Nunca lo hubiese imaginado.
He leído historias de chicas que inventan estar embarazadas de quintillizos, de unas que se contradicen de un post a otro diciendo que están embarazadas de uno o dos bebés, de seis meses o tres o que han tenido el niño y aún están embarazadas... en fín, creí que había un límite.
Estaba equivocada.
El caso de Helen ha colmado el vaso e incluso lo ha desbordado.
Me imagino que a la mayoría de vosotras se os encogió el corazón cuando leísteis su historia.
Que os alegrastéis cuando contó que salían adelante los tres bebés y que llorastéis cuando dijo que su Paulita había muerto...
ME SIENTO ESTAFADA
Yo tengo trillizos, algunas me conocéis.
Mis hijos nacieron de 27 semanas y mi hijo tuvo muchísima suerte de salir adelante.
Yo viví en directo como les decían a los padres de una niña en la incubadora de enfrente de la de mi hijo, que ya no podían hacer nada por ella.
Yo ví a esa madre destrozada llorando encima del cristal de la incubadora de su niña.
Yo se lo que es visitar cada día el hospital y entrar en la uci muerta de miedo por si un día me decían a mi lo mismo.
He visto rondar la muerte alrededor de mi hijo...
Se puede jugar con eso?
Sabéis? Esta idiota que os escribe se pasó media noche en vela cuando se enteró de que helen había entrado en el quirófano de urgencia para una cesárea. Que su marido, "supuestamente", escribía desde el hospital.
Esta idiota que os escribe, lloró hablando con helen por el messenger.
Esta idiota, habló muchos días con ella midiéndo las palabras cuando helen preguntaba por mis hijos para que no se sintiera mal al haber perdido ella uno.
Y pienso que hay un límite para todo. Lo hay.
No se puede jugar con la muerte. Ninguna madre está libre de perder un hijo, y dicen, que es el peor dolor que se puede sentir. Nunca te recuperas de esa pérdida.
Así que, todas las que entrais en este o cualquier otro foro, escribiendo historias que inventais, fruto del aburrimiento o de la falta de sentimientos, pensar, que con vuestras historias, podéis hacer sufrir a gente.
Hay gente que vive de verdad esas cosas que vosotras inventáis. Hay gente que sigue vuestros consejos mal intencionados. Nunca os habéis parado a pensar las consecuencias?
Con cosas así, lo que se consigue, es que dudemos cuando aparece una persona con un caso fuera de lo normal. No es justo que nadie tenga que pagar por vuestras mentiras.
Espero, que, a lo largo de vuestra vida, no tengáis que pensar un día: "me ha castigado Dios...".
Esther.