EL SINDIG INSTA A EDUCACÏON A REVISAR UN CASO DE "BULLYING" EN EL QUE NO ACTUO
ESTHER ARMORA | BARCELONA Miércoles , 27-01-10
Paula A. C. era una alumna ejemplar, le encantaba estudiar y era muy popular entre sus compañeros de tercero de Educación Primaria en el colegio Joan Pelegrí del barrio de Hostafrancs de Barcelona. En cuestión de meses, se volvió una niña (tenía 8 años) introvertida que iba con desgana a la escuela y a la que los estudios empezaron a irle mal. Sus padres, preocupados, le preguntaron y su respuesta, lejos de calmarles, les intranquilizó aún más: era objeto de acoso escolar.
Su familia acudió a la dirección del centro y a las altas instancias educativas, aunque no les dieron una solución. Ante la falta de respuesta institucional, los padres de Paula decidieron recurrir al Síndic de Greuges, Rafael Ribó, quien, tras analizar el caso, emitió un informe en el que constata que ve indicios de una falta de actuación proactiva en defensa de los derechos de la alumna Paula e insta a los servicios educativos a revisar la intervención realizada por lo que respecta al caso de esta alumna.
En su escrito, al que ha tenido acceso ABC y con fecha de 27 de noviembre de 2009, el Síndic amonesta también al colegio y precisa que se tenga en consideración la posibilidad de introducir mejoras en los procedimientos de detección e intervención del colegio ante las situaciones en las que se observa un sufrimiento de un alumno relacionado con la actuación de compañeros de clase. Los padres de Paula expresaron a este diario la angustia que han sentido durante dos cursos enteros al ver que las instituciones nos daban la espalda. Según Àngels Codosero, madre de la menor, el acoso de su hija no se limitaba al recinto escolar sino que también recibía amenazas fuera del colegio -que aún recibe- y las protagonizaban los mismos que la acosaban en clase.
La envidiaban por sus notas Todo empezó cuando mi hija empezó a despuntar en natación. Eso, sumado a que siempre tenía muy buenas notas, despertó la envidia de sus compañeros, apunta la madre. La familia acudió a la dirección del centro y, al no obtener respuesta, decidieron enviar una carta a las altas instancias educativas (Consorcio de Educación y el departamento). La primera institución reconoció acoso, aunque fuera del recinto escolar, mientras que el departamento de Ernest Maragall, aún no ha dado una respuesta. La familia ha denunciado también, vía penal, a los padres del acosador, ya que, según dicen, les amenaza constantemente por teléfono.
Noticia publicada por el Diario ABC http://www.abc.es/20100127/catalunya-catalunya/sindic-insta-educacion-revisar -20100127.html