Reeducación del perineo
Soy francesa y en francia despues del parto la seguridad social te cumbre 10 sesiones de reeducacion del perineo.
Aqui en españa es igual?
Alguien se ha echo reeducación del perineo despues del parto, si es que si con la seguridad social o en privado?
gracias
Ver también
No tengo ni idea
No lo he escuchado aquí, pero oye, voy a preguntar, que lo mismo entre todas hacemos algo.
Te dejo un link
que veraas muy útil, (hay que darse de alta en la web), porque recomiendan la reeducación no sólo después del parto sino durante y de por vida.
Te dejo un link
que veraas muy útil, (hay que darse de alta en la web), porque recomiendan la reeducación no sólo después del parto sino durante y de por vida.
Se te ha olvidado ponerme el link
PEQUEÑO OLVIDO DE DEJARME LE LINK A VER SI LO PUEDES PONER.
GRACIAS DE TODAS FORMAS.
UN SALUDO
Ahora con el link
Huy, disculpen, ahora lo pongo:
http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/pkg_re-gistro_principal.show_login?p_url=http://db.doyma.e-s/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.fulltext?pident-=13033810
Tendreis que apuntaros para leer el documento (buscadlo por el título). De todos modos adjunto el texto:
2 Salud Total de la Mujer 2002;4(1):2-8 10
Disfunciones del suelo pélvico: prevención durante el
embarazo
S Martínez Bustelo*, A Martínez Rodríguez* y B Rodríguez Romero*
*Profesoras Departamento de Fisioterapia. EU Fisioterapia Universidad de A Coruña. A Coruña.
PROTOCOLOS
INTRODUCCIÓN
En la actualidad el suelo pélvico sigue siendo un
desconocido para la mujer.
A pesar de que más de la mitad de la población femenina
sufre algún tipo de disfunción a este nivel1,
muchas mujeres siguen aceptando esta alteración
como una consecuencia normal del parto, de la menopausia
o asociada con la edad; la incontinencia urinaria,
el dolor durante las relaciones sexuales, las hemorroides
o el prolapso de útero, siguen siendo en
pleno siglo XXI un tema tabú en la sociedad.
El suelo pélvico está constituido por un grupo de
músculos que, en forma de hamaca invertida, soportan
los órganos pélvicos a lo largo de toda la vida de
la mujer. Sin embargo el parto y, principalmente el
peso del bebé durante los nueve meses del embarazo,
son los dos acontecimientos más dañinos para
esta región, responsables de elongaciones, desgarros
perineales, hematomas, cicatrices dolorosas, y hemorroides
a este nivel.
En la tabla 1 se relacionan las consecuencias anatómicas
(alteraciones anatómicas) y/o funcionales (alteraciones
de la función) que pueden ocurrir durante un
parto.
Si bien estas lesiones pueden recuperarse espontáneamente
en el posparto, en muchas ocasiones estas
lesiones quedan latentes y se manifiestan 2 ó 3 décadas
más tarde, debido a la asociación de otros factores,
al proceso obstétrico. Entre estos otros factores se
encuentran el déficit hormonal en la menopausia, el
aumento de peso, el tabaquismo o el propio proceso
de envejecimiento.
No en vano los estudios demuestran que el 30% de
las puérperas presentan una incontinencia de orina
por esfuerzo, resolviéndose de forma espontánea en
un 20%, mientras que el 10% restante padecerán esta
disfunción de forma permanente tras el parto2.
Para resolver esta problemática social, la solución
pasa por reeducar la musculatura del suelo pélvico en
el posparto y, sobre todo, por prevenir ya desde el
embarazo la aparición de estas disfunciones. Numerosos
estudios demuestran que, aquellas mujeres que
realizan diariamente o varias veces por semana ejercicios
del suelo pélvico durante el embarazo, tienen
significativamente menos probabilidades de padecer
una incontinencia urinaria de esfuerzo tras el parto3.
SUELO PÉLVICO: PROGRAMA DE PREVENCIÓN YA
EN EL EMBARAZO
El programa de prevención de las disfunciones del
suelo pélvico se debe iniciar ya en el embarazo. Primeramente
la mujer debe de tomar conciencia de su
periné, de la forma y estructura de su pelvis. Posteriormente
se centrará en ganar elasticidad en esta región
para permitir la gran distensión necesaria para el
paso de la cabeza fetal en la fase del expulsivo del
parto. Por último, el tercer objetivo de este programa
es adquirir un tono adecuado a nivel de los músculos
del suelo pélvico, que no solo prevendrá la aparición
de disfunciones en la gestación, sino también que
estas disfunciones se instauren y consoliden en el
posparto.
La secuencia de ejecución de este programa se
enumeran en 4 apartados, y se desarrollarían del siguiente
modo:
La mujer debe en un primer momento tomar
conciencia del suelo pélvico.
El conjunto de músculos del suelo pélvico se sitúan
en la parte inferior de la pelvis, cerrando la cavidad
abdominal y contrarrestando las hiperpresiones que
allí se generan constantemente (fig. 1).
Las funciones de estos músculos, tan importante
para la mujer, son: proporcionar control de esfínteres,
tanto uretral como anal, dar soporte a los órganos pélvicos,
contrarrestar todos los aumentos de presión
que ocurren a nivel del abdomen y pelvis, tales como
levantar pesos, estornudar, reír, toser, esfuerzos, etcétera,
aumentar la presión a nivel intravaginal, lo cual
se traduce en una mayor sensibilidad durante las relaciones
sexuales, y constituir el canal del parto, por
donde desciende el feto durante la fase expulsiva.
Además, el suelo pélvico cumple un papel activo
en el momento del parto en el que la presentación
MARTÍNEZ BUSTELO S, ET AL. DISFUNCIONES DEL SUELO PÉLVICO: PREVENCIÓN DURANTE EL EMBARAZO
11 Salud Total de la Mujer 2002;4(1):2-8 3
Tabla 1. Consecuencias del parto eutócico
Consecuencias del parto eutócico:
Consecuencias anatómicas:
Distensión ligamentaria.
Sobreestiramiento muscular.
Microlesión de esfínteres.
Consecuencias funcionales:
Apertura vulvar, colpocele leve (hernia vaginal).
Incontinencia urinaria transitoria leve.
Consecuencias de un parto distócico: debido a esfuerzos excesivos
en el expulsivo o actos yatrogénicos como la maniobra de Kristeller
incorrectamente realizada:
Consecuencias anatómicas; sobreestiramiento por encima del umbral
de elasticidad que provoca:
Desgarros perineales de grado 3 y 4.
Afectación del aparato esfinteriano.
Afectación del aparato suspensor y de sostén (distensión
y/o rotura de la fascia puborectal que asegura
el cierre vaginal, rectal y el apoyo posterior del
cuello vesical).
Desgarros del tejido conectivo.
Distensión, compresión, sección del nervio pudendo.
Consecuencias funcionales:
Dispareunia.
Incontinencia urinaria.
Prolapsos.
Síndrome doloroso: sensación de pesadez, dolor difuso
en el suelo pélvico, molestia durante las relaciones
sexuales, etc.
Alteración de la sensibilidad, síndrome doloroso, pérdida
de tono y fuerza muscular, disfunciones de órganos
pélvicos.
FIG. 2.Corte anatómico de los músculos del suelo pélvico.
FIG. 1.Diafragma
pélvico y torácico.
fetal alcanza su capa más profunda. En este momento,
el músculo elevador del ano se contrae unilateral
de forma refleja y provoca así la rotación de la cabeza
fetal.
La musculatura del suelo pélvico se distribuyen
en tres planos: superficial, medio y profundo (fig. 2).
En el plano superficial o periné podemos diferenciar
dos triángulos externamente; el periné anterior,
donde se encuentran los orificios de la vagina y uretra,
y el periné posterior, ocupado por los espacios
rectales.
A este nivel hay que señalar una región de gran relevancia,
el centro tendinoso del periné, situado entre
el ano y la horquilla vulvar y punto de inserción de
toda la musculatura más superficial. Esta zona sufre
una importante tensión en el parto cuando la cabeza
fetal sale al exterior.
Los músculos de este plano superficial son el bulvocavernoso,
el isquiocavernoso, el esfínter externo
del ano y el músculo transverso superficial (éste último
condiciona la deflexión de la cabeza del bebé en
la fase final del expulsivo).
El plano medio consta del músculo transverso profundo
y el esfínter externo de la uretra; finalmente el
plano Profundo, o músculo elevador del ano, constituido
por el músculo isquiococcigeo, ileococcigeo y
pubococcigeo (puborectal y pubovaginal).
Este último plano muscular se dispone en forma de
U, dejando orificios para el paso del ano, vagina y uretra.
Es por este motivo que resulta imprescindible un
buen tono del músculo elevador del ano para sostener
con eficacia las vísceras de esta zona.
Una vez conocida la anatomía de esta región, la
mujer debe ser capaz de contraer voluntariamente esta
MARTÍNEZ BUSTELO S, ET AL. DISFUNCIONES DEL SUELO PÉLVICO: PREVENCIÓN DURANTE EL EMBARAZO
4 Salud Total de la Mujer 2002;4(1):2-8 12
FIG. 3.Contracción del periné anterior. FIG. 4.Contracción del periné posterior.
musculatura, e incluso, de diferenciar la contracción
aislada tanto del periné anterior como del posterior.
Para ello, y con ayuda de un espejo, localizará la región
situada entre el ano y el introito vaginal; situados
dos dedos en este nivel intentará contraer esa región.
Posteriormente se situará en sedestación en una
silla, colocando una toalla doblada en forma de tubo
bajo la región perineal, (fig. 3) y realizará las siguientes
acciones; para la contracción del periné anterior:
se inclinará hacia delante con los miembros inferiores
separados y con apoyo de los antebrazos; en esta posición
la mujer contrae el suelo pélvico en un intento
de cerrar el orificio vaginal, y para su mayor comprensión
le explicamos que se trata de una acción similar
a detener el chorro de la orina.
Para realizar la contracción del periné posterior, la
mujer se situará reclinada hacia atrás y apoyada sobre
la parte más posterior de la pelvis. En esta posición
contrae el periné posterior intentando cerrar el orificio
anal (fig. 4).
Una vez que se ha tomado conciencia del suelo
pélvico, se procede a aumentar la elasticidad del
suelo pélvico por medio del masaje perineal y de las
siguientes posturas:
Posturas de elongación del suelo pélvico y de flexibilidad
de la región pélvica.
Se recomienda a la mujer que adopte durante el
máximo tiempo posible diferentes posiciones que aumenten
la elasticidad del suelo pélvico y la flexibilidad
de la articulación de la cadera, imprescindibles
para el momento del parto, como por ejemplo en sedestación
con rotación externa de cadera máxima (fig.
5), o bien en cuclillas con amplia separación de los
miembros inferiores (fig. 6).
MARTÍNEZ BUSTELO S, ET AL. DISFUNCIONES DEL SUELO PÉLVICO: PREVENCIÓN DURANTE EL EMBARAZO
13 Salud Total de la Mujer 2002;4(1):2-8 5
FIG. 5.Posición de estiramiento estático del periné. FIG. 6.Posición de estiramiento estático del periné.
Masaje perineal.
El objetivo de este tipo de masaje es aumentar la
elasticidad a nivel de la musculatura del plano superficial
del periné, puesto que es una zona de gran distensión
en el parto durante la coronación y salida de
la cabeza fetal.
Además, el masaje perineal prepara a la mujer
sobre las sensaciones de presión y tensión que va a
experimentar en el parto, y le permite aprender a relajar
esta zona en lugar de tensionarla, ya que esto último
aumentará las sensaciones de quemazón, distensión
y dolor en la zona. Asimismo, la mujer aprenderá
cómo relajarse y no contraer el periné durante las
exploraciones vaginales de rutina.
Tras varios estudios realizados se ha demostrado
que el masaje perineal realizado en las últimas semanas
de gestación a diario, reduce significativamente el
riesgo de desgarros perineales en el parto, así como
la necesidad de practicar episiotomía4.
Este masaje se realizará a diario, iniciándose en la
semana 34 de gestación.
Para su aplicación se buscará un ambiente íntimo y
privado y, tras un lavado de manos, la gestante se
sitúa cómodamente en sedestación en el suelo, sofá o
cama con apoyo posterior en la espalda. Se impregna
los pulgares y toda la entrada de la vagina con un lubricante
de base acuosa o bien con aceite de oliva, y
se introduce los pulgares 3 ó 4 cm dentro de la vagi-
MARTÍNEZ BUSTELO S, ET AL. DISFUNCIONES DEL SUELO PÉLVICO: PREVENCIÓN DURANTE EL EMBARAZO
6 Salud Total de la Mujer 2002;4(1):2-8 14
FIG. 7.Masaje perineal: técnica longitudinal.
FIG. 9.Posición de Oblinski.
FIG. 8.Masaje perineal: técnica transversal.
uretra
na, evitando siempre el meato urinario. Una vez introducidos
los pulgares, la trayectoria del masaje será
describiendo una U, siguiendo la forma tubular de la
vagina (fig. 7); realizando tracciones en forma de gancho,
presionando hacia abajo y hacia fuera en las paredes
laterales de la vagina, y en la misma dirección
en la parte inferior (horquilla vulvar) (fig. 8).
Después de una semana, la mujer percibirá ya un
aumento significativo de la flexibilidad y elasticidad.
En un tercer momento, se procede a la tonificación
del suelo pélvico.
Para potenciar las fibras tónicas del suelo pélvico
(70% del total de las fibras que lo componen), relacionadas
con la función de sostén de las vísceras pélvicas,
la embarazada realizará una pauta de 30 a 60 contracciones
por día; estas contracciones serán iguales que las
descritos anteriormente en la toma de conciencia del
suelo pélvico. En cada ejercicio se mantiene la contracción
durante 4 segundos, seguido de un tiempo de reposo
de 8 segundos. La posición de partida será en decúbito
supino, y a medida que la mujer percibe un aumento
de la fuerza de contracción, se irán adoptando
otras posiciones menos facilitadoras pero que permitirán
tonificar más todavía esta musculatura: sedestación,
posición de Oblinski, bipedestación, y cuclillas (fig. 9).
Posteriormente podemos combinar la contracción
del suelo pélvico con movimientos de retroversión
pélvica y miembros inferiores; incluimos como ejemplo
los siguientes:
Retroversión pélvica en decúbito supino con
flexión de rodilla (fig. 10).
Retroversión pélvica en decúbito supino elevando
un miembro inferior (fig. 11).
Retroversión pélvica en decúbito supino llevando
la rodilla al hombro (fig. 12).
Retroversión pélvica en decúbito supino con un
balón entre las rodillas (fig. 13).
MARTÍNEZ BUSTELO S, ET AL. DISFUNCIONES DEL SUELO PÉLVICO: PREVENCIÓN DURANTE EL EMBARAZO
15 Salud Total de la Mujer 2002;4(1):2-8 7
FIG. 11.Retroversión pélvica.
FIG. 12.Retroversión pélvica.
FIG. 13.Retroversión pélvica.
FIG. 10.Retroversión pélvica.
Todos estos ejercicios se combinarán con la respiración,
de forma que durante la retroversión pélvica
se realiza una espiración lenta por la boca, seguida de
un momento de relajación; a continuación una inspiración
lenta profunda por la nariz.
No obstante, también se debe de potenciar las fibras
fásicas, que suponen el 30% de las fibras musculares
totales del suelo pélvico, por su papel en la función
esfintérica.
Para ello la gestante realizará contracciones rápidas,
esto es, en 1 segundo de contracción del periné pero
con máxima fuerza, en cualquier momento del día, aprovechando
cualquier circunstancia como puede ser viendo
la televisión, en el coche parada en un semáforo, haciendo
cola en el supermercado, etc. llegando a asociar
la contracción con una de estas situaciones cotidianas.
Dado el elevado número de factores ya comentados
que influyen desfavorablemente sobre el suelo
pélvico, proponemos que esta toma de conciencia no
solo se lleve a cabo durante el embarazo, si no que se
mantenga de por vida como pauta prevéntica.
Por último, dentro del protocolo de fisioterapia preventiva,
incluimos la integración de la coordinación abdomino-
pélvica. Una vez alcanzado el control voluntario
de la contracción del periné, la mujer debe de
concienciarse de la importancia de la coordinación abdomino-
perineal (contracción del suelo pélvico con
cada situación que genera hiperpresión intraabdominal).
Ocurre que con cada estornudo, risa, tos, esfuerzo
o peso que levantamos, estamos generando una hiperpresión
a nivel del suelo pélvico, esto es, un aumento
del trabajo de sostén de los músculos del suelo
pélvico. Para poder contrarrestar este aumento de la
presión intraabdominal, debemos de contraer de
forma voluntaria y simultáneamente al esfuerzo, los
músculos del suelo pélvico, y evitar así la aparición de
prolapsos o la pérdida de orina.
CONCLUSIONES
Los estudios científicos han demostrado la gran relevancia
del suelo pélvico en el proceso del puerperio,
embarazo y parto, procesos en los que se generan
grandes tensiones y presiones a nivel de esta
musculatura y que pueden derivar en una incontinencia
de orina, en un prolapso, en una disfunción sexual,
etcétera. Un programa de fisioterapia preventiva durante
el embarazo, en el que las gestantes aprenden a
tomar conciencia del suelo pélvico y a contraer voluntariamente
y tonificar/elastificar la musculatura perineal,
consigue sin duda disminuir la instauración de
lesiones y disfunciones del suelo pélvico en el embarazo,
y sobre todo, su consolidación en el posparto.
Con este enfoque preventivo, conseguiremos no
solo mejorar la calidad de vida de la mujer, sino que
el suelo pélvico deje de ser la asignatura pendiente de
toda mujer.
MARTÍNEZ BUSTELO S, ET AL. DISFUNCIONES DEL SUELO PÉLVICO: PREVENCIÓN DURANTE EL EMBARAZO
8 Salud Total de la Mujer 2002;4(1):2-8 16
1. Noble E. Essential Exercises for the childbearing year. 4
ed. EE.UU.: New life images; 1995. p. 63.
2. Mouchel J. Consequences potentielles de la grossesse
et de laccouchement sur la statique pelvienne [on line].
Disponible en: http://www.reseau-naissance.com/rsn_
statique_pelvienne2000.html
3. Mason L, Glenn S, Walton I, Hughes C. The relationship
betwween ante-natal pelvic floor muscle exercises and
post-partum stress incontinence;
Ahora con el link
Huy, disculpen, ahora lo pongo:
http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/pkg_re-gistro_principal.show_login?p_url=http://db.doyma.e-s/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.fulltext?pident-=13033810
Tendreis que apuntaros para leer el documento (buscadlo por el título). De todos modos adjunto el texto: NOTA sólo es parte porqu eno me deja enviarlo todo:
2 Salud Total de la Mujer 2002;4(1):2-8 10
Disfunciones del suelo pélvico: prevención durante el
embarazo
S Martínez Bustelo*, A Martínez Rodríguez* y B Rodríguez Romero*
*Profesoras Departamento de Fisioterapia. EU Fisioterapia Universidad de A Coruña. A Coruña.
PROTOCOLOS
INTRODUCCIÓN
En la actualidad el suelo pélvico sigue siendo un
desconocido para la mujer.
A pesar de que más de la mitad de la población femenina
sufre algún tipo de disfunción a este nivel1,
muchas mujeres siguen aceptando esta alteración
como una consecuencia normal del parto, de la menopausia
o asociada con la edad; la incontinencia urinaria,
el dolor durante las relaciones sexuales, las hemorroides
o el prolapso de útero, siguen siendo en
pleno siglo XXI un tema tabú en la sociedad.
El suelo pélvico está constituido por un grupo de
músculos que, en forma de hamaca invertida, soportan
los órganos pélvicos a lo largo de toda la vida de
la mujer. Sin embargo el parto y, principalmente el
peso del bebé durante los nueve meses del embarazo,
son los dos acontecimientos más dañinos para
esta región, responsables de elongaciones, desgarros
perineales, hematomas, cicatrices dolorosas, y hemorroides
a este nivel.
En la tabla 1 se relacionan las consecuencias anatómicas
(alteraciones anatómicas) y/o funcionales (alteraciones
de la función) que pueden ocurrir durante un
parto.
Si bien estas lesiones pueden recuperarse espontáneamente
en el posparto, en muchas ocasiones estas
lesiones quedan latentes y se manifiestan 2 ó 3 décadas
más tarde, debido a la asociación de otros factores,
al proceso obstétrico. Entre estos otros factores se
encuentran el déficit hormonal en la menopausia, el
aumento de peso, el tabaquismo o el propio proceso
de envejecimiento.