Léelo
Te paso un artículo sobre seguridad infantil:
Asientos para los más Pequeños
(bebés de hasta un año de edad)-----------------------
La primera pregunta que un padre o una madre suele hacerse es, simplemente, ¿cuál es el mejor asiento de seguridad para mi hijo o mi niña? La respuesta a esta pregunta siempre debe realizarse en los siguientes términos: el mejor asiento es aquel que se adapta a las características físicas del niño (principalmente peso y estatura), que es compatible con el vehículo, que es suficientemente cómodo de usar a diario y, sobre todo, que está disponible. La complejidad de esta respuesta ya alerta sobre la cantidad de factores que hay que tener en cuenta a la hora de la elección de un asiento de seguridad infantil.
Los más pequeños, los bebés de hasta 10 kg de peso y un año de edad, deben viajar siempre en el sentido contrario al de avance del vehículo. Es decir, "mirando hacia atrás". Su cabeza es muy grande en comparación con el resto del cuerpo y su cuello no sería capaz de aguantar un impacto frontal de mediana entidad. La Asociación Americana de Pediatras (www.aap.org) recomienda ajustar el respaldo del asiento infantil a unos 45 grados de inclinación, o sea, a medio camino entre horizontal y vertical. En esta situación la espalda y la cabeza todavía quedan correctamente apoyadas en caso de colisión y se minimiza la posibilidad de que la cabeza, si un respaldo estuviera más vertical, puediera inclinarse hacia delante y dificultar la respiración del bebé. En casos extremos, una toalla enrollada u otro elemento ligero y blando puede situarse entre el cojín del asiento del vehículo y la sillita de seguridad para conseguir este nivel de inclinación. Los sistemas de retención tipo cuco o capazo se reservan normalmente para los neonatos y prematuros y un asiento mirando hacia atrás suele ser la solución más segura por su versatilidad. Recuerde siempre que un asiento de seguridad infantil orientado hacia atrás nunca puede situarse delante de un airbag frontal de pasajero.
Hace unos años surgió una situación interesante con relación a los asientos del Grupo 0. Los bebés, antes de cumplir el año de edad, superaban cada vez más frecuentemente los 10 kg de peso, que generalmente era el valor máximo aconsejado para los asientos de dicho grupo. Con relación a esto los pediatras americanos son tajantes: el bebe debe viajar mirando hacia detrás hasta que pese más de diez kilos y tenga más de un año de edad. Hasta los doce meses, la estructura ósea del niño sería incapaz de sujetar correctamente la cabeza en caso de choque frontal si el niño estuviera sentado en un asiento de seguridad mirando hacia delante. La respuesta de los fabricantes de asientos infantiles consistió en lanzar al mercado asientos del Grupo 0+, reforzados y ya aptos para los bebés "de talla grande".
La anterior posición, en teoría, sería la posición más segura para cualquier ocupante y de hecho era la posición de re-entrada en la atmósfera de los astronautas tras sus viajes lunares. Esto quiere decir que si disponemos de un asiento del tipo convertible (que pueden instalarse tanto mirando hacia adelante como en sentido contrario al de la marcha), no debemos tener prisa a la hora de "darle la vuelta" y ponerlo mirando hacia delante, sino que mientras ello sea posible cuánto más tiempo viaje el niño mirando hacia atrás, más seguro viajará. Por supuesto, siempre respetando las instrucciones del fabricante del asiento, que nos deberán indicar el peso máximo del niño en cada posición.
Espero que te sirva.
Besitos.
Montes&Lucía (1 añito, pero como aún no peso 9 kilos, todavía voy mirando para atrás)