A mi me pasa algo parecido
Mi hija tiene 6 meses y medio, y también ha sido una nena de poco comer. Sigue con lactancia materna, y he conseguido que en desayuno y cena se tome un biberón de leche de continuación con cereales, nunca toma más de 180ml. De hecho, lo máximo que desayuna son 150ml -y no todos los días- y cena 140ml de media.
Dormida siempre ha comido mejor que despierta -desde nacimiento despierta mamaba 10 minutos de un solo pecho, y no quería más, así cada dos horas, y dormida podía mamar 15-20 minutos, e incluso en ocasiones tomaba ambos pechos-. Ahora lo máximo que mama despierta son 5 minutos, supongo que como es más grande succiona la leche con más fuerza y se llena antes.
Respecto a la comida sólida -frutas y verduras- me ha pasado lo mismo que a vosotros. No sólo odia la fruta, sino que la verdura tampoco le gusta. Llevo 15 días con la fruta, y la única manera de que se la tome es mezclada con leche y cereales, y así se toma muy poca cantidad, máximo 90ml de dicha mezcla, y después tiene que mamar.
Con la verdura, he probado incluso a darle un potito de farmacia, y fue incluso peor, no sólo no abrió la boca, sino que además si le intentaba meter la cuchara vomitaba. Hoy, de hecho, ha tomado un par de cucharadas de puré casero, y a la tercero o cuarta le han empezado a dar arcadas, así que ha mamado sus cinco minutitos.
De verdad que me he desesperado, me he sentido frustrada, además de la lógica preocupación acerca de si estaría enferma, acerca de si se desnutriría, si pararía su crecimiento, etc., me he sentido culpable por no lograr estimularla lo suficiente, por no encontrar la solución a una situación tan anómala como que mi pequeña no tuviera hambre...
Aquí en el foro he conversado con otras madres cuyos bebes han pasado por momentos parecidos, y de verás que no es tan raro como parece. Son pequeñines inapetentes, de paladar difícil. Con ellos sólo vale la paciencia, el cariño y los mimos. Que noten que aunque no quieran comer sus padres les siguen amando igual, que la comida es algo gratificante y divertido.
No he logrado resolver el problema, pero al menos estamos logrando que no tome aversión a la comida. A la hora de comer todo son sonrisas y piropos, juegos y bromas, el "avioncito", las canciones y los besos al aire son nuestra rutina. No se si tu peque efectivamente tiene intolerancia a la lactosa o a la proteína de la leche de vaca. En ese tema es mejor que lo consultes con el pediatra -sobre todo si presenta diarreas, vómitos contínuos, fiebre, etc.-, pero sí se que si queremos lograr que nuestros hijos coman algún día lo principal es tener paciencia con ellos.
Es el único consejo que os puedo dar.
Mucho ánimo y un abrazo.