Me prometí que cuando todo saliera bien, lo iba a contar aquí para darle ánimo a las mujere que, como yo, lo han pasado muy mal en la búsqueda del positivo y que tantas veces me ayudaron mientras las leía en secreto.
Comenzamos a buscar el embarazo cuando yo tenía 26 años y mi marido 29, no tenía por qué demorar, los dos éramos jóvenes y a pesar de mi hipotiroidismo, mi regla siempre había sido como un reloj (27 días exactos cada ciclo).
Cuando ya llevábamos 8 meses de intentar, mi ansiedad característica empezó a aflorar.
Fuimos al ginecólogo: Esperen hasta un año de intento y vuelven.
Empecé a aprender más sobre mi ciclo y la ovulación, cuando descubrí que ovulaba más tarde de lo que pensaba (entre el 19 y 21 de cada ciclo) y dije, fase lútea corta, así no hay como.
Al cumplir el año, fuimos donde otro ginecólogo, quien dijo que no creía que tuviera fase lútea corta, así sin más, sin exámenes ni nada. Y nosotros ahí cargando con la frustración y la impotencia y además con las preguntas imprudentes de TODOS queriendo saber cuándo tendríamos un hijo (nosotros queríamos saber lo mismo)
Me hice experta en disimular con una sonrisa y responder que sería cuando tuviera que ser, sin dar mucha explicación, pero destrozada por dentro.
Tercer ginecólogo: Exámenes para mi marido, porque asumía que con mis ciclos regulares, todo estaba ok. El resultado: 100% de espermatozoides amorfos y muy poca cantidad, teratozoospermia severa, el gine recomendó intentar con una ICSI, de lo contrario siempre podríamos adoptar, éramos una pareja jóven y profesionales, no tendríamos problemas para adoptar un niño.
El mundo se caía a mis pies, recuerdo no ser capaz de hablar ni comer, tenía un nudo en la garganta constante. A mis 27 años me estaban diciendo que no podría ser mamá, no biológicamente al menos.
A la vez que investigaba sobre la adopción, me recomendaron a un ginecólogo experto en infertilidad, recuerdo que cuando entramos a la consulta con mi marido, no fuimos capaces de hablar, sólo le entregamos los exámenes y él nos mira y nos dice: olvídense de esto, esta es una foto de un momento, no significa nada. Vamos a repetir los exámenes en 1 mes más y si se vuelve a repetir el resultado, podemos pensar en una inseminación artificial.
La cosa es que pasó el mes y la regla no llegó. Lo habíamos conseguido!! Después de el hipotiroidismo, la teratozoospermia severa y la recomendación de INTENTAR con una ICSI antes de empezar el papeleo de la adopción.
Llegamos felices y ansiosos a la primera ecografía, 7 semanas. Mi marido ve la imagen en la pantalla y dice: se parece a mi! jajaja, nos reímos los dos. El doctor (que no era el nuestro) nos mira y dice: Eso no es un bebé, es un trofoblastoma y no hay latido. De todas formas recomendó esperar unas semanas más y repetir.
A la semana 10 comenzó el sangrado...y el dolor, el dolor físico era impresionante, pero la angustia fue mucho mayor, lloramos tanto. (y otra vez volvían los pensamientos de la ICSI y todo lo demás)
Nuevamante estábamos donde mismo, 1 año y medio intentando, con un legrado de por medio y mucha mucha tristeza.
Decidimos gastar los ahorros en un viaje, lo merecíamos, lo habíamos pasado muy, muy mal y necesitábamos un descanso de todo el sufrimiento.
Pasó una semana de haber comprado los pasajes, llegó la regla, pero extraña. Duró 3 días, sangrando sólo al limpiarme. Estaba embarazada otra vez, sólo habían pasado 2 meses de la pérdida.
Con mucho miedo fuimos a la primera ecografía, esta vez, si había latido.
Hoy tenemos una preciosa niña de 2 años.
y pienso cuando es que sucederá pero acá esperando 
