Hola a todas!!! Ya estamos en casaaaaaaaa!!! Y os cuento mi parto
Empecé con contracciones algo irregulares y poco dolorosas la noche del miércoles 2 al jueves 3, conforme fueron pasando las horas las contracciones venían e iban pero nunca pararon del todo, el viernes ya empezaron a ser algo mas molestas pero el criterio médico era que aquello no era un principio de parto ni por asomo.
El viernes por la tarde a las siete mas o menos empezaron a ser otra vez mas seguidas así que a las 7:30 empecé a controlarlas; seguían siendo irregulares porque lo mismo me daban cada dos minutos que cada 10 pero ya eran algo dolorosas.
A cosa de las diez y media decidimos que mejor nos íbamos para el hospital, a las 11 me pusieron en monitores y después de mas de una hora me dijeron (para variar) que aquello no era parto ni mucho menos pero que me dejaban ingresada en planta esa noche por si acaso.
No sé a qué hora llegamos a la habitación pero calculo que al menos serían la una de la mañana, intenté dormir pero cada vez me sentía mas rara, tenía el estómago revuelto y las contracciones parecían algo mas dolorosas y seguidas; a las tres menos algo empecé a anotarlas otra vez porque ya aquello tenía una pinta sospechosa, ya eran cada 4 o 5 minutos y un poquito menos soportables; no me dio tiempo de anotar muchas porque a las 3.30 estando sentada al filo de la cama rompí aguas uuuuuuuups! Ahora sí que sí, ya no hay vuelta atrás, Nerea venía en camino
A partir de ahí todo fue súper rápido, llegamos a dilatación y ya estaba de 2cm, las contracciones empezaron a ser muuuuuuuuuuuy seguidas y bastante dolorosas, casi no me daba tiempo a reponerme entre una y otra y yo decía ¡La epidural, la epidural!, ¿cuánto me queda ya para la epidural??? Al muy poquito ya estaba de 4 y llamaron para que me preparasen el quirófano. Entretanto el inútil del ginecólogo (al que veía por primera vez porque era una magnífica matrona la que me estaba atendiendo) explicándome cómo me iban a poner la epidural, y yo que no podía matarlo porque no me podía mover de la cama: ¡Pero cállate ya y llévame!!! Si no te estoy ni escuchando so bestia ¿no te das cuenta? (eso lo pensaba, eh? No lo decía, jajaja) A las 4.30 mas o menos me llevaron a quirófano y me pusieron por fin la anestesia, a partir de ahí todo fue precioso
Volvieron a llevarme a dilatación, como estaba solita mi marido entró y estuvo conmigo todo el rato, la matrona nos dejaba a ratos solos pero cada dos por tres estaba allí viéndome, el anestesista también vino a ver cómo estaba, ya no me dolía nada y el momento cada vez mas cerca (todavía me emociono al recordarlo); entre el silencio de la noche, el cariño de la matrona, la tranquilidad de estar solitos se respiraba tanta tranquilidad En el gráfico se veía cómo las contracciones iban viento en popa y cómo mi Nerea trabajaba como una campeona y con todas sus fuerzas para venir a este mundo.
Entonces empecé a tener ganas de empujar, estaba dilatada completamente, solo que la niña estaba mirando al techo y tenía que dar toda la vuelta, la matrona decía que algunos niños no se giran pero que ella estaba intentándolo con mucho ahínco y que creía que lo conseguiría y así fue, aunque aquello alargó un poquito mas ese momento.
Antes de que pudiese hacerme a la idea ¡Venga! a paritorios. ¡Y qué bonitooooooo! Podía sentirlo todo y estábamos los dos solos con la matrona, y allí estalló como una magia extraña: Mi marido me besaba, me animaba, me ayudaba a levantarme para empujar mi niña iba saliendo y yo la iba sintiendo, poquito a poco, sacando su preciosa cabecita, notaba cuándo tenía que empujar, cuando no, todo Las dos estábamos como sincronizadas.
A las 6.50 mas o menos salió su cabecita, tenía una vuelta de cordón que la súper-matrona cortó con mucho cariño, yo aguantaba para no empujar, y a las 6.55 del sábado 5 de septiembre por fin salió su cuerpecito y se oyó esa música tan bonita que es el llanto de un bebé que llega a la vida.
Me la pusieron encima con toda su grasita y en menos de un minuto estaba buscando el pecho al que se cogió de inmediato allí mismo jajajaaja! Tuvieron que esperar a que terminara de comer para mirarla, pesarla, ponerle las vacunas, etc Luego se la dieron a mi marido que le contó su primer cuento mientras a mí me cosían y en ese mismo momento pensé ¡Ya somos cuatro! y me sentí tan feliz
En fin chicas, como veis un parto muy rapidito y muy bueno, aparte un recuerdo precioso e imborrable para toda la vida.
Muchos besos a todas!!!
Verónica & Nerea (3 días de vida)