El pasado domingo 17 fuimos al Centro Comercial Vialia Málaga (Estación de RENFE) con nuestras dos hijas de 19 y 2 meses de edad. Nos sorprendió gratamente poder usar las salas de lactancia y cambiador con las que cuentan las instalaciones, a diferencia de muchos otros lugares públicos.
Sin embargo, una vez nos encontrábamos comiendo en la planta de arriba mi mujer se puso a darle el pecho a nuestra hija más pequeña. Para nuestra sorpresa se acercó un vigilante de seguridad y negando con el dedo mientras se acercaba nos indicó que eso no se podía hacer ahí, que tenían que irse a la sala de abajo. Mi mujer se negó a moverse del sitio y dejar de alimentar a nuestra hija, tras lo cuál el empleado del centro desistió.
Cuando ya nos marchábamos, pedí hablar con el responsable de seguridad. Le pregunté cuál era la política del centro con respecto a la lactancia materna y me indicó que en la calle podía hacer lo que quisiera, pero que aquello era un centro comercial. Cuando le espeté que la lactancia materna es algo natural me respondió: "puede usted mear en una de las galerías si quiere, puesto que también es algo natural". A continuación me dijo que yo podía permitirle a mi mujer lo que quisiera, pero que él jamás dejaría a la suya "enseñar sus partes en público". En todo momento se dirigió sólamente a mi, sin tan siquiera molestarse en mirar a mi señora. Vista la actitud de esta persona le pedí que me pusiera por escrito lo que me estaba
diciendo, a lo que se negó. Pedí hablar con algún responsable del centro y me dijo que tendría que ser al día siguiente en horario de oficina.
Al día siguiente me puse en contacto con la gerencia del Centro. La persona que me contestó la llamada me pidió disculpas por el lenguaje utilizado y me informó de la existencia de dichas salas de lactancia al igual que lo habían hecho los otros dos empleados. Le agradecí su información, pero le pregunté si de todas formas estaba permitido lactar en otras zonas del centro comercial. Me indicó que no podía darme una respuesta y me pidió un número de teléfono. A día de hoy no he recibido contestación alguna.
Nos parece indignante que supuestas medidas progresistas (la instalación de salas de lactancia) tan sólo sirvan para disimular actitudes propias de regímenes anteriores, pretendiendo obligar a una mujer a esconderse para hacer algo tan precioso como es amamantar a su hijo. Según la propia UNICEF, "la lactancia materna integra la familia, promueve el amor y genera cultura", sin embargo aún hoy día hay elementos que lo ven como algo oscuro y sucio.
Convocamos a todas aquellas personas que no estén de acuerdo con estas actitudes a acudir el próximo sábado 30 de junio a las 12 de la mañana a la primera planta (junto al teatro infantil) del Centro Comercial Vialia en Málaga (Estación de RENFE), con sus hijos y alimentarlos en público, como se ha hecho desde el principio de la humanidad.
Para cualquier duda o sugerencia pueden ponerse en contacto con nosotros en la dirección lmaterna@gmail.com.