Hola chicas,
disculpad el retraso, pero he estado liadísima para escribir, además quería contaros como nació mi hija con detalles: Malena llegó al mundo el 23 de Octubre a las 2 de la manana, en Frankfurt, un dia antes de mi fpp. Fue un parto larguísimo, unas 30 horas, que al final acabó en cesarea por incompatibilidad de tamano entre mi pelvis y la cabeza de la nena.
El martes 21 rompí aguas en casa a las 17:30. El agua iba saliendo poco a poco y era transparente. Avisé a mi marido, nos preparamos y salimos para el hospital, los dos bastante nerviosos y muy contentos pensando que al fin íbamos a conocer a nuestra hija. Cuando llegamos me hicieron una revisión. Resultado 0 cm de dilatación y contracciones muy flojitas, asi que me ingresaron en la sección "pre natal" y ya me avisaron de que iba para largo. Las enfermeras de planta majísimas, nos dieron una habitación doble para que mi marido pudiera pasar la noche conmigo. Nos fuimos a cenar y despues estuvimos viendo la tele en la habitación. Empecé a tener contraciones más fuertes, cada 3-5 minutos. A las 12 mi marido se durmió, y yo me propuse aguantar hasta las 4 las contracciones, pasenado de un lado a otro de la habitación, pera hacia las dos de la noche me resultaban insoportables, asi que desperté a mi marido y llamamos a las enfermeras. Me vistieron con el camisón del hospital y nos mandaron a la sección de partos.
Al llegar me hicieron otra exploración y, sorpresa, había dilatado tres centímetros. Ahi ya me preguntaron si quería ponerme la epidural. Yo tenía en principio la idea de intentar el parto del modo más natural posible, pero viendo lo lento que iba y lo dolorosas que eran las contracciones, decidí ponerme la epidural. Me pasaron a una sala de dilatación, donde esperé hasta dilatar 4 cm. Pedí un enema. La anestesista vino a hablar conmigo y a explicarme los riesgos de la epidural. A las 6 de la manana ya había dilatado lo suficiente para ponérmela, asi que pasamos al paritorio y comenzó casi la peor parte del parto, porque les costó muchísimo acertar con la epidural, funcionó al tercer intento y a mi se me puso un mal cuerpo terrible de estar encojida y con contracciones tan fuertes, asi que nada más ponérmela, vomité todo lo que llevaba en el estómago.
A partir de aqui empezó la parte "relajada" del parto. Gracias a la epidural dejé de sentir dolor, incluso me pude dormir un rato. Mi marido se fue a desayunar, vino una amiga a verme, pasó el cambio de turno, asi que el nuevo equipo (enfermera, matrona, anestesista y médico) vinieron a presentarse. Como iba dilantando muuuuy despacio (1 cm cada dos horas) me dieron un remedio homeopático para intentar acelerarlo y despues un gotero de oxitocina. El dia lo pasamos avanzando lentamente, de cm en cm. Al fin, sobre las 8 de la tarde, llegué a los 10 cm de dilatación.
Y aqui comenzó la parte más extrana del parto, porque de repente, no pasó nada. El parto se paró. Yo no sentía nada, ni ganas de empujar, ni contracciones... tras un tacto me dijeron que la nina tenía que girarse un poquito, que tenía la cabeza muy grande y no podía pasar en esa posición, asi que empecé a cambiar de posición y tumbarme unos 10 minutos de cada lado, sin resultado. Hacia las 12 de la noche se me pasó el efecto de la epidural en el lado izquierdo del cuerpo y empecé a sentir dolores muy fuertes. Llevaba más de 24 horas de parto y estaba agotada, asi que llamamos al médico y este me mandó empezar a empujar. Me dijo que iba a intentar girar al bebé con forceps. Hice un par de intentos, pero no había manera, no sentía contracciones, sino un dolor contínuo muy intenso, asi que tampoco sabía exactamente cuando debía de empujar. Tras una media hora empujando, el médico me dijo que lo mejor sería hacer una cesárea, que la cabeza del bebé era muy grande y que no avanzaba. Ahi me vine abajo y empecé a llorar de rabia, por todas las horas de parto y por todo el cansancio. No hacía más que repetir que podíamos haber empezado por ahi y que la próxima vez optaría por una cesárea programada. El médico alucinaba. Al final me calmé y acepté, en 10 minutos estabamos en la sala de operaciones y 5 minutos más tarde nacía nuestra hija, con 4 kilos, 53 cm y 37 cm de circunferencia craneal. Mi marido pudo estar en la cesárea y la cogió en brazos nada más nacer.
El resto fue una semana de recuperación en el hospital, el día despues muy fastidiada por la cicatriz, pero a partir de ahi muy bien. La lactancia ha funcionado de maravilla, la nina se porta medianamente bien, nos ha dado alguna mala noche, lo normal de un recién nacido, supongo y es preciosa, está para comérsela.
Pensando en el parto, a posteriori, ya no siento esa rabia que sentí cuando me dijeron que tenía que ser una cesárea. Creo que fue la mejor opción, no quiero ni imaginarme como habría sido el expulsivo con un bebé tan grande. Y lo más importante es que tanto mi hija como yo estamos bien. Tuve la suerte de contar con un equipo médico (con varios, en realidad, porque pasamos por varios turnos) estupendo, todos amabilísimos y muy competentes, que nos hizo sentir en todo momento en buenas manos.
Intentaré escribir más a menudo, espero que esteis todas bien, suerte en vuestros embarazos. Un abrazo,
Maria
