En respuesta a hiedra_8285119
Respeto, vale?
No hay cosa más antigua que una cuna... cunas preciosas de madera que realizaban los mismos padres ó abuelos con sus propias manos. Y los capacitos realizados en mimbre ó lona, que son los moisés, provienen de tiempos tan inmemoriables como el que les dió su nombre...
La opinión de los expertos...
Para la que le interese aquí os la pego copiado de un sitio que hablaban de ésto. Creo que así queda muy claro. Aquí va:
"La cuna o el moisés se eligen según el tiempo del bebé, el espacio que se tenga y según el concepto de adaptación al ambiente que los padres tengan acordado para su hijo.
Me explico:
1.- Cuando nace el bebé no se le suele colocar directamente en la cuna, aunque hay quien lo hace. Es mejor un moisés sin barras, con tela o un cestillo. Al menos para los dos primeros meses. La razón es que aunque el bebé se mueva poco siempre tendremos la seguridad de que por un descuido no se meta la cabeza entre los barrotes, aunque ahora todos tienen la medida justa para que no pase la cabeza.
2.- En un moisés que es más pequeño que una cuna, siempre puedes tener el bebé cerca cuando duerme y vigilarlo para lo que pueda necesitar, máxime si tiene problemas de respiración o por si lleva un chupete,un alfiler o un babero de cuello. No es conveniente ponerle ésto pero siempre hay quien no cumple con estas prevenciones.
3.- Además el niño puede verte y no se siente tan desprotegido.
Por supuesto, están las hamaquitas, pero en el moisés el niño duerme mejor y no tendrá problemas con la espalda.
4.- El colchón del moisés suele ser de gomaespuma. El niño al nacer pesa entre 3 y 5 kg y no deforma el colchón. De todos modos se supone que no pasará en este moisés más de dos o tres meses. En cuanto veamos que le falta poco para que sus pies lleguen al tope porque ha crecido, ya se le puede pasar a la cuna de barrotes.
5.- Con el moisés el nene puede permanecer en el dormitorio de los padres. Para la madre será más cómodo tener cerca al bebé para las tomas nocturnas. De todos modos, según lo que acuerden los padres.
Suele haber un baremo en cuanto pasar al niño a su habitación a dormir sólo, suele ser entre los cuatro o seis meses y el año. Pero eso hay que verlo según sean los padres y el niño. No es tema para este punto.
6.- Hay que observar tanto en el moisés como en la cuna, la seguridad en los tornillos, en los barrotes, en la tela que hace las veces de caja. Que no esté rota ni demasiado desgastada si el moisés es de segunda mano. Normalmente no tiene enganches, las sujecciones están cosidas y las barras pasan entre ellas. Hay que mirar lo que sería el somier, una especie de pantalla con reja. No molestará al niño porque el espesor de la gomaespuma impide que sienta la barra. Pero no dejar que el niño duerma más de dos o tres meses en él. Si el moisés es de canastillo, procurad que la pajilla del canasto esté entera y en perfecto estado. Si tiene resquicios mejor dejarlo estar.
7.- Las cunas de barrotes de hoy en día están perfectamente homologadas. También hay cunas con placas, sin barrotes. Yo prefiero las de barrotes porque el nene puede ver a través de ellos y no sentirse encerrado. Estas cunas de placa, enteras, suelen servir ahora como moises, porque tienen una altura menor y el niño puede ver a su madre. Un niño más mayorcito puede saltar.
8.- Cuidad de que en la cuna de barrotes el niño no pase la cabeza entre ellos. Podéis colocar en los barrotes juguetes o carrusel, pero a una altura que no lo pueda coger y que no se le caiga, claro, encima.
9.- Las cunas con barrotes ya llevan colchón de muelles. Estos colchones ya se eligen según los gustos de los padres: indeformables o más resistentes, con un lado que está más protegido para el invierno y otro para el verano. Al menos nuestro colchón tenía esas características.
10.- Siempre hay que contar con el pediatra por si el niño puede tener tendencia a desviación de columna o algún problema de descalcificación y preguntar cuáles serían los requisitos necesarios para comprar la cuna o ponerle un colchón más duro o cambiar el somier."