Hola de nuevo a todas...
...bueno, pues como veo que os interesa el tema "parto" os voy a contar cómo fue.
Justo una semana antes de cumplir, a las 12 de la noche, en mi casa, concretamente en la bañera (tenía muchísimo calor y quise refrescarme un poco) rompí aguas.
Seguro que muchas os estaréis preguntando si es fácil notar cuando se está rompiendo aguas, pues sí, porque notas como un líquido caliente entre las piernas, a mi me pillo de sorpresa y cuando miré al suelo vi un charco de un líquido transparente con algo de sangre, pues bien, sin prisa pero sin pausa, me acabe de arreglar y fui a buscar mi maleta, mi marido estaba viendo "El comisario", je,je,medio dormido, je,je,je, no veáis que salto dió cuando le dije que se vistiera que nos íbamos para el hospital, je,je,je,je,je.
Cuando llegamos a urgencias me reconocieron y me dijeron que había roto aguas pero no estaba de parto por lo que me quedaba ingresada, me subieron a monitores durante una hora y después (sobre las 2:30 de la mañana) me llevaron a una habitación que estaba vacía, la otra cama no la ocupaba nadie (dí a luz por la Seguridad Social).
En fin, que yo estaba como una rosa, je,je, no sentía nada de nada así que intenté dormir un poco, aunque no pude.
Por la mañana me volvieron a reconocer y me dijo la ginecóloga que si durante ese día y esa noche no me ponía de parto al día siguiente, a las 8 de la mañana, me empezarían a provocar el parto. No me gustó una cosa que me dijo, a mi madre menos todavía, y es que me podían estar provocando el parto 3 DÍAS ENTEROS, utilizando diversos métodos, yo, la verdad, vi que 4 días con las bolsa rota era mucho tiempo, pero me dijeron que no que ese era el protocolo a seguir, y que me irían controlando con monitores.
Gracias a Dios esa madrugada, a las 2:30 comencé con las contracciones, al principio notaba como un dolor de regla que me empezaba en los riñones y se venía para la barriga, no le di mucha importancia porque era de tanto en tanto, pero cada vez era más frecuente, cada 10 minutos, cada 7, cada 5, ahí fue cuando me levanté de la cama y me senté en el sillón porque empezó a doler cada vez un poco más, y entre mi hermana (se quedó esa noche conmigo)y yo íbamos apuntando cada cuanto me venían y cuanto me duraban, aquello era un "reloj suizo" me venían cada 3 minutos y me duraban un minuto justo, justo, justo.
Mi hermana llamó a la enfermera que nos dijo que lo hiciéramos cuando me estuvieran dando durante media hora seguida, cada 3 minutos, me llevaron a monitores y ya estaba de 3 cm., eran las 4 de la madrugada, me dijeron que ya me pasaban a paritorio, mi hermana llamó a mi marido que llegó justo cuando me estaban entrando en el paritorio.
Yo dí a luz como os he dicho por el seguro, en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, y me encantó cómo fue todo, pues una vez que ya se confirma que estás de parto te llevan a una habitación (paritorio), donde estás tú sola con tu acompañante y todo el equipo médico que te va a atender y ya de allí sales con tu hijo/a en brazos. En el Reina Sofía hay 7 habitaciones o paritorios, el mio fue el número 6.
Pues sigo, eran las 4.30, aproximadamente, y los dolores eran cada vez más fuertes, no os lo voy a negar, doler duele, sobretodo porque me venían cada 2 minutos y no tenía tiempo de recuperarme, pero eran soportables, se presentó el matrón que iba a atenderme y la enfermera, los ginecólogos no vieron hasta casi por la mañana, porque según me dijeron todo transcurría con normalidad.
Yo le decía a Felipe, el matrón, que cuando me iban a poner la epidural y me dijo que primero me tenían que poner una bolsa de suero y después ya me la pondrían, uffffff, se me hizo un poquito largo, vino la anestesista y se presentó y me estuvo haciendo algunas preguntas para el tema de la epidural, al final sobre las 5.45 me la pusieron y "se hizo la luz", no me dolía nada de nada, y los dolores desaparecieron milagrosamente, je,je,je,je....y ya todo fue maravillosamente.
Dilatando estuve hasta las 9 de la mañana, durante todo ese tiempo estuvieron observándome a mi y a mi niño, me pusieron un montón de cosas: oxitocina, paracetamol (me dio un poco de fiebre), un antibiótico para que mi niño no se contagiara cuando naciera de una ¿bacteria? que tenía, no me acuerdo cómo se llamaba, me quitaron las correas y me pusieron un "eléctrodo" por la vágina para controlar las contracciones y a mi niño, pues creían que la dilatación se me había parado, aunque al final no fue así.
Bueno, pues a las 9 de la mañana, ya estaba de 10 centímetros, me dijo la matrona que íbamos a esperar un poco más para ver si el niño bajaba, me pusiero una sonda para que el bebe tuviera más sitio para bajar.
A las 10 llegó la ginecóloga y dijo que prepararan todo que me iba a poner a empujar, ¡¡DIOS MIO!!!, qué nervios más grandes, estaba muy cansada, llevaba dos días sin dormir, y tumbada como estaba en la cama les dije que no iba a tener fuerzas para empujar, me dijo la matrona que preocupara.
"Quitaron" la mitad de la cama y la sustituyeron por un potro y a mi me levantaron la cama hasta que yo me encontré cómoda, que quedé más o menos en posición sentada, sacaron a los lados de la cama como unos estribos donde yo me tenía que agarrar cuando empujara, subí las piernas a los estribos, me colocaron una tela verde sobre la barriga y las piernas y ¡¡¡¡A EMPUJAR!!!!, a mi se me había pasado un poco el efecto de la epidural y sentía aunque no me dolía mucho cuando me venían las contracciones, así que entre la ginecóloga, el matrón y yo íbamos empujando y empujando, a mi se me hizó cortísimo y preciosísimo ese momento, al igual que a mi marido que estuvo a mi lado en todo momento.
Cuando tenía la cabeza asomando le dijeron a mi marido que mirara y él, curiosamente porque es un miedoso, lo hizo, je,je,je..cuando mi niño estaba casi fuera me dijeron que mirara yo para que acabara de verlo salir, eran las 10.25 de la mañana, del 6 de Abril, y en el momento en que nació mi hijo estaba entrando el sol a raudales por las ventanas del paritorio.
Fue un momento maravilloso, emocionantísimo y muy, muy bonito.
Lo pusieron en una especie de mesa, que estaba enfrente mio, y comenzaron a limpiarlo y a hacerle todas las cosas que suelen hacer con los recién nacios, no recuerdo que llorara al principio, y le pregunté a la ginecóloga, me dijo que todo estaba bien y que ya me hartaría de oirle llorar, efectivamente, al poco empezó a llorar y a mi se me llenó el corazón del amor más grande que he sentido en toda mi vida.
Mi marido se fue a decírselo a la familia y yo me quedé con mi niño dos horas recuperándonos y después nos llevaron a la habitación.
Recordaré siempre cuando me lo pusieron en los brazos, arrebujado en sábanas y sábanas, je,je,je, tan chiquito, tan bonito, mi niño.
Hoy cumple tres meses y es toda mi vida.
No le tengáis miedo al parto, yo estaba aterrada, y ya véis todo fue fenomenal.
Besos y suerte a todas.
Rosa y Óscar.