Otra constribucion
Dificultades para quedar embarazadas:
La pareja planea casarse y luego concebir a su primer hijo. Está todo fríamente calculado. Y el hijo que no llega... Hay mujeres que buscan quedar embarazadas y siguen intentando sin conseguirlo ... A pesar de que tanto ellas como sus maridos son fértiles, presentan causas psicológicas que les dificultan quedarse embarazadas.
¿Por qué a algunas parejas les resulta tan difícil concebir?
Justamente se trata de eso: del frío cálculo que no nace de un deseo genuino. La Lic. Susana Gorodkin, Psicóloga especialista en Adultos y Adolescentes, atiende a mujeres y hombres que atravesaron esta dificultad. A continuación podrás enterarte cuáles son las causas psicológicas que influyen en este problema.
¿Qué se debe hacer frente a la ansiedad por quedar embarazada?
Cuando hay una búsqueda del embarazo es normal que aparezca ansiedad e impaciencia ante la demora, la espera del mismo que está relacionada con lo que resignifica a cada uno. La imposibilidad de concebir por el momento hay que trabajarla con cuidado, hacer una consulta médica y cuidar que la mujer no se exponga a un tratamiento intrusivo cuando quizás la causa es psicológica. Si se trata de una mujer de, por ejemplo, 26 años, es recomendable esperar. Si se trata de una persona que padece de fobias y angustias de intrusión intensas, no se la puede someter a un tratamiento intrusivo.
¿A qué se debe esta dificultad para quedar embarazadas?
Luego de que el médico descarta la presencia de una causa orgánica, se indagan las causas psicológicas. En el tratamiento psicológico de mujeres con esta problemática se encuentran factores en común .
Las mujeres que presentan dificultades para la concepción suelen asemejarse por la presencia de relaciones conflictivas primarias con la madre, fallas en el sostenimiento (faltas de sostén muy primario de la madre hacia la hija), haberse sentido rechazadas por la madre durante su temprana infancia y tener, por ende, un rechazo inconsciente a la maternidad. A veces, las mujeres se lanzan a hacer un tratamiento de infertilidad, sin revisar sus factores psicológicos que interfieren en la posibilidad de quedarse embarazadas por el momento. En muchos casos no hay un genuino deseo de hijo, sino una relación de rechazo a la maternidad. También hay que diferenciar el deseo de hijo, del deseo de reafirmarse. A veces, no hay un espacio para un hijo, sino para afirmar la femineidad. Hay casos en que las madres planean: para el 2001 quiero tener un hijo y comprarme un departamento, planteándose la concepción como un desafío, como una forma de auto afirmación y afirmación de femeneidad. La madre no siempre quiere, a veces simplemente se trata de confirmar que pueden ser mujer, de confirmar la integridad de los órganos internos. Tener un hijo implica tener ganas de cuidar una vida ajena.