Para las que han perdido un hijo...
Niñas, no he estado nunca en su situación, pero como vi que varias de ustedes han pasado por esto, encontré algo para ustedes.
Hay un grupo de padres que se reúnen para afrontar el dolor por la pérdida de sus hijos. No están vinculados a ninguna religión, secta o institución. No hay ánimo de lucro, jerarquías, ni asesoramiento médico o psicológico. A los miembros de Renacer (93 761 30 45), que también celebran sus reuniones en Barcelona, sólo les une la voluntad de recuperarse de una pérdida que, según afirman, es lo más parecido a la propia muerte.
Así se expresaron durante el encuentro, convencidos de que el mejor modo de superar la pérdida de un hijo es compartir vivencias:
Carlos. "Los primeros días no estás en este mundo. Es un estado de shock terrible del que tienes que ir saliendo como puedes."
Juan. "Superar la pérdida exige muchas veces pasar por tres fases: en la catarsis se expresa el dolor, la rabia, la soledad, la impotencia. Después vienen las preguntas: la fase existencial, en la que te preguntas ¿por qué precisamente a mí? El objetivo es llegar a la tercera fase, la más trascendente y espiritual: la asunción del hecho".
Rosa. "En los primeros tiempos sientes un mono terrible e inexplicable por no poder tocar a tu hijo".
Fèlix. "Debes hacer todo lo posible para que salga la emoción. Si no te vacías, no te puedes volver a llenar. Hay casos de parejas que han perdido a un hijo y acaban perdiendo a los otros porque el dolor les bloquea como padres".
Juan. "Es un suceso terrible que puede destruir el núcleo familiar. La comunicación es básica, pero no hay recetas. A menudo, un cónyuge sufre más que otro y eso genera acusaciones y culpabilidad."
Carlos. "Perder a un hijo te hace buscar un sentido a la vida y si no lo haces acabas hundido. No puedes dejar que el hijo perdido se convierta en el verdugo de tu vida. Al contrario, debes hacerlo tu maestro, aunque sea difícil. El proceso no pasa por el olvido. El sufrimiento de su pérdida es una mochila que deberemos cargar toda la vida".
Juani. "Ahora valoro más las cosas. Soy más solidaria y menos materialista. Sé que no puedo vivir amargada el resto de mi vida".
Rosa. "La muerte de un hijo es lo que más se parece a la propia muerte. Es el propio dolor que, de tan intenso, te hace despertar y darte cuenta de que debes volver a vivir. La muerte de un hijo no es una enfermedad. ".
Mai. "Cuando murió mi hijo comprendí que no me iba a servir para nada la ayuda que yo he prestado como psicóloga a otros padres en estas circunstancias".
Félix. "No puedes engañarte y continuar viviendo como si nada hubiera pasado. Puedes engañar a la mente un tiempo pero el cuerpo acaba revelándose, y aparecen enfermedades psicosomáticas."
Patricio. "El tópico mensaje de las familias destrozadas nunca ofrece una salida. Hay que superar la pérdida. La muerte de un hijo no debe convertirse en una lápida para toda la familia".
ASIMILAR LA NUEVA REALIDAD
MAYKA SÁNCHEZ , Madrid
La muerte de una persona querida es el factor más estresante y, entre ellas, el duelo más terrible es la pérdida súbita de un hijo. Alrededor de un 20% de los padres no llega a superarlo nunca.
El proceso psicológico necesario para asimilar la pérdida se conoce como luto. En las situaciones de duelo, el sentimiento de pérdida es el estado afectivo predominante, explica Francisco Alonso-Fernández, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid. "En el duelo aparece pena, dolor, congoja y sensación de aniquilamiento de uno mismo. Y si se trata de la muerte de un hijo, los padres viven este acontecimiento como la pérdida de la parte central de uno mismo y como la destrucción de las perspectivas y esperanzas de futuro", añade.
Las circunstancias de la muerte y la que rodea a las personas que sufren la pérdida son los dos factores predictivos de la intensidad del duelo. Cuanto más rápida, imprevista y traumática sea la muerte, y cuanto más afecte esa pérdida a la vida diaria del sujeto, mucho mayor será el impacto emocional.
La muerte de un hijo es considerada en todas las culturas un hecho antinatural, una inversión del ciclo biológico normal, explica Alonso-Fernández.
Según este psiquiatra, en el duelo se producen diferentes fases. En la primera aparece el choque, que se acompaña de desorganización, desesperación absoluta y desestructuración del funcionamiento vital diario. Le sigue la fase de negación, de sensación de irrealidad, de falta de interés por los demás. A veces surgen también sentimientos de culpa, con pensamientos recurrentes, casi obsesivos, en relación con lo que podría haberse hecho para evitar el suceso.
"Las primeras reacciones no marcan la evolución del duelo. Hay personas que al principio tienen una respuesta emocional ligera y más tarde el duelo se cronifica. Hay otras, en cambio, que se expresan con un desahogo total, para luego ir superando el duelo más fácilmente", añade Alonso-Fernández.
Cuando las pérdidas se producen por accidentes o catástrofe, el apoyo de profesionales puede ser muy útil. "Pero tan importante", añade, "es el apoyo de todo un pueblo, como ha ocurrido en el accidente de Soria. La solidaridad y la entrega del vecindario, tanto en Soria como en Ripollet o Viladecans, han tenido que servir de gran ayuda psicológica a los padres y familiares".
Para el psiquiatra Javier García Campayo, del hospital Miguel Servet de Zaragoza, la adaptación de los padres a la nueva situación exige un tiempo de por lo menos unos seis meses, que puede prolongarse a doce e incluso más de un año en lo que se considera una fase de acomodación a la nueva realidad. "El estrés que causa la pérdida de un hijo", explica, "es tan intenso que provoca el divorcio en la mitad de los casos".
Según García Campayo, el duelo no sólo va asociado a mecanismos psicológicos, sino que también se producen reacciones biológicas y somatovegetativas. Por ejemplo, se incrementa la producción de catecolaminas, se producen alteraciones en la segregación de la hormona cortisol, que repercuten en los ritmos biológicos, y un debilitamiento del sistema inmunológico.
En el primer año del duelo aumenta el número de consultas al médico. Se incrementa también el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas. Entre los viudos mayores de 55 años aumenta también el índice de mortalidad.
Las somatizaciones más comunes son alteraciones del sueño y del apetito, vómitos, mareos, taquicardia y temblor. Los especialistas consideran que si pasados dos meses de la muerte del ser querido no se ha recuperado el apetito, el sueño y la capacidad de trabajar, es conveniente consultar al médico.
La muerte de un hijo o una hija es una de las experiencias más duras, difíciles y dolorosas que puede sufrir un ser humano.
Los padres se sienten responsables de la protección de sus hijos y, su pérdida, suele ser vivida como un fracaso y con una gran culpabilidad.
Es frecuente que la muerte de un hijo produzca tensiones y conflictos en la vida de pareja:
Dificultades para aceptar que la pareja viva la pérdida a su manera. Un miembro de la pareja puede sentir, por ejemplo, que al otro no le importa la muerte lo suficiente (quizás porque no llora o porque no quiere hablar del fallecido). A veces, la necesidad de parecer fuerte, puede interpretarse por el otro como falta de interés.
Culpar a la pareja. Es frecuente que uno de los miembros de la pareja piense que el otro es de alguna manera responsable de la muerte. Esto se puede traducir en reproches continuos o en sentimientos de impaciencia e irritabilidad hacia el otro.
Falta de sincronicidad. Puede ocurrir que la pareja no viva al mismo tiempo los momentos de mayor dolor o las recaídas. Esto puede crear la sensación de que uno siempre está inmerso en el dolor, y puede contribuir a que se eviten el uno al otro en los momentos difíciles, para no recaer en el sufrimiento.
Las relaciones sexuales. En las relaciones sexuales, puede ocurrir que las necesidades de uno incluso aumenten, mientras que las del otro disminuyan o desaparezcan. Esto puede ser fuente importante de conflictos. El hombre, en general, tiene una sexualidad más genital, y es capaz de separar el deseo sexual de su situación emotiva.
Algunas sugerencias: Convéncete que te resultará muy difícil sobrellevar esta situación solo o sola. Si no puedes aceptar que tu pareja viva y sienta la muerte a su manera, busca una o dos personas de confianza con quien compartir tu dolor. Procura mantenerte lo más unido posible a tu pareja. Poned palabras a lo que os está pasando, ayudaros mutuamente.
Los otros hermanos. La pareja puede estar tan afectada por su propio dolor, que descuide a los otros hermanos. Ellos también sufren intensamente la pérdida, se sienten culpables y pueden tener necesidad de desahogarse. Hablar del fallecido y compartir, cada uno a su estilo, el dolor por la pérdida, puede ser la mejor manera de ayudarse unos a otros y afrontar sanamente la experiencia de duelo.
Niñas, hay que ponerle toooooooooodas las ganas del mundo y vivan su pérdida con la esperanza de un mañana mejor.
Besos, cuídense.
MOre
Ver también
Hola
Pues, como sabes, yo he pasado por la muerte de mi hija y la verdad es que me siento muy identificada con todas las cosas que dice ese artículo.
Ya lo voy superando mejor y tengo más días buenos que malos, aunque aún tengo días de bajón moral y necesito llorar...
Espero empezar pronto con tratamiento para tener de nuevo la ilusión de ser madre y conseguirlo.
UN BESAZO
bucaro
Hola
Pues, como sabes, yo he pasado por la muerte de mi hija y la verdad es que me siento muy identificada con todas las cosas que dice ese artículo.
Ya lo voy superando mejor y tengo más días buenos que malos, aunque aún tengo días de bajón moral y necesito llorar...
Espero empezar pronto con tratamiento para tener de nuevo la ilusión de ser madre y conseguirlo.
UN BESAZO
bucaro
Así es....
Tú has sido ejemplo de fortaleza para todas nosotras, fue muy difícil por lo que tuviste que pasar, pero pronto vas a tener una recompensa.
Martha siempre va a vivir contigo, y será tu pedacito de esperanza para cuando vengan sus hermanitos.
Besos, cuídate
MOre
Saludos a Tito
Gracias!
En realidad, es muy util tu articulo aunque no estoy en España asisti a una reunion de padres como la que describistes en donde desahogarse era el lema! no han vuelto organizar otra reunion pero me dejo mucho aquella, sin embargo no niego que hay dias que pienso que regeso al principio..y lloro, de hecho esta semana he estado como nunca despues de la muerte de mi hijo aaron, pero poco va pasando, lo nuevo que he observado en mi es que tengo una inmensa fijansion con los hijos de los demas, al punto de llamar la atencion de los demas, ayer, por ejemplo estaba en el supermercado y me quede viendo a un niño por mas de 5 min la miga con quien fui me dijo que ya lo dejara de ver que su mama se estaba empezando a sentir incomoda...no fue intencional de mi parte ni tampoco la quize asustar pero tambien supongo que es un instinto d eproteccion de cualquier madre al ver que una extraña solo se quea inotisada viendo a su hijo!
De todas maneras, mi dia dia es una lucha...una lucha por sobrevivir...y creo que la voy a ganar...lo que si puede decirte es que no se si quedar emabarzada ya sea lo mas conveniente para mi...sin embargo lo dejo en las manos de Dios, solo el decidira si es el momento o no!
Gracias por tu compresion y enviar este interesante mensaje!
Un besos y una abrazo de
kadri
Para more
hola acabo de ver en el foro el mensaje sobre las madres que perdimos un hijo, yo soy nueva en el foro pero tambien perdi una hija, y me siento identificada con todo lo que dice el texto, es como si perdieras la propia vida, aunque tienes que renacer todos los dias, y seguir adelante aunque sea con pasitos cortos pero firmes, te surgen un monton de dudas tienes que volver a hacer una vida nueva con un grand vacio dentro y cuando piensa en el futuro te surgen m as dudas. Pues yo tengo la esperanza de volver a ser madre, a pesar de mi edad.Un abrazo hasta pronto
Estudio
¡Hola! Me llamo Jennifer y soy Antropologa Social y Cultural. En estos momentos estoy realizando una investigación que tiene por objeto a madres y padres que hayan perdido a un hijo o a una hija en cualquier circunstancia. Les agradecería que compartiesen conmigo su experiencia y así en un futuro poder ayudar a otras familias a comprender su situación a través de esta investigación. Si quieres colaborar con tu experiencia puedes mandarla a la siguiente dirección de correo electrónico: antropologa3@hotmail.com Sin duda toda información será anónima salvo que ustedes opinen lo contrario. Sí necesitaría la edad del que narra su experiencia y su sexo. Muchas gracias de antemano por su participación. Jennifer
Yo tambien.. perdi lo mejor de mi vida
HOLAS A TODAS YO SOY COLOMBIANA TENGO 26 AÑOS ERA LA MUJER MAS FELIZ DEL MUNDO CON 2 HERMOSOS HIJOS UNA PRINCESA DE 8 AÑOS Y UN BB DE 12 MESES A MI BB LE DIAGNOSTICARON LEUCEMIA Y 1 MES DESPUÉS FALLECIÓ DEBIDO A Q LA QUIMIOTERAPIA LE BAJO LAS DEFENSAS Y LE DIO NEUMONIA HA PASADO SOLO 1 MES Y SIENTO MORIR CON EL, ES UNA SENSACION TERRIBLE ME SIENTO EN UNA MONTAÑA RUSA UN RATO ESTOY BIEN Y OTRO MUY MAL EN OCASIONES SIENTO NO QUERER SEGUIR VIVIENDO Y LO PEOR CADA DIA SIENTO MIS MANOS MAS VACIAS Y EL VACIO TAN GRANDE Q SIENTO DE NO VERLO CRECER Y HACER TODAS LAS GRACIAS Q HACE UN BB A SU EDAD.