Desde el inicio de mi embarazo, me ha tocado ir a urgencias algunas veces, ya que al ser primeriza me asusto de la mínima cosita.
En fin, algunos de los médicos me han atendido muy bien, pero otros, dicen cosas crueles que en vez de tranquilizar a la mamá y al papá, solo los preocupa más.
Por ejemplo: Me habían encontrado un hematoma (que gracias a Dios ya se desintegró), y la ginecóloga me revisó, vio que nunca tuve pérdidas, pero igualmente me dijo "no tengas muchas esperanzas, es una amenaza de aborto". Eso fue en urgencias.
A los dos o tres días fui a ver a mi obstetra, y me explicó que si bien los hematomas pueden generar un desprendimiento de placenta, depende de la ubicación y del tamaño. El mío era tan pero tan chiquito, que más que hematoma era una venita que se había roto por el crecimiento del útero. Me recetó progesterona y reposo, santo remedio.
Yo me pregunto, era necesario decirme tan bruscamente que no tuviese esperanzas? Lo que logró fue angustiarme, ya que desconocía completamente el tema y estuve tres días temblando hasta que mi doctora me vio.
Otra vez me pasó, en la primera visita al obstetra (que luego lo cambie porque no me gustó su atención), me dijo que no me alegrara tanto de estar embarazada porque "el embrión podría estar muerto".
Bien, gracias! Si bien es cierto, creo que hay formas más delicadas de decir las cosas.
A alguien le paso algo igual? Por qué será que son así? (No generalizando, sino, los médicos que suelen ser así secos y no piensan en los padres y sus sentimientos)