Corazón sin nombre
Cuenta la historia que estaban en un lugar de el cielo, todos los bebés que nacerían al día siguiente, todos los bebés hermosos con el mismo brillo angelical; éstos eran cuidados por los ángeles del reino.
Dios acostumbraba visitarlos un día antes de su nacimiento. Dios entró en ese lugar a ver a los bebés, recorriendo todos los lugares, dando las mismas caricias a cada bebé, y un beso a cada uno de ellos, pero en un momento Dios tomó en sus brazos a uno de los bebés y lo empezó a arrullar en sus brazos, besó sus mejillas; era una nenita, los ángeles callaron y sólo se miraron entre sí, Dios salió de la habitación.
Los ángeles pocas veces veían a Dios tener un cariño de más con unos de sus hijos, porque tenía amor igual para todos, pero no dieron más importancia; después de unos minutos Dios volvió a entrar, fue directamente a la nenita, le susurró al oído unas palabras, la bebé sonrió, Dios la abrazó y la dejó en su cuna. Preguntó a los ángeles si todo estaba bien, ellos contestaron que si, Dios volvió a salir.
Los ángeles al observar a Dios salir miraron la bebé para ver lo especial que ésta era, pero no notaron nada raro en ella ....
Unos minutos antes de que los bebés dejaran el cielo para ir a la Tierra, Dios entró para ver su partida y para darle a cada uno su regalo: les dio dos corazones, cada uno en sus manitas, en el tenían escrito el nombre de su Padre y su Madre.
Uno de los ángeles más pequeños le preguntó a Dios por qué les regalaba dos corazones; Dios le respondió: "Este es mi regalo por que esos bebés desde su nacimiento tiene en sus manos el corazón y el amor para siempre de sus padres".
Cuando tocó el turno de la nenita que había abrazado Dios, al darle sus corazones Dios, con lágrimas en los ojos, sólo le entregó un corazón, se lo puso en su manita y Dios vio tan solo ese corazón que tomó un pedazo del suyo y lo unió al corazón solitario.
Todos los ángeles vieron esto que el Señor había hecho , ¿por qué sólo le había entregado un corazón?:
Dios todavía con lágrimas en los ojos les contestó: "Vean en el corazón que le di a ella, verán que dice solo el nombre de su madre, porque sólo ella estará a su lado en este momento y solo tendrá su amor, por eso también la abracé, la arrullé, la besé, porque no tendrá nada de eso ni el amor de su padre, pues él se lo negará; por eso también le di parte de mi corazón junto al de su madre, porque ella tendrá que darle más amor "
Cuando Dios despidió a la nenita lo hizo con una sonrisa en los labios, no más llanto en sus ojos; en ese momento escondió algo en la manita que tenía vacía la bebé, uno de los ángeles lo miró, era otro corazón, pero éste no tenía escrito nada, y le preguntó,
¿Señor, es que acaso el padre de la bebé se arrepentirá y tendrá la oportunidad de volver con ellas?, y con la sonrisa en los labios le dijo al ángel:
"No mi pequeño, ese corazón sin nombre que le di es porque a la vida de ella y de su madre llegará un hombre que las amará como hombre y como padre, les dará el amor, el cariño, el respeto que ellas necesitan y merecen... .