La familia de mi marido vive puerta con puerta, están acostumbrados a estar unos en la casa de los otros continuamente; cuando tuve a mi bebé cometí un error fatal: irme a vivir a su lado.
Ya en la clínica mi suegra monopolizaba al bebé, cuando lo tenía alguien de mi familia se ponía a su lado y le decía que no lo había cogido, así que éste último se lo cedía. Cuando volví a casa, ellos querían estar toooodos los días allí; "ayudando", estábamos tramitando una hipoteca, dormía 2 horas los días buenos, en fin, ya conoceis lo que son los cólicos... pedí paciencia y respeto por la privacidad de una familia que está naciendo a mi marido, pero él, nunca les dijo que no, en nada, hasta entonces... Les dijo que esperaran un poco a que nosotros los llamáramos porque estabamos agotados y necesitábamos tiempo para estar con nuestra nena. Mi suegra se ofendió muchísimo,"¡faltaría más que una abuela pase 3 días sin ver a la nieta!" y demás, la situación fue degenerando, mis suegros se paseaban por delante de la puerta de mi casa todos los días y llamaban a mi marido hablándole de lo rara que yo era (mi suegro sigue mirando todos los días si tengo las luces apagadas o encendidas y le siguen llamando), que ellos entendían que si uno tiene un nieto tiene que estar todos los días en su casa "para ayudar", no sabeis lo que es estar dándole pecho a tu hijo y verlos pasar, oir las lindezas que le dicen a tu marido para intentar que la pareja se rompa y todo con un angelito en medio. Lloré mucho y aunque quiero mucho a mi marido, pensé en la separación...
Hoy hemos llegado a un equilibrio, cada 15 días nos vemos, uno en nuestra casa y otro en la suya (antes de parir tenía que ir casi todos los fines de semana a su casa, siempre había una excusa y yo... sólo tenía el domingo libre a la semana y quería ver a los amigos, salir por ahí pero no, tenía hasta problemas para ver a mi familia). Lo malo es que las comidas familiares eran obligatorias siempre tenía que ir con toda la familia que viven todos juntos (menos mis cuñados que se han mantenido al margen y también está harta mi cuñada de ir a casa de mis suegros todos los finde) soy como un bicho raro, me siento muy incómoda porque aunque os lo estoy contando a vosotras yo nunca he hablado de esto con nadie de su familia, ni siquiera con mis cuñados aunque mi cuñada me ha contado que ella me critica. Total, que he decidido que iré a su casa este jueves pero a la comida del domingo le he dicho a mi marido que no voy a asistir, por cierto decir que mi marido siempre me ha apoyado pero se siente muy culpable cuando les dice que no y siempre dice Sí, también de aquí nos vienen muchos problemas, aunque yo lo quiero mucho. Así que ayer cuando le dijeron que teníamos que ir este domingo les dijo que sí y esta mañana les ha llamado para decirles que no, ahora cuando llegue de trabajar me explicará qué le han dicho.