En respuesta a oda_7993019
Hola a tod@s. He decidido contaros mi caso.
Hace 8 meses nació mi hijo. Y no fue para NADA el resultado de un parto cómodo, y preparado.
Después de estar desde la semana 39 con el 80% del cuello borrado, y más de 3 cm. de dilatación, y no tener ningún síntoma "claro" de parto (me refiero a dolores, ni contracciones rítmicas), y después de 3 visitas a monitores, 2 de ellas con Maniobra de Hamilton incluida (os podéis imaginar... salía llorando de allí), deciden provocarme el parto cuando estaba de 42 semanas.
A las 10 de la mañana me empiezan a meter oxitocina, y al principio no me dolían para nada las contracciones, que ahora sí, eran rítmicas. A eso de las 4 de la tarde, me rompen la bolsa: el líquido sale coloreado. Me dicen que empezaré a dilatar aún más rápido. Un poco más tarde, no sé cuánto, y estando ya de 6 cm, me ponen la epidural, puesto que los dolores, ahora sí, eran prácticamente insoportables (me imagino que por la velocidad de dilatación que me indujeron). Se pasan con la dosis. Consecuencia: las piernas se me caen literalmente, no era capaz de tenerlas flexionadas mientras estaba tumbada (ya no me dejaron levantarme de la cama, por la epidural). De 6 cm. paso a 9 cm. de dilatación, en muy poco tiempo. Antes de las 9 me vienen a decir que empuje. Empiezo a empujar, sin enterarme de cuánto, porque no sentía mi cuerpo de cintura para abajo. Estuve empujando más de 3 horas. El niño no quería salir: a cada contracción, se iba hacia arriba, en lugar de hacia abajo. El niño empezó ya a tener bradicardia, cada vez que yo tenía una contracción. El cuadro os lo podéis imaginar: me avisaban de la contracción, porque yo no la sentía. Y entonces, mi marido me agarraba una pierna, y la matrona la otra, y yo empujaba. Y el niño, hacia arriba. Así las 3 horas, y nada.
A las 12 y media de la noche entra la doctora, y me dice que me van a tener que "ayudar" un poco. Yo les dije que no quería cesárea. Me dice que no, que no es necesario. A mi marido le dice que no podrá estar presente. Yo me mosqueo, pero no tengo elección.
Me llevan a la sala de partos, y la siguiente imagen que tengo es la de un fórceps. Lo meten, y sin decirme nada empiezan a tirar. No tengo recuerdo de que me dijeran que empujase. Yo veía a aquella mujer tirando y tirando, sudando la gota gorda. Y yo intentaba empujar, sin saber si lo estaba haciendo en realidad, por la anestesia. Tras un gran tirón, oigo que dice: viene al revés. Me sacan los fórceps, y los vuelven a meter. Al cabo de otros cuantos tirones, nace mi hijo.
Me lo ponen encima, y tras 10 segundos (no sé si llegó a 10 segundos), se lo llevan. De lejos lo oigo llorar.
Miro la cara de la doctora, y veo que está preocupada. Me cosieron. Cerca de 50 minutos estuvieron cosiéndome. Indescriptible. Ahí sí me enteré, ya que se me pasó el efecto de la epidural.
Me llevan a la sala de recuperación, y me dan al niño. Al rato le pongo al pecho, fue el primer momento de tranquilidad con él y mi marido, solos los tres... Al poco, empiezo a sentir una gran debilidad, y mucho sueño. Hago llamar a una enfermera, para decirla que me dormía, y no tenía sueño. Me mira: una enorme hemorragia.
Otra vez a la sala de partos, a coserme de nuevo. Se habían dejado una arteria sin "cerrar" (dicho de una doctora a otra).
Me manda hacer análisis de urgencia: tengo el hierro en 4. Me ponen 2 unidades de sangre.
Tras 7 horas en la sala de recuperación, me suben a planta con la transfusión. El niño está bien, gracias a Dios.
A las 30 horas del parto me echan a casa.
A los 2 días del parto hago de vientre por primera vez, y siento unos dolores indescriptibles. Gritando, llamo a mi marido, que ve co horror cómo la caca me sale entre los puntos.
En urgencias me dicen que se me ha formado una fístula recto-vaginal, y que me tienen que operar. Corro mucho riesgo de infección, y me mandan un antibiótico para prevenirla.
A los 15 días del parto me realizan una colostomía para evitar el paso de las heces por la zona, y así conseguir que aquello cicatrice. A día de hoy no ha cicatrizado, y han pasado OCHO meses desde entonces.
Mi situación actual es la siguiente: tengo desgarro completo tipo IV con rotura completa del esfínter anal, por lo cual estoy a la espera de una intervención de reconstrucción. Se me ha formado una cloaca (todo abierto), que no se cierra. Espero que también me reconstruyan eso, aparte del ano.
Llevo OCHO meses esperando la intervención. Me llamaron de un hospital privado para derivarme allí, y les dije que no (puesto que el médico que me tiene que operar es de los mejores de España en esto, y no quiero a otro). Como consecuencia de ello, me relegan al último puesto de la lista. Al médico le dicen que ya estoy siendo tratada en el otro hospital, y se olvida de mí. Ni siquiera la matrona, en la visita que la hice después del parto, me dijo que tenía que hacerme ningún tipo de revisión ginecológica, la cual a día de hoy no he hecho. Me preocupa el ir a una revisión y que me digan que he quedado mal, y no poder tener más hijos... mi marido y yo queríamos más de 3...
Aparte, os podéis imaginar la vida con la colostomía: todo el día pendiente de la bolsa, de si se llena, de si suena el aire... mi vida, socialmente hablando, es bastante complicada... más bien, acomplejante.
Estoy harta de la situación. No sé si denunciar, y no sé cómo hacerlo.
Gracias a Dios, he tenido a mucha gente detrás, que rezan por mí y se preocupan de que no esté sola.
No sé si me podéis aconsejar algo.
Gracias de todos modos por aguantar tooda mi historia.
yadira_saf@hot
