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Pros y contras de retrasar la maternidad

Última respuesta: 19 de agosto de 2011 a las :06
A
an0N_796338799z
6/10/10 a las 23:05

Reportaje: Mi madre podría ser mi abuela
Las parejas retrasan aún más la edad de tener su primer bebé - Los psicólogos advierten de los riesgos de un "abismo generacional" entre padres e hijos
JOSEP GARRIGA 06/10/2010

Joan asistió la semana pasada en Barcelona a su última clase de preparación al parto. Su mujer, Silvia, sale de cuentas dentro de tres semanas. Tendrán una niña que se llamará Valèria. Joan y Silvia tienen 30 años, pero eran los más jóvenes en el cursillo porque el resto de las parejas se asomaba a los 40. Sin embargo, ambos responden al mismo patrón español. La edad para tener el primer hijo se situó en 2008 -el último dato registrado- en los 29,3 años. Sin embargo, dos décadas antes, en 1988, era de tres años menos (26,3). Y esta tendencia no tiene visos de quebrarse, al menos entre la población española autóctona.

Entre las razones de este cambio las hay económicas y sociales pero también científicas: los progresos en las técnicas de fecundación in vitro han provocado que muchas mujeres retrasen hasta bien entrada la treintena la edad para tener su primer hijo para así poder desarrollar antes su carrera profesional. Si antes los hijos se daban por supuestos en un matrimonio -como una consecuencia lógica- ahora tener hijos se planifica.

De esta manera, cuando Valèria se asome a la edad adolescente, sus padres rondarán los cuarenta y pico. Una edad más o menos ideal, según los expertos, para conectar y educar mejor a los hijos. En cambio, hace apenas dos semanas, el histórico diputado de Convergència i Unió Josep Sánchez Llibre fue padre a los 60 años. El diputado se acercará a los 80 cuando Daniela, su hija, empiece a salir por las noches de juerga.

¿Es bueno o pernicioso ese salto de edad entre padres e hijos? ¿Cuál es el lapso de años perfecto? Una distancia generacional se considera idónea por los expertos porque ayuda a subrayar el rol de cada uno y a mantener el principio de autoridad. Pero esa diferencia no debe ser un "abismo", como advierte el psicólogo barcelonés Joseph Knobel Freud. "El adolescente que necesita enfrentarse a su padre, echarle un pulso porque una noche quiere irse de copas, resulta que se va a encontrar con un abuelo, porque su padre tiene 60 años o más. Y con esa diferencia de edad la conectividad generacional es menor", comenta.

Knobel explica que hace apenas unos días tuvo que atender en su consulta a un padre de cerca de 50 años y a su hijo. El chaval le había dado un empujón al padre hasta hacerle perder el equilibrio y caer, porque este le agarró por el brazo para llevarle por la fuerza al instituto. "Es que ya no tengo la fuerza de antes", se lamentó el progenitor. Y este episodio puede extrapolarse a experiencias de carácter menor, como el simple hecho de enseñar a montar en bicicleta, que a veces obliga a doblar el espinazo y mantener un ritmo acelerado. "Es que les pilla cansados", argumenta Knobel. Y este alejamiento puede agrandarse, por ejemplo, con las nuevas tecnologías o las redes sociales, porque los padres mayores desconocen todo este nuevo mundo de facebook, ipod o consolas de juegos interactivos.

El psicólogo Pere Font, director del Instituto de Estudios de la Sexualidad y la Pareja, tiene 54 años. Es padre de una niña de 11 y no cree que su edad le suponga una desventaja, tanto en su caso como en el resto, para educar a los hijos, aunque admite, como su colega, que carece de las energías de la juventud. "Quizá me ha pillado más cansado y, por supuesto, no voy a levantarme a las siete de la mañana un domingo para irme de excursión o a jugar a la pelota en la playa, pero puedo enseñarle a jugar a las damas o al ajedrez. A colonias y a la playa puede ir con sus amigas".

Hay dos factores que aportan madurez a la hora de la educación de los hijos. El primero, haber tenido otro con anterioridad. Y el segundo, la experiencia que se adquiere con la edad. Eso no impide que, en algunas ocasiones, se cometan los mismos errores y se reproduzca una serie de patrones de comportamiento con los hijos que los padres se prometieron no repetir. "Es que los padres, sea cual sea su edad, reproducen en la educación de los hijos la manera en que ellos fueron educados. Son surcos marcados en el subconsciente. No repites la manera de educar, que sería sintomático, pero tampoco innovas mucho", avisa Joseph Knobel. Y lo ejemplifica en el tipo de castigos.

Lo difícil, según los psicólogos, es poner límites a los hijos. Y según el psicólogo Font, explicando su propia experiencia, a edades avanzadas se es más flexible, lo que no tiene por qué ser un inconveniente. "Las broncas con mi hija no aparecen por cualquier cosa. Y si surgen nos sentamos y hablamos. Creo que mi hija ha tenido una gran suerte al tener unos padres que han corrido mucho en la vida, que han cometido errores y que ven las cosas desde otra perspectiva".

"No existe un patrón de patologías comunes", añade Knobel Freud, "en los hijos con padres mayores. La gran patología es la falta de límites que quizá cuanto mayor es el padre más difícil es marcarlos. Hay que poner a cada uno en su sitio y remarcar la diferencia generacional. Tú eres el hijo y yo soy el padre, no somos dos amigos. Pero también creo que es algo común al resto de la sociedad actual".

A fin de imponer esa autoridad y fijar barreras infranqueables, una buena salida pasa por educar a los hijos en la cultura del esfuerzo, más enraizada en los padres de más edad y no tanto en los jóvenes. Sin embargo, no es una formación sencilla porque muchas parejas la confunden con la cultura del trueque, es decir, "tendrás una moto si apruebas los exámenes", cuando lo fundamental es estudiar para aprender, no para obtener una recompensa material o económica. "Lo importante es saber valorar lo que uno realiza", puntualiza Knobel.

La experiencia es fundamental para el quehacer diario. "Unos padres jóvenes son más nerviosos. Solo hay que fijarse en las urgencias de los hospitales, están plagadas de parejas jóvenes con los niños. Cuando eres mayor no llevas al chaval a urgencias por una mancha en la mano", comenta Font.

Pero ser padre a una edad avanzada presenta un serio inconveniente estadístico. Y aunque el argumento pueda resultar funesto, es clarísimo: por ley de vida la gente mayor se muere antes que la joven. Y perder esos referentes puede producir un grave trauma en los niños. "Si eres mayor puedes acudir al entierro de uno de tus progenitores con tu esposa, con tus hijos y con amigos de toda la vida. Es menos pesado sobrellevarlo de esta manera. Pero un adolescente, ¿qué hace? ¿Se presenta al instituto diciendo que se le ha muerto el padre?", reflexiona Knobel, quien recuerda que la edad de la pareja es un factor de idoneidad para adoptar un niño.

Es tan importante, en este sentido, el referente del padre como el de los abuelos, circunstancia que se perderán los hijos con progenitores de avanzada edad. La relación intergeneracional abuelos-nietos es primordial para el desarrollo del niño, coinciden los psicólogos, no solo porque se establece una conexión muy particular sino también por el hecho de que a veces pueden hacer de canguros y liberar a los padres durante un día o noche de esa pesada tarea. No obstante, en la sociedad actual se abusa de la figura del abuelo-canguro, que siempre es perniciosa. "Los padres han de comprar los libros, los abuelos las chuches", comenta Joseph Knobel.

Este psicólogo apunta otro factor que, en ocasiones, pasa inadvertido y que tampoco es tenido en cuenta, señala, por muchos ginecólogos a la hora de efectuar fecundaciones in vitro a edades avanzadas. Y es el hecho de poder amamantar al bebé, que en ciertas edades es fisiológicamente imposible. "Ese cuerpo a cuerpo del niño con la madre es fundamental para el psiquismo infantil", recuerda.

En cualquier caso, la principal razón para tener un hijo es el deseo, señalan los expertos. Y ese amor es el que deben transmitir los padres a sus hijos independientemente de su edad. Pero siempre hay que tener en cuenta si ese deseo es personal o compartido con la pareja o, en cambio, obedece a un rol social o a cierta presión familiar. "Cuando una mujer soltera viene a mi consulta y me comenta que quiere adoptar un bebé lo primero que le pregunto es si se lo ha dicho a sus padres", admite Knobel Freud. Y concluye: "Hay que acabar con el mito de que tener hijos es maravilloso. Quizá sí, pero es muy duro, difícil y complicado".

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/madre/podria/ser/abuela/elpepusoc/20101006elpepisoc_1/Tes

Ver también

A
an0N_724431799z
7/10/10 a las :33

Me parece muy acertado.....
Es que ha puesto el dedo en la llaga de todas las ventajas e inconvenientes que existen. Y son ciertos.

A mí, por razones obvias, me pueden más las ventajas que los inconvenientes.

Pero tiene razón el autor de estas reflexiones. Yo en mi trabajo ahora soy la "mamá tranquila", porque en tres años, sólo he llevado al niño a urgencias una vez (y eso que mis compañeros son más jóvenes que yo, pero tampoco mucho más que digamos).

Y también es cierto que se es más flexible y paciente, aunque se esté un poco más desconectado de las nuevas tecnologías (no siempre).

Aparte de todo, la decisión de tener el hijo suele ser más meditada, reflexiva y consciente. No se tiene un hijo "porque toca"

Lo único que siento es que me va a tocar ser abuela un poco mayor.

A
an0N_724431799z
7/10/10 a las 10:20

Tengo poco más que añadir
Porque estoy totalmente de acuerdo con todo lo que has dicho.

Lo de la diferencia generacional también es relativo. Hay también hoy en día chicas de 25 años que parecen mi abuela en mentalidad, o por lo menos, que no las veo mucha diferencia conmigo.

Es cierto y además curioso el fenómeno que comentas de lo cortita que es ahora la infancia y lo larga que es la adolescencia. Antes no éramos adolescentes hasta casi los 14 años. Ahora ya lo son con 11, pero por contra, con 25 se creen todavía adolescentes y muy jóvenes "para todo".

Como comenté en otro post, yo he llevado al niño a urgencias una vez en 3 años. En el curro me miran como si fuera marciana.El otro día, una compañera le decía a su madre por teléfono que llevara al niño al hospi, porque tenía 39, sabiendo que era un catarro lo que tenía.
A mi siempre me ha funcionado el Apiretal, el Dalsy y los baños templaditos para bajarla. Obviamente si no lo hubiera conseguido, lo hubiera llevado.
Pero en general, la gente más joven se agobia más enseguida.

Lo que tampoco me gustan son las edades demasiado avanzadas. Esos casos de madres de 70 ó 68 me ponen la piel de gallina. No me parecen personas equilibradas mentalmente para hacer eso.

A
an0N_962559099z
7/10/10 a las 16:22

Creo que la diferencia sólo estriba en la edad del primer hijo
O incluso del segundo; porque antes las mujeres parían mientras eran fértiles, vamos, que mi bisabuela tuvo a mi abuela con cuarenta y cuatro años y mi abuela parió a su último hijo con cuarenta y dos. Nadie veia raro el asunto ni hablaba de si ese último hijo iba a crecer con padres o no, así que no veo ahora la polémica que se quiere crear con esto.

¿O sí la veo? En realidad, creo que se encuentra donde siempre: en la capacidad de la mujer de pasar de ser objeto a ser sujeto y decir "yo quiero". Mi abuela y mi bisabuela se quedaron preñadas pasados los cuarenta y nadie les preguntó si querían tener esos hijos ni les habló de los riesgos de la maternidad tardía: sencillamente no había anticonceptivos y punto. Entonces las mujeres no elegían esas cosas, se casaban a los veintipocos y parían hasta que dejaban de poder hacerlo. Pero ahora... ¡ay ahora! ahora las mujeres estudian y trabajan y planifican las cosas. Pronuncian las palabras prohibidas "yo quiero": "yo quiero terminar la carrera"; "yo quiero trabajar"; "yo quiero mejorar en mi trabajo".

Porque ¿a quién le ha preocupado nunca o ha creado polémica cuando un hombre de sesenta años tenía un hijo con una mujer de treinta? ¿Alguien venía a contarle que no vería crecer los nietos ¿O que no iba a poder jugar con él a la pelota? Dejando aparte los riesgos físicos de la maternidad tardía, que nuestras antepasadas asumían "sí o sí" y sin preguntarles y que ahora podemos elegir conscientemente y con buena ayuda médica ¿qué diferencia hay entre ser padre a los sesenta o ser madre a la misma edad? Comentaba karma abajo algo sobre ese par de casos de mujeres que tuvieron hijos a edades no ya tardías, sino avanzadas: ¿qué decir entonces del padre de Julio Iglesias, que fue padre pasados los ochenta; o de tantos actores que tienen hijos a los sesenta?

Todo son inconvenientes e historias cuando es la mujer la que elige: mirad este párrafo.

"Este psicólogo apunta otro factor que, en ocasiones, pasa inadvertido y que tampoco es tenido en cuenta, señala, por muchos ginecólogos a la hora de efectuar fecundaciones in vitro a edades avanzadas. Y es el hecho de poder amamantar al bebé, que en ciertas edades es fisiológicamente imposible. "Ese cuerpo a cuerpo del niño con la madre es fundamental para el psiquismo infantil", recuerda."

¿Qué hacemos entonces con las madres que eligen el biberón o las que no tienen otra opción por enfermedad, trabajo o lo que sea? ¿Qué hacemos con los niños dados en adopción? ¿Con los hijos de madres de alquiler o los hijos de gays? ¿Tienen irremediables consecuencias en el psiquismo infantil? Creo que un biberón puede transmitir el mismo amor.

En cuanto al tema de los abuelos, pues si los hay, los hay y si no los hay, no los hay: la sociedad cambia y las familias también. Cuando mi hija era pequeña la mayor parte de los niños de su clase eran hijos únicos, cosa que en mi clase era una auténtica rareza. Hoy en el instituto lo raro es el que tiene a los padres juntos.

Dentro de veinte años habrá muchos veinteañeros con padres sesentones: será la nueva forma de la sociedad y creo que lo único imprescindible a la hora de educar, lo único de lo que se puede y debe abusar es el amor.

A
an0N_796338799z
7/10/10 a las 16:40
En respuesta a an0N_724431799z

Tengo poco más que añadir
Porque estoy totalmente de acuerdo con todo lo que has dicho.

Lo de la diferencia generacional también es relativo. Hay también hoy en día chicas de 25 años que parecen mi abuela en mentalidad, o por lo menos, que no las veo mucha diferencia conmigo.

Es cierto y además curioso el fenómeno que comentas de lo cortita que es ahora la infancia y lo larga que es la adolescencia. Antes no éramos adolescentes hasta casi los 14 años. Ahora ya lo son con 11, pero por contra, con 25 se creen todavía adolescentes y muy jóvenes "para todo".

Como comenté en otro post, yo he llevado al niño a urgencias una vez en 3 años. En el curro me miran como si fuera marciana.El otro día, una compañera le decía a su madre por teléfono que llevara al niño al hospi, porque tenía 39, sabiendo que era un catarro lo que tenía.
A mi siempre me ha funcionado el Apiretal, el Dalsy y los baños templaditos para bajarla. Obviamente si no lo hubiera conseguido, lo hubiera llevado.
Pero en general, la gente más joven se agobia más enseguida.

Lo que tampoco me gustan son las edades demasiado avanzadas. Esos casos de madres de 70 ó 68 me ponen la piel de gallina. No me parecen personas equilibradas mentalmente para hacer eso.

Yo estoy de acuerdo con eso que dice
de que lo del salto generacional es muy relativo. Siempre recuerdo que una de mis mejores amigas en el colegio tenía unos padres "jovenes". Cuando se casaron ella ya estaba embarazada y tenían 20 años. Cuando yo nací mis padres tenían 33, es decir, hay una diferencia de 10 años. Ya he comentado alguna vez que mi madre es muy tradicional (todo lo que no es mi padre, de acuerdo), pues esta chica siempre me decía "es que tu madre es muy liberal", cosa que a mí me daba muchísima risa, pero es cierto que a ella no le dejaban hacer nada, todo estaba mal, no podía salir a ningún sitio, sólo podría llegar tarde cuando tuviera novio...

Luego también es cierto que sería cuestión individual lo de ser un poco histérica con las enfermedades. Mi mejor amiga fue madre con 26 años y tiene bastantes más dedos de frente que algunas madres de 35. Aunque no pongo en duda que, si está constatado que la mayoría no es esta... así será.

A
an0N_724431799z
7/10/10 a las 16:58
En respuesta a an0N_962559099z

Creo que la diferencia sólo estriba en la edad del primer hijo
O incluso del segundo; porque antes las mujeres parían mientras eran fértiles, vamos, que mi bisabuela tuvo a mi abuela con cuarenta y cuatro años y mi abuela parió a su último hijo con cuarenta y dos. Nadie veia raro el asunto ni hablaba de si ese último hijo iba a crecer con padres o no, así que no veo ahora la polémica que se quiere crear con esto.

¿O sí la veo? En realidad, creo que se encuentra donde siempre: en la capacidad de la mujer de pasar de ser objeto a ser sujeto y decir "yo quiero". Mi abuela y mi bisabuela se quedaron preñadas pasados los cuarenta y nadie les preguntó si querían tener esos hijos ni les habló de los riesgos de la maternidad tardía: sencillamente no había anticonceptivos y punto. Entonces las mujeres no elegían esas cosas, se casaban a los veintipocos y parían hasta que dejaban de poder hacerlo. Pero ahora... ¡ay ahora! ahora las mujeres estudian y trabajan y planifican las cosas. Pronuncian las palabras prohibidas "yo quiero": "yo quiero terminar la carrera"; "yo quiero trabajar"; "yo quiero mejorar en mi trabajo".

Porque ¿a quién le ha preocupado nunca o ha creado polémica cuando un hombre de sesenta años tenía un hijo con una mujer de treinta? ¿Alguien venía a contarle que no vería crecer los nietos ¿O que no iba a poder jugar con él a la pelota? Dejando aparte los riesgos físicos de la maternidad tardía, que nuestras antepasadas asumían "sí o sí" y sin preguntarles y que ahora podemos elegir conscientemente y con buena ayuda médica ¿qué diferencia hay entre ser padre a los sesenta o ser madre a la misma edad? Comentaba karma abajo algo sobre ese par de casos de mujeres que tuvieron hijos a edades no ya tardías, sino avanzadas: ¿qué decir entonces del padre de Julio Iglesias, que fue padre pasados los ochenta; o de tantos actores que tienen hijos a los sesenta?

Todo son inconvenientes e historias cuando es la mujer la que elige: mirad este párrafo.

"Este psicólogo apunta otro factor que, en ocasiones, pasa inadvertido y que tampoco es tenido en cuenta, señala, por muchos ginecólogos a la hora de efectuar fecundaciones in vitro a edades avanzadas. Y es el hecho de poder amamantar al bebé, que en ciertas edades es fisiológicamente imposible. "Ese cuerpo a cuerpo del niño con la madre es fundamental para el psiquismo infantil", recuerda."

¿Qué hacemos entonces con las madres que eligen el biberón o las que no tienen otra opción por enfermedad, trabajo o lo que sea? ¿Qué hacemos con los niños dados en adopción? ¿Con los hijos de madres de alquiler o los hijos de gays? ¿Tienen irremediables consecuencias en el psiquismo infantil? Creo que un biberón puede transmitir el mismo amor.

En cuanto al tema de los abuelos, pues si los hay, los hay y si no los hay, no los hay: la sociedad cambia y las familias también. Cuando mi hija era pequeña la mayor parte de los niños de su clase eran hijos únicos, cosa que en mi clase era una auténtica rareza. Hoy en el instituto lo raro es el que tiene a los padres juntos.

Dentro de veinte años habrá muchos veinteañeros con padres sesentones: será la nueva forma de la sociedad y creo que lo único imprescindible a la hora de educar, lo único de lo que se puede y debe abusar es el amor.

Sarah, yo esto no lo veo cuestión de machismo,
Es sólo un análisis de una realidad social que está aconteciendo. No creo que se quiera crear polémica con el artículo, ni sea una crítica.

Por supuesto que cuando habla de retrasar la maternidad, se refiere a la del primer hijo. Lo que has comentado que pasaba antes era cierto. De hecho hoy, en hispanoamérica por ejemplo, es relativamente frecuente que una mujer tenga 20 hijos, y que el primero de ellos lo tuviera con 15 ó 16 años y el último con 40. Han salido en los periódicos a veces casos de esos.

Hoy en día también. Hay mujeres que han empezado siendo madres en la veintena, han tenido varios hijos, y ahora en la cuarentena tienen otro. Pero eso es diferente, no es de lo que trata el artículo, que se refiere a retrasar la maternidad (no habiendo tenido antes ninguno) a edades más tardías.

A mi me parece absurdo tener un hijo con 70 años, ya sea una mujer o un hombre. Me da igual. El caso que comenté antes, tenía el agravante que la mujer era soltera, a punto de cumplir los 70 y ha muerto ya antes de que los niños cumplieran 2 años (tuvo mellizos), con lo cual ahora ha dejado a dos niños huérfanos. No sé, me parece absurdo condenar a unos niños pequeños a cuidar a una madre anciana. ¿qué se supone, que han de estar todo el día llevándola al centro de salud, a los hospitales, al centro de día o al hogar del pensionista?

El caso del padre de Julio Iglesia intuyo que no responde a un verdadero deseo de ser padre, sino de ayudar y dar un hijo a una chica que le había querido y se había casado con él, cuidándole. Supongo que a ella le haría ilusión tener hijos, y él le concedió el deseo, no hay más.

Tienes razón también en el aura de sobrenaturalidad que se le da a la lactancia materna. A mi me parece una chorrada. La lactancia materna es lo mejor , por supuestísimo, para la salud física del niño, porque le aporta las defensas que la leche de bote no puede darle. Ahora, de ahí a decir que es fundamental para la psique del niño, y que crea una conexión entre la madre y el hijo que no tendrá un niño criado a biberón, me parece una gilip0llez.
Yo le dí al niño ambas durante los dos primeros meses (tenía poca leche y no encontré a nadie que me apoyara con el tema de la lactancia), y aseguro que me sentía tan bien cuando le daba el bibe, como cuando le daba el pecho.

Yo nunca he sentido esa especie de unión psíquica con el pecho, y ese halo mágico del que hablan. Tenía unas grietas en los pezones que te pasas, me escocías a muerte, y aguanté porque era lo mejor, y lo hice con gusto. Pero vamos, que estoy segura que mi hijo sería igual ahora de lo que hubiera sido si toda la lactancia hubiera sido con pecho.
La lactancia materna, lo mejor, pero sin querer dotarla de poderes mágicos que no tiene. El amor y la complicidad con un hijo van más allá de darle el pecho.

Tema abuelos, pues creo que mi padre hubiera disfrutado mucho más de su nieto hace 20 años que ahora, en las condiciones que está. Pero vamos, que tampoco veo yo el debate. Uno se amolda a lo que hay. Tampoco ahora los abuelos van a ser vitales. Hay niños que se han criado sin padres y han salido adelante, cuanto más sin abuelos, o con abuelos más ancianos.

Yo también creo que lo importante es el amor, que suple otras carencias....

A
an0N_796338799z
7/10/10 a las 17:12

Os amplío la noticia: interesante entrevista adjunta
ENTREVISTA: SANTIAGO DEXEUS Ginecólogo
"Querer ser madre a ciertas edades es aberrante y egoísta"

Pionero en España de la fecundación in vitro -fue padre del primer bebé probeta en 1984-, Santiago Dexeus continúa a sus 75 años atendiendo en su consulta de la clínica Tres Torres de Barcelona. Con un discurso exento de estridencias pero sin tapujos, este ginecólogo defiende el derecho de toda mujer a concebir, incluso a edades avanzadas. Pero pone límites, los 50 años.

Pregunta. Dicen que usted es uno de los españoles que mejor conoce a las mujeres.

Respuesta. Nunca se llega a conocer a una persona y esto sirve para los hombres y para las mujeres. Tenemos una personalidad tan variable que la de un lunes por la noche no sirve para el martes por la mañana. Pero desde el punto de vista profesional, por supuesto. Hay dos factores. El primero es que siempre las escucho con un interés meramente profesional. Y segundo, porque siempre las he apreciado. Me han demostrado que son un sector de la población que está discriminado incluso hoy en día.

P. ¿Por qué las mujeres han ido retrasando la edad de ser madres?

R. Porque han salido de la cocina y quieren tener su vida profesional. Y también influye la crisis económica, que golpea más a las mujeres que a los hombres. Antes el esquema era: dos sueldos, canguro y compartir las tareas que conlleva un hijo. Ahora es la mujer la que renuncia al trabajo para regresar a ese esquema tradicional -mejor dicho reaccionario- de estar metida en casa.

P. ¿Qué riesgos fisiológicos comporta ese retraso?

R. La fertilidad femenina disminuye a medida que pasan los años. Pero no hay que ser tremendistas, porque una señora de 35 años tiene las mismas probabilidades que una chica de 22. Pero a partir de los 40 es posible una disminución natural de la fertilidad. Y el hecho de querer tener un hijo le provoca angustia. Todas las parejas cuando acuden a la consulta tienen una carga emocional negativa muy fuerte.

P. Pero a veces se va retrasando tanto que se llega tarde...

R. Es que ahora el hecho de tener un hijo se planifica mucho. No es como antes. Y a veces no se encuentra el momento oportuno. Hasta que no se puede aplazar más y entonces se presentan dificultades desde el punto de vista clínico. Hay que medicar y eso no es lo natural. Y si algunas pruebas fallan, aumenta la angustia. También crea angustia el no decir la verdad: hay que decir las cosas claras y si no hay solución, pues no la hay.

P. Cuando una mujer, por ejemplo de 45 años, acude a su consulta porque quiere ser madre, ¿piensa en otros condicionantes, por ejemplo que cuando el hijo sea adolescente los padres estarán jubilados?

R. No. Yo animo a las parejas a tener hijos porque pienso que la vida es muy variable. Todos tenemos fecha de caducidad y no sabemos cuándo. Ahora, si la mujer tiene 50 años ya no la aceptamos. Y ha habido casos, de mujeres de 60, que yo los considero aberrantes y totalmente absurdos. Igual estos casos esconden frustraciones o tendencias no muy recomendables para ser madres. Es una actitud egoísta.

P. ¿Le representa algún problema ético que una mujer de cierta edad quiera ser madre?

R. Cada vez menos. Con los años uno se da cuenta de que esos principios tan laboriosamente pensados en la vida chocan con la realidad y explotan. Y pueden pasar dos cosas: o la tragedia o la comedia: yo prefiero la comedia. Pero ya le he dicho que la edad máxima son los 50 años.

R
ramona_8105411
17/8/11 a las 13:25


Yo he tenido mis hijos muy joven, es más tengo 3 y aún tengo 24 años, he renunciado a gran parte de mi juventud por ser madre, pero tambíen pienso que si he tenido algunos problemas ahora, no me imagino con 40.
Eso es algo que está por supuesto en decisión de la mujer, en mi caso cuando tenga 40 mi mayor tendrá 22 .
Yo seré una cuarentona sexy y el mi yogurín acompañante.
Veo muy bien que se quiera postergar la maternidad, cada una es libre de cómo dirigir su propia vida.
Ánimo a la que quiera y a la que ya los tenga!!!

Y
yisel_6016352
17/8/11 a las 21:38

Tengo 40 años....mi opiniòn.
Creo que soy de las mayorcitas aquì, yo tengo sòlo una hija y la tuve a una edad que para mi fue excelente, casi cumplia los 30 años, si a mi me piden opiniòn, yo les dirè que la edad ideal es entre los 30 y 40 años, claro, se puede tener esa edad y no estar preparado aùn, antes de esa edad a mi se hace que uno tiene mil cosas que hacer, estudiar, viajar trabajar, formar un patrimonio etc. que si le añades hijos a esa etapa se te dificultaran mucho màs las cosas, despuès de los 30 normalmente ya todo eso se realizò, mi papà decìa algo muy cierto y que yo lo he comprobado en mi vida," la etapa màs bella de la vida es la de la juventud, y entre mas la alargue uno màs la disfrutaras", que razòn tenì, cuando uno es madre es bellisimo, pero no podemos negar que hay un mundo de obligaciones con los hijos tremendas, y la vida ya jamàs vuelve a ser igual, ya piensas primero en tus hijos y despuès en ti, ya duermes cuando tus hijos te lo permiten, te compras algo si es que te sobro cuando le compraste a tus hijos, tienes que arreglartelas para que te den permiso en tu trabajo si tu hijo se enfermò etc etc,, claro como repetì antes, es bellisimo ser madre, mi hija es el amor de mi vida, pero que responsabilidad es caramba!!!...por eso disfruten esa juventud, y haganla larga hasta los 30, de ahi sigue uno joven pero ya no tanto!!! un beso chicas.

jirafa,

R
ramona_8105411
18/8/11 a las 12:44

Buen punto.
Yo estoy en mi casa con mis hijos, y no creo que por eso deba pensar mal nadie. Yo he preferido mi vida familiar, siempre, aunque no he tenido oportunidad de labrarme una carrera ni nada por el estilo. Veo muy válidas las 2 opciones, tanto como la que quiere tener una exitosa carrera y no ser madre, como la que quiere tenerlos y cuidarlos.
Eso sí está demostrado que una maternidad tardía conlleva riesgos, pero claro eso está en la mujer que desee sobrellevarlos.

W
wenwen_9744534
18/8/11 a las 12:50

pros y contras
Yo tuve a mi hijo a los 26 años y fue una experiencia maravillosa. Sin embargo, ahora a la distancia, 10 años después veo que no estaba preparada para afrontar muchas cosas (soy mamá soltera) como el dinero y alguna madurez psicológica.
Después de 10 años me siento mucho mas preparada y capaz para tener un bebé, tengo mi pareja estable, mi trabajo fijo y mas madurez.
Besitos
Maitea

M
meryem_9397376
19/8/11 a las :06
En respuesta a ramona_8105411

Buen punto.
Yo estoy en mi casa con mis hijos, y no creo que por eso deba pensar mal nadie. Yo he preferido mi vida familiar, siempre, aunque no he tenido oportunidad de labrarme una carrera ni nada por el estilo. Veo muy válidas las 2 opciones, tanto como la que quiere tener una exitosa carrera y no ser madre, como la que quiere tenerlos y cuidarlos.
Eso sí está demostrado que una maternidad tardía conlleva riesgos, pero claro eso está en la mujer que desee sobrellevarlos.

La maternidad demasiado temprana sí que conlleva riesgos
Por debajo de los dieciocho años hay muchos más abortos espontáneos, prematuros y bebés de bajo peso.

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