Tocofobia: miedo al embarazo
La palabra griega tokos significa hijo, descendencia. Por tanto, la tocofobia es el miedo patológico al embarazo. Se define científicamente como un profundo terror al embarazo y parto. Al hablar de patologías- embarazo, estamos descartando a las mujeres que libremente deciden que no quieren tener hijos por motivos personales, laborales, económicos o de otro tipo. Cuando una tocofóbica piensa en el embarazo puede sobrevenir una situación desagradable con debilidad, ganas de llorar, de gritar, náuseas, incluso pueden llegar a sufrir ataques de ansiedad.
Pero esta situación no se consideraba enfermedad hasta que fue identificada como tal en el año 2000, en una encuesta realizada por la doctora Kristina Hofberg, se reveló que una de cada seis mujeres sufría tocofobia. Anteriormente, este síndrome había recibido muy poca atención por la comunidad científica, y aún un porcentaje elevado de la población no sabe de qué se trata, a pesar de las miles de mujeres que lo padecen. Helen Mirren, por poner algún ejemplo conocido, ha revelado a la opinión pública que después de ver un documental sobre el parto en el colegio, tomó la decisión de no tener hijos. Lo mismo le ocurrió a Irene de Grecia, la hermana de la reina Sofía. Las mujeres que sufren esta enfermedad afirman que les traumatiza todo lo que tenga que ver con gestar o dar a luz un hijo.
De hecho, algunos estudios científicos han revelado que muchas de las mujeres que piden desesperadamente una cesárea, no lo hacen porque no puedan llevar a cabo un parto natural, sino porque están aterradas ante la idea. Dentro de la misma enfermedad se suelen distinguir dos grupos: tocofobias primarias y secundarias. En las primeras se encuadran las mujeres que nunca han tenido hijos, en el segundo tipo estarían las que han pasado por el proceso de la maternidad y han tenido una mala experiencia . Estas mujeres evitan desesperadamente repetir la historia, incluso tratan de convencer a sus allegadas de que no se queden embarazadas.
A pesar de que muchas de las tocofóbicas primarias pueden echar de menos los sentimientos y las emociones de tener hijos, el miedo al dolor físico o a la falta de fuerza necesaria para dar a luz, les frena ante la idea de quedarse embarazadas. En algunos casos sufren depresión porque se culpan a sí mismas de esta enfermedad que les impiden disfrutar de la maternidad, sobre todo cuando ven que sus amigas y familiares tienen hijos a los que amar y proteger.
También un porcentaje considerable de tocofóbicas tienen más miedo a la sensación de vulnerabilidad y humillación que creen que sentirán cuando estén en el paritorio exponiendo su cuerpo a un grupo de extraños. Sin embargo algunas mujeres que han tenido hijos comentan lo desinhibidas que se vuelven cuando están embarazadas. Es como si la propia naturaleza ayudara a normalizar una situación que es incómoda por definición.
Algunas de estas mujeres tienen tanto miedo al parto que deciden abortar en caso de embarazo, lo que no deja de ser paradójico, porque ponen igualmente su vida en peligro con esta intervención. En otras ocasiones llegan a perder a sus parejas si éstas están decididas a tener hijos. Ponen tanto énfasis en evitar pasar por el mal trago que no les importa dejar de lado su estabilidad emocional. Otras mienten descaradamente a sus parejas y les hablan de imposibilidad para concebir, cuando realmente están poniendo los medios para que eso ocurra un embarazo.
Las mujeres que sufren tocofobia pueden pedir consejo a un profesional de la psicología, pero lo normal es que no lo hagan para poder tener hijos sin miedo, sino para que la opción que han elegido, la de no ser madres, no les afecte en su vida personal, que no tengan remordimientos por ello: hay mujeres que tiene hijos y otras que no, tan sencillo como eso. Nadie puede ni debe convencer a nadie de que ponga en peligro su vida o su integridad física por dar a luz si esa persona no está dispuesta.
La solución para estas mujeres en el caso de querer disfrutar de la maternidad pasa por la adopción. Ser madre no es sólo una cuestión biológica, criar a un niño es algo tan emocionante y poderosamente emotivo, que tras los primeros cinco minutos de vida en común, no sabes si lo querrías más si lo hubieras parido.
Fuentes:
http://www.educasexo.com/curiosidades/tocofobia-miedo-al-embarazo.ht ml
Buen finde!
Ver también
destaco: "Nadie puede ni debe convencer a nadie de que ponga en peligro su vida o su integridad física por dar a luz si esa persona no está dispuesta".
Es perfectamente normal lo que te pasa... pero al menos vos sos consciente y te preguntas si podras sobrellevar todas las responsabilidades que acarrea tener un hijo. No, como otras que lo tienen porque si, sin medir las consecuencias...
Educar un hijo no es tarea facil...y si bien una puede tener los recursos economicos, la paciencia no se compra. Creo que hay muchas mujeres que deberian pensarlo bien, antes de convertirse en una madre golpeadora, q maltrata o descuida a sus hijos.
saludos
Me identifica este tema
tuve una depresión post parto con mi primera hija y ahora estoy embarazada y me ha venido de todo ansiedad, depresión, pensamientos obsesivos es terrible, me da miedo que nazca el bebe y que no logre dormir o tantas cosas que uno piensa, se agradece cualquier experiencia y como lo trataron, yo comenzare un tratamiento con paroxetina hoy voy por la segunda pastillita, espero todo mejore.
Gracias
muchas gracias por responder y por el dato de la pagina, mañana tengo hora nuevamente con mi psiquiatra y le dire todo todo lo que siento, realmente he buscado mucho en internet porque necesito rapidamente una solucion a esto, porque depronto siento que no podre mas, Cariños!!
La palabra griega tokos significa hijo, descendencia. Por tanto, la tocofobia es el miedo patológico al embarazo. Se define científicamente como un profundo terror al embarazo y parto. Al hablar de patologías- embarazo, estamos descartando a las mujeres que libremente deciden que no quieren tener hijos por motivos personales, laborales, económicos o de otro tipo. Cuando una tocofóbica piensa en el embarazo puede sobrevenir una situación desagradable con debilidad, ganas de llorar, de gritar, náuseas, incluso pueden llegar a sufrir ataques de ansiedad.
Pero esta situación no se consideraba enfermedad hasta que fue identificada como tal en el año 2000, en una encuesta realizada por la doctora Kristina Hofberg, se reveló que una de cada seis mujeres sufría tocofobia. Anteriormente, este síndrome había recibido muy poca atención por la comunidad científica, y aún un porcentaje elevado de la población no sabe de qué se trata, a pesar de las miles de mujeres que lo padecen. Helen Mirren, por poner algún ejemplo conocido, ha revelado a la opinión pública que después de ver un documental sobre el parto en el colegio, tomó la decisión de no tener hijos. Lo mismo le ocurrió a Irene de Grecia, la hermana de la reina Sofía. Las mujeres que sufren esta enfermedad afirman que les traumatiza todo lo que tenga que ver con gestar o dar a luz un hijo.
De hecho, algunos estudios científicos han revelado que muchas de las mujeres que piden desesperadamente una cesárea, no lo hacen porque no puedan llevar a cabo un parto natural, sino porque están aterradas ante la idea. Dentro de la misma enfermedad se suelen distinguir dos grupos: tocofobias primarias y secundarias. En las primeras se encuadran las mujeres que nunca han tenido hijos, en el segundo tipo estarían las que han pasado por el proceso de la maternidad y han tenido una mala experiencia . Estas mujeres evitan desesperadamente repetir la historia, incluso tratan de convencer a sus allegadas de que no se queden embarazadas.
A pesar de que muchas de las tocofóbicas primarias pueden echar de menos los sentimientos y las emociones de tener hijos, el miedo al dolor físico o a la falta de fuerza necesaria para dar a luz, les frena ante la idea de quedarse embarazadas. En algunos casos sufren depresión porque se culpan a sí mismas de esta enfermedad que les impiden disfrutar de la maternidad, sobre todo cuando ven que sus amigas y familiares tienen hijos a los que amar y proteger.
También un porcentaje considerable de tocofóbicas tienen más miedo a la sensación de vulnerabilidad y humillación que creen que sentirán cuando estén en el paritorio exponiendo su cuerpo a un grupo de extraños. Sin embargo algunas mujeres que han tenido hijos comentan lo desinhibidas que se vuelven cuando están embarazadas. Es como si la propia naturaleza ayudara a normalizar una situación que es incómoda por definición.
Algunas de estas mujeres tienen tanto miedo al parto que deciden abortar en caso de embarazo, lo que no deja de ser paradójico, porque ponen igualmente su vida en peligro con esta intervención. En otras ocasiones llegan a perder a sus parejas si éstas están decididas a tener hijos. Ponen tanto énfasis en evitar pasar por el mal trago que no les importa dejar de lado su estabilidad emocional. Otras mienten descaradamente a sus parejas y les hablan de imposibilidad para concebir, cuando realmente están poniendo los medios para que eso ocurra un embarazo.
Las mujeres que sufren tocofobia pueden pedir consejo a un profesional de la psicología, pero lo normal es que no lo hagan para poder tener hijos sin miedo, sino para que la opción que han elegido, la de no ser madres, no les afecte en su vida personal, que no tengan remordimientos por ello: hay mujeres que tiene hijos y otras que no, tan sencillo como eso. Nadie puede ni debe convencer a nadie de que ponga en peligro su vida o su integridad física por dar a luz si esa persona no está dispuesta.
La solución para estas mujeres en el caso de querer disfrutar de la maternidad pasa por la adopción. Ser madre no es sólo una cuestión biológica, criar a un niño es algo tan emocionante y poderosamente emotivo, que tras los primeros cinco minutos de vida en común, no sabes si lo querrías más si lo hubieras parido.
Fuentes:
http://www.educasexo.com/curiosidades/tocofobia-miedo-al-embarazo.ht ml
Buen finde!
Hola
Pienso que hay una diferencia muy grande entre elegir no tener un hijo
por que es lo que se desea y se elige como opción y tomar la elección
por miedo.
En el primer caso, la persona muy probablemente está armonizada
consigo misma, con lo que quiere, con su ideología o su meta en
la vida.
En el segundo caso, la persona se mueve entre el deseo y el miedo
y muchas veces entre los propios juicios, por no superar el miedo o
por que no puede conseguir lo que desea, al ser presa de su miedo.
No se trata de convencer a nadie, sino que la persona se sienta
bien consigo misma y con lo que desea.
Una de las cosas mas difíciles que tenemos como seres humanos
Es cuando estamos en conflicto con nosotros mismos.
Los miedos se pueden superar, y podemos tomar las decisiones que
queramos.
Un miedo es una señal de alerta o de peligro que tenemos ante cierta
situación, o ante cierto objeto.
Y nuestro cuerpo está diseñado para responder a esta alarma de peligro
buscando protegernos.
Buscar una ayuda profesional que nos permita aclarar aquello que deseamos,
armonizarnos con nosotras mismas y mejorar la calidad de vida es siempre
ideal.
Les comparto el siguiente enlace
Diana Ohana
Terapeuta online