Lo mismo...
a mi hija también le pasó lo mismo, y yo estaba sola...me puse muy nerviosa, la niña chillando, yo chillando, la niña estirando la cabeza, yo sujetándosela...que mal lo pasé!!!
al final, viendo que no podía mas, fue corriendo a la cocina a por unas tijeras y corté la malla del parque. Pero claro, como está tirante, a raiz de hacerle el tajo, aquello se fue abriendo más y más, y pasado el susto, el parque ya nunca más sirvió, porque el agujero era tan grande que la niña entraba y salía sola.
De esto ya hace 5 años, pero os voy a contar la última que eso sí tiene TELA MARINERA....
Mi hijo mediano asustó a la gata que estaba durmiendo en el sofa muy cerca de mi hija mayor ( de 6 años). La gata pegó un salto (del susto) y sacó las uñas para no caerse, con tan mala pata que se enganchó la patita en el PENDIENTE DE MI HIJA!!!! Ahí sí casi me muero, porque chillaba mi hija, chillaba yo, chillaba la gata!!!! Menos mal que estaba mi marido, porque ese día sí se me pusieron por corbata. Cuando conseguimos separar la gata de la niña le quité los pendientes por una muy larga temporada. Y bueno, por suerte no tengo más anécdotas con pendientes, gracias a Dios. Ah!! y mis otros hijos son varones así que por el momento no llevan pendientes...