Foro / Maternidad

Los límites de ser padres.

Última respuesta: 18 de febrero de 2004 a las 1:27
M
marame_688647
17/2/04 a las 16:49

Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti.

Puedo enseñarte muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprender.

Puedo dirigirte, pero no responsabilizarme por lo que haces.

Puedo llevarte a la Iglesia, pero no puedo obligarte a creer.

Puedo instruirte en lo malo y lo bueno, pero no puedo decidir por ti.

Puedo darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo.

Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo.

Puedo hablarte del respeto, pero no te puedo exigir que seas respetuoso.

Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo escogértelas.

Puedo educarte acerca del sexo, pero no puedo mantenerte puro.

Puedo platicarte acerca de la vida, pero no puedo edificarte una reputación.

Puedo decirte que el licor es peligroso, pero no puedo decir no por ti.

Puedo advertirte acerca de las drogas, pero no puedo evitar que las uses.

Puedo exhortarte a la necesidad de tener metas altas, pero no puedo alcanzarlas por ti.

Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero no puedo obligarte a ser bondadoso.

Puedo amonestarte en cuanto al pecado, pero no puedo hacerte una persona moral.

Puedo amarte como niño, pero no puedo colocarte en la familia de Dios.

Puedo hablarte de Jesús, pero no puedo hacer que Jesús sea tu Señor.

Puedo explicarte cómo vivir, pero no puedo darte vida eterna.

"Hay un periodo cuando los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos."

Es que los niños crecen independientemente de nosotros, como árboles murmurantes y pájaros imprudentes.

Crecen sin pedir permiso a la vida.

Crecen con una estridencia alegre y, a veces con alardeada arrogancia.

Pero no crecen todos los días, crecen de repente.

Un día se sientan cerca de ti y con una naturalidad increíble te dicen cualquier cosa que te indica que esa criatura de pañales, ya creció.

¿Cuándo creció que no lo percibiste? ¿Dónde quedaron las fiestas infantiles, el juego en la arena, los cumpleaños con payasos?

El niño crece en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil.

Ahora estas allí, en la puerta de la discoteca esperando no solo que no crezca, sino que aparezca...

Allí están muchos padres al volante esperando que salgan zumbando sobre patines, con sus cabellos largos y sueltos.

Y allí están nuestros hijos, entre hamburguesas y gaseosas en las esquinas, el uniforme de su generación y sus incómodas y pesadas mochilas en los hombros.

Allá estamos nosotros, con los cabellos canos.

Y esos son nuestros hijos, los que amamos a pesar de los golpes de los vientos, de las escasas cosechas de paz, de las malas noticias y la dictadura de las horas.

Ellos crecieron amaestrados, observando y aprendiendo con nuestros errores y nuestros aciertos. Principalmente con los errores que esperamos no se repitan.

Hay un periodo en que los padres vamos quedando huérfanos de los hijos...

ya no los buscaremos mas en las puertas de las discotecas y del cine.

Paso el tiempo del piano, el fútbol, el ballet, la natación..
.
Salieron del asiento de atrás y pasaron al volante de sus propias vidas.

Deberíamos haber ido mas junto a su cama al anochecer para oír su alma respirando conversaciones y confidencias entre las sabanas de la infancia, y a los adolescentes cubrecamas de aquellas piezas con calcomanías, posters, agendas coloridas y discos ensordecedores.


Pero crecieron sin que agotáramos con ellos todo nuestro afecto.

Al principio fueron al campo, la playa, Navidades, pascuas, piscinas y amigos. Si, había peleas en el auto por la ventana, los pedidos de chicles, la música de moda.

Después llego el tiempo en que viajar con los padres comenzó a ser un esfuerzo, un sufrimiento, no podían dejar a sus amigos y primeros enamorados.

Quedamos los padres exiliados de los hijos.

"Teníamos la soledad que siempre deseamos..."

Y nos llego el momento en que solo miramos de lejos, oramos mucho (en ese momento se nos había olvidado) para que escojan bien en la búsqueda de la felicidad y conquisten el mundo del modo menos complejo posible.

El secreto es esperar...

En cualquier momento nos darán nietos.

El nieto es la hora del cariño ocioso y la picardía no ejercida en los propios hijos.

Por eso los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable cariño.

Los nietos son la ultima oportunidad de reeditar nuestro afecto.

Por eso es necesario hacer algunas cosas adicionales,

¡¡¡¡ANTES DE QUE NUESTROS HIJOS CREZCAN!!!!

Así es. Los seres humanos solo aprendemos a ser hijos después de ser padres, solo aprendemos a ser padres después de ser abuelos...

EN FIN, PARECIERA QUE SOLO APRENDEMOS A VIVIR DESPUÉS DE QUE LA VIDA SE NOS HA PASADO...


Espero que os guste tanto como a mi, me lo envio mi madre, poko antes de tener a Héctor. En su momento dije que era una tonteria, pero he de reconocer que tiene mucha razon.
un beso

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S
sujiao_8518795
17/2/04 a las 17:23

Es precioso
ya lo estoy imprimiendo para guardarmelo para siempre,y pasarselo a mi peque en un futuro, y porfa no pongais muchas cosas de estas que me haceis llorar, y estoy currandoo!
me van a ver ...
Maria

O
oiana_6007206
17/2/04 a las 19:19

Snif snif
Jo, que cosas poneis, me haceis llorar.
Me voy a darle un besito a mi niño, q está dormido, y no quiero perderme ni un suspirito suyo

Besos

R
ramata_8162438
18/2/04 a las 1:27

Lindisimo!
Me encanto, lo voy a copiar. Gracias por ponerlo aca.
Maria

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