Mariana Mercado: Participar en un foro sobre el aborto es una responsabilidad muy grande, pero como mujer, es mi deber opinar. Creo firmemente que sin cultura no existe libertad, y ese es precisamente el problema. Hay muchos prejuicios que impiden a las mujeres tomar decisiones como el aborto. Esta decisión ni siquiera debería de tener que ver con que exista un problema fisiológico, una situación de riesgo o una violación. Simplemente creo en la libertad de decir: No deseo tener un hijo en este momento de mi vida. Ese es el punto y el problema más grave es que parece que tenemos que justificarnos con algo que nos haga parecer buenas y justas mujeres. De lo contrario, tendríamos que cargar con varios kilos más, de los que por cierto ya cargamos, en esta sociedad machista.
Por: Mariana Mercado*
Participar en un foro sobre el aborto es una responsabilidad muy grande, pero como mujer, es mi deber opinar. Creo firmemente que sin cultura no existe libertad, y ese es precisamente el problema.
Hay muchos prejuicios que impiden a las mujeres tomar decisiones como el aborto. Esta decisión ni siquiera debería de tener que ver con que exista un problema fisiológico, una situación de riesgo o una violación. Simplemente creo en la libertad de decir: NO DESEO TENER UN HIJO EN ESTE MOMENTO DE MI VIDA.
Ese es el punto y el problema más grave es que parece que tenemos que justificarnos con algo que nos haga parecer buenas y justas mujeres. De lo contrario, tendríamos que cargar con varios kilos más, de los que por cierto ya cargamos, en esta sociedad machista.
Me pregunto algo: La mujeres que decidieron no abortar, pero sí entregar a su hijo recién nacido a una institución de beneficencia, ¿Se sintieron mejor realmente con esa solución?, ¿Creyeron que abandonar a un hijo a su suerte fue admirable desde la perspectiva de la sociedad juiciosa?, ¿No piensan si ese bebé encontró una buena familia que lo adoptara?, ¿Y si no?, ¿Y si lo tratan mal?, ¿Y después de 15 años, no cargan en la conciencia con una serie de dudas agonizantes de no saber qué pasó con ese ser humano?
Creo que esta situación es igual o peor a la que critican los prejuiciosos sobre realizarse un aborto, pues esto que me cuestiono es, desde mi perspectiva, también un aborto, pero en vida. Cualquiera de estas decisiones es igual de difícil, pero como fémina, no concibo el hecho de que una se niegue a abortar a tiempo y seguir con su vida (y quizá atender su estado emocional con terapia y llegar a aceptarlo), pero que diga SÍ a la opción del abandono.
Eso me parece horrible, porque es bien sabido que en este país muchos niños que no fueron deseados pero que sin embargo nacieron, los abandonan en vida (incluso dentro de su propia familia) y terminan siendo asesinados a golpes por sus propios padres después de haber sido víctimas de abusos de todo tipo durante años.
Creo también que el tema del aborto no debería ya, en pleno siglo XXI, entorpecer las tareas legislativas, ni mucho menos, que el estado pretenda imponer sus creencias religiosas a todos los seres que habitan este país. El aborto es un tema de salud pública y como eso debe tratarse. Proveer la información necesaria, no cuestionar las causas, respetar la libertad de credo, no intentar persuadir la decisión final con chantajes moralinos, y sobre todo, generar una cultura de respeto.
Quienes tomen una decisión como el aborto, como las que opten por el abandono en alguna institución, deben ser vistas de la misma forma. Ni una es mala ni la otra buena. Simplemente, deben ser vistas como mujeres que tomaron decisiones basadas en su libertad y están dispuestas a asumir las consecuencias, sin ser presionadas o juzgadas por la sociedad.
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