Nuestra experiencia
Cuando mi hija empezó la guardería, empezaron nuestros problemas de otitis, mocos y bronquitis. Estábamos cada dos semanas con antibiótico y constantemente con mucolíticos, no terminaba de ponerse bien y la recaída era cada vez peor. Hasta que con 16 meses el otorrino nos dijo de ponerle los drenajes, que era mejor un agujerito controlado que una rotura continuada que al final no cicatriza bien, que tuviéramos en cuenta que una infección que no se cura puede causar sordera e incluso en casos muy muy graves meningitis.
Eso sí, también nos adviritió de que los drenajes no iban a evitar las otitis, sino que, cuando pillara una infección, ella se encontraría mejor, porque no tendría el moco taponando y presionando el oído. Además, se le podrían poner gotas de antibiótico y sólo en caso necesario antibiótico oral, lo cual era mucho mejor para su salud.
El caso es que, muertos de miedo, decidimos que se los pusieran. Y, oye, ha sido lo mejor: no la he vuelto a ver decaída o irritada cuando le supuran los oídos, que ya no es con tanta frecuencia porque el agujerito le sirve de ventilación y desde entonces siempre se le ha curado con unas simples gotas.
La lata son las revisiones periódicas y la precaución de que no le entre agua en los oídos, pero la nena ha ganado en calidad de vida.
Yo no voy a recomendarte que hagas una cosa o la otra, porque si hay médicos que te dicen que es pronto, seguro que ellos saben más que yo, pero a nosotros nos ha ido muy bien, y por indicación de un buen otorrino.
Espero haberte servido de ayuda.
Un saludo.