Pues yo antes de tener a mi hjo veía a mis padres más o menos cada semana, y eso que vivo en otra ciudad, pero mi marido y yo nos desplazábamos a comer con ellos los domingos.
Ahora ya no.... Hemos reducido las visitas a la mitad, o incluso menos, y las llamadas telefónicas también (antes les llamaba a diario). Es que ni da tiempo, ni apetece estar pendiente de los demás cuando tienes un nene que requiere muchísima atención y cuidados. Y cuando tiens tiempo, al menos yo, lo que quiero es descansar y pasar un rato con mi marido, no ponerme a conversar con mi padre.
He de decirte que ellos se lo han tomado u poco mal, me insisten mucho y se enfadan porque "les he dado de lado" (dicen). Pero no es así, simplemente mi vida ha cambiado mucho con mi hijo, y ya no es como antes. Y eso ellos no lo entienden.
Pero vamos, que yo lo tengo clarísimo.
Un beso