A mi me hubiera gustado saber tantísimas cosas. Por ejemplo, que no todo es tan bonito, que puedes pasarlo muy mal con los síntomas (esto depende de si te toca o no, es una lotería), vomitar todo lo que entra por tu boca, dolores de espalda, dolores de cabeza, imsomnio, ascos repentinos (hasta al agua le cogí asco un par de semanas), que hay pruebas que pueden hacer que se te hunda todo (hablo del screening) y luego haber arrojado un resultado falso, que la espera hasta que vas a la eco donde oyes su corazón se hace larguísima, que la espera entre eco y eco (sobre todo al principio) es tortuosa, que hasta que sientes a tu bebé (y yo empecé a sentirlo en la semana 21) siempre estás preocupada por si estará o no estará bien, los miedos, las montañas rusas de emociones (un día ries por todo y al siguiente lloras por cualquier gilipollez), cambios de humor repentinos, las malas experiencias que puedes llevarte si algo no sale bien (y yo he pasado por eso 2 veces antes de esta, que de momento parece la buena), la discriminación que muchas mujeres sufrimos en nuestros puestos de trabajo, la poca sensibilidad de muchos médicos al decirte las cosas, el no poder comer determinados alimentos y tener que tener cuidado en la preparación de otros, las hemorroides, las estrías, la aparición repentina de acné, de más vello corporal en determinadas zonas, el estreñimiento...
En definitiva hay muchas cosas que nadie cuenta y que están ahí. Al final tienes que tomarte todos estos cambios con humor y ser consciente de que es por el embarazo, esperando que todo vuelva a la normalidad cuando éste termine. Hablar con tu pareja, con tus amigas, y sobre todo con otras embarazadas que están igual que tu, ayuda muchísimo a sobre llevar esta fase, que aunque parezca horrorosa por todo lo que te he podido poner, no deja de ser maravillosa y hace que te olvides de todo cada vez que sientes una patadita o cuando vas a una ecografía y escuchas su corazoncito mientras ves como se mueve en la pantalla. El embarazo, yo creo, que te prepara y te hace más fuerte para todo lo que viene después. Te enfrentas a miedos desconocidos y a emociones o sentimientos totalmente nuevos. Es una experiencia inolvidable, tanto para lo bueno, como para lo malo.