Ay, Dios mío! Qué mal lo he pasado! Ayer mi marido estaba jugando con ella y se le fue a caer, al echarle mano para que no se cayese, mi niña empezó a llorar, no sabíamos el motivo. La estuvimos observando, no paraba de llorar, y ya nos dimos cuenta de que no movía el brazo.
Corriendo nos fuimos para el ambulatorio y nos dijo que nos fuésemos para el hospital, que se le había salido el codito. Qué penita tan grande nos invadió! Sobre todo a su papá, ya que había sido jugando juntos.
En el hospital le intentaron colocar el brazo y nos mandaron para casa, porque ya empezó a moverlo, pero hoy hemos tenido que ir otra vez ya que lo movía muy poco. Nos dijo el doctor que no lo tenía bien colocado del todo, él se lo puso bien y una radiografía nos ha dejado trankilos. La pobre lloraba como una magdalena mientras se lo colocaban, pobre hija mía.
Tened mucho cuidado con los bebés, son súper delicados y frágiles. Esto nos ha servido de lección y espero que le sirva a más de una, para evitar accidentes.
Gracias por leerme, necesitaba compartir mi dolor. Besos.