o si fue un retraso y yo me hice un aborto. Yo le he pedido perdón a Dios siempre que me acuerdo de esto, no me gustaría saber que no tengo su perdón. Mi temor mas grande era que el día que decidiera tener un bebé con mi esposo, esto no se diera por la santa voluntad del creador. Tengo miedo al karma y no se esto que puede acarrear. Después de que terminé con mi novio, el segundo, conocí otra persona y empezamos nuestra relación; a los tres meses quedé embarazada, lo pensamos, puesto que llevábamos muy poco, entonces no sabíamos qué hacer. Después de la prueba él me dijo que me ponía una inyección, yo estaba asustada y nerviosa, pero por lo mismo de antes; dije que listo y me la puse. Resulta que no hizo efecto, él hasta se me paró un día en la barriga, las brutalidades que hace uno por la ignorancia, por el temor a la familia, y en ese momento el temor a Dios desaparece, parece que otras cosas te cegaran.
Hoy en día tengo dos lindas niñas una de tres y otra de un año y siete meses, ¡son divinas!, a veces pienso que Dios quizá me ha concedido su perdón y me las volvió a dar en un hogar. Estoy separada, pero vivo feliz con mis niñas, son lo más lindo que me ha dado la vida y Dios.
Nunca haría eso si volviera a nacer. Creo que me merezco cualquier castigo por las intenciones de mis actos, por mis pensamientos. Nada justifica eso, pero le doy mil infinitas gracias a Dios por mis lindas niñas; a veces pienso que es el regalo de Dios, es como si me hubiera dado otra oportunidad para reivindicarme con él. Mi labor es que estos talentos los use bien como él manda, a la voluntad de Dios y que me de la sabiduría para no equivocarme, saberlas guiar y orientar en este mundo. Yo tengo una deuda con Dios y él va a pedirnos cuentas a todos, hay que obrar bien. Errores se cometen, tratemos de aprender de experiencias ajenas y no esperar a que nos pase. Chao.
Irene de Guatemala.
