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REPRODUCCION ASISTIDA Riesgos de una técnica novedosa La ICSI eleva el riesgo de que los niños sufran un desarrollo con retraso moderado
PATRICIA MATEY
En 1993, la ciencia abrió un nuevo camino para las parejas que no podían tener
hijos mediante la fecundación in vitro tradicional (FIV). La técnica, conocida
como inyección intracitoplasmática (ICSI), es la última oportunidad que tienen
los padres, cuando el varón es infértil, de tener un hijo biológico. Ahora, y
tras el nacimiento de cientos de bebés concebidos mediante este procedimiento
en todo el mundo, acaba de publicarse el primer estudio que analiza cuál es el
desarrollo intelectual de estos niños y niñas en su primer año de vida. Aunque
buena parte de los niños nacidos gracias a la ICSI, concluyen los autores del
trabajo, del Royal North Shore Hospital y de la Universidad de Medicina
Pediátrica de Sydney, Australia, está sana y tiene un desarrollo normal,
existe un aumento del riesgo de que se produzca un retraso moderado en su
desarrollo al año del nacimiento, cuando se les compara con los bebés
concebidos por FIV o de forma natural.
Estos resultados son fruto de un estudio -publicado en el último The Lancet- de
seguimiento desde que se produjo el nacimiento. En él se midió el desarrollo
mental (memoria, resolución de problemas, destreza en el lenguaje) y psicomotor
de 89 niños nacidos mediante ICSI, en comparación con el de 84 infantes
concebidos mediante FIV y 80, de forma natural.
Variables que podían influir en los resultados del trabajo, como la edad de los
padres, el nivel de formación, la ocupación, el origen, la profesión tanto de
la madre como del padre y el tipo de cuidados recibidos por el niño en su
primer año, fueron tenidas en cuenta.
En el estudio se destaca que no existieron diferencias significativas entre los
tres grupos de infantes en cuanto a incidencia de malformaciones congénitas,
admisiones hospitalarias, problemas graves de salud o visitas al médico durante
el primer año de vida. Tampoco las hubo en el peso, la altura o la medida de la
circunferencia de la cabeza.
No obstante, los expertos afirman: se encontraron diferencias significativas
en el desarrollo entre los niños concebidos mediante ICSI, FIV o de forma
natural. Entre los infantes que nacieron gracias a la ICSI, hemos encontrado
una mayor incidencia de desarrollo moderadamente más retrasado en el lenguaje,
memoria y capacidad para solventar problemas.
Tanto los propios autores del trabajo, como el editorial que acompaña al
estudio, apuntan la posibilidad de que la razón de este desarrollo más bajo se
deba tanto a factores relacionados con anormalidades genéticas del esperma,
como a los asociados a la propia técnica.
Además, se insiste en que es necesario llevar a cabo un seguimiento del
desarrollo de los niños concebidos con ICSI para determinar si tienen más
riesgo de sufrir deficiencias intelectuales o dificultades de aprendizaje en el
colegio.