Yo tuve a mi nene allí
y fue una experiencia fantastica. He tenido dos niñas antes, de la forma tradicional, y no hay comparación. El personal supercariñoso todos, el ginecologo un cielo (tengo al doctor Lebrero, para mi el mejor), y el parto en sí maravilloso. En todo momento eres tu como madre y embarazada la que es la mas importante y la que decide como quiere que sean las cosas.
Además si has visto las instalaciones ya te habras dado cuenta de lo diferente que es, no hay potro no estribos, hasta la sala de partos es acogedor, ponen musica y todo es de lo más relajado. Lo unico que siento es que no tuve mi hijo en el agua, pero tenia unas contracciones muy fuertes, de espalda, que son más fuertes de lo normal, y pedi la epidurial, y esa no te la pueden dar en la bañera, pero lo tuve en el taburete, con un espejo debajo por lo que pude verlo todo, como salia y todo. Según los medicos allí lo mas natural es parir de forma vertical, o bien en la bañera o en el taburete, donde la gravedad ayuda al niño para salir. Lo que es la forma tumbada es mas que nada por comodidad del medico.
Te lo recomiendo de toda corazón, yo volvería a parir allí mañana mismo
Annemarie y Ruben (casi dos años)