Hola a todas, ésta es una carta de esperanza para todas aquellas que con tanto anhelo e ilusión quereis ser madres. Os cuento mi historia por si puedo con mi granito de arena ayudar a mantener esa ilusión.
Tengo 43 años y estoy embarazada de 10 semanas, por vía natural, de mi primer hijo, me han hecho 2 ecografías y todo marcha bien, mi salud es perfecta aunque con las molestias y angustias normales del embarazo.
Para mí ésto es un regalo, algo que me hace creer en los milagros y que ahora me ha tocado a mí.
Estuve varios años intentando quedarme embarazada junto con mi marido sin conseguirlo, nos hicimos todas las pruebas y no había ningún problema por ámbas partes, pensé que sería la edad, treintaytantos años largos, así que me sometí a 3 inseminaciones y fueron un fracaso, emocional y físicamente echa polvo.
Al final de ese año mi marido se separa de mí y me quedo anímicamente destrozada, sola, y decido hacer un congelación de óvulos hace 6 meses, otro fracaso, después de tanta hormona en la ecografía ningún óvulo era válido excepto el mío.
En el IVI me indican que posiblemente con 43 años mi reserva ovárica esté bastante mal y yo intento recuperar mi vida ya sin la esperanza de ser madre.
En septiembre empiezo una nueva relación y un par de veces no utilizamos ningún método anticonceptivo, yo hablo con mi pareja y le explico que yo no puedo quedarme embarazada, que no hay ningún motivo físico pero prácticamente imposible, estamos muy enamorados y a él no le importaría que tuviesemos un hijo, pero yo pienso que no es posible.
Y oh milagro! al siguiente mes tengo un retraso de regla el cual yo achaco a los nervios, él insiste en que me haga la prueba, a mí me parece ridículo, a la semana siguiente compramos el predictor y fue un maravilloso positivo.
Ahora estoy de 10 semanas, muy feliz, con muchas esperanzas de que todo salga bien y engordando muchísimo.
Espero de todo corazón que a alguien le sirva mi historia para no perder nunca la esperanza y no decaer jamás. Muchos ánimos y besos para todas.
DANA