Su ph cutáneo es neutro y se va haciendo ácido progresivamente. ello implica una menor defensa frent
Si tenemos en cuenta el confort del bebé, tiene especial importancia la capacidad irritante que pueden tener los productos de higiene sobre los ojos. Debido a que el pH de la piel y de la mucosa son distintos, (en ésta última el pH oscila entre 7 y 7,4, mientras que en la piel del bebé el pH está alrededor del 5,5), nos encontramos con un dilema de difícil solución. Preparados de higiene de pH neutro fisiológico para la piel (5,5) van a producir una ligera irritación ocular,es decir, le irritarán y por ello le escocerán los ojos y aquellos formulados para disminuir ésta, tendrán un pH no adecuado para la piel. Numerosos estudios permiten afirmar que la elevación constante del pH cutáneo puede tener peores consecuencias que una ligera y eventual irritación en los ojos. Todo ello lleva a la conclusión de mantener los productos de higiene infantil en el pH idóneo para la piel (entorno al 5,5) a costa de las posibles molestias que pudieran ocasionarse por el contacto accidental del tensioactivo sobre la mucosa ocular.
Como medida de precaución, siempre es mejor diluir los productos de limpieza de la piel infantil en el agua de baño, en lugar de aplicarlos directamente sobre la esponja o la piel, para disminuir su posible capacidad irritante.
Tras el baño:
Es muy recomendable el uso de una loción o emulsión hidratante, para recuperar rápidamente la emulsión epicutánea alterada por el baño, lo ideal es utilizar sustancias hidratantes contrastadas como la glicerina o reparadoras como el dexpantenol y aceites vegetales ricos en ácidos grasos esenciales como protectores cutáneos