Hola niñas, como ya saben que soy muy curiosa, en mis ratos libres trato de encontrar algo para ustedes.
Espero que les sirva de algo en esos momentos en los que sentimos que se nos viene el mundo encima.
Lo encontré en una página.
La infertilidad y la relación de pareja.
Cuando una pareja no ha sido capaz de concebir
un hijo después de haberlo intentado durante un año, deciden recurrir a la ayuda médica. Los exámenes médicos y los tratamientos resultantes, alivian a menudo el estrés causado por la situación, ya que hay posibilidad de descubrir la causa de la esterilidad y se espera que sea tratada. Toda esta situación origina fuertes emociones que hacen que la pareja se haga preguntas: ¿por qué nos ocurre esto a nosotros?, ¿qué anda mal en mi que no puedo quedarme embarazada?, ¿podremos ser padres alguna vez?, ¿qué tipo de tratamiento podremos llevar a cabo?. Es importante experimentar y aceptar todas estas emociones, como parte de la vida en pareja. Conociendo cual es la situación y las opciones de tratamiento, se facilitan las decisiones a tomar. Los deseos de la pareja son escuchados cuidadosamente durante el tratamiento. No es necesario tomar decisiones apresuradas, sino de forma sosegada. Por otro lado, la pareja dispone de todas las facilidades para comenzar el tratamiento en el momento en que lo decidan.
Recursos psicológicos.
Las mujeres a menudo disponen de personas allegadas con las cuales, hablar de esta difícil situación, y de sus emociones. Pero este no es siempre el caso, ya que algunas parejas no desean dar a conocer su problema de fertilidad. Algunas deciden afrontar este sentimiento de frustración, mediante diversos hobbies, su trabajo. Al realizar el tratamiento de infertilidad se le ofrece a la pareja la esperanza de ser capaz de tener un hijo. Pero, ¿sucederá al primer intento?, ¿será un tratamiento físicamente doloroso?, ¿cuánto tiempo de tratamiento será capaz de soportar la pareja?. No hay respuesta directa para estas preguntas. Mientras dure la incertidumbre, podría encontrarse consuelo, por ejemplo, informándose en este tema, o dándole importancia a otros aspectos de la vida. Muchos hombres tienen también su propio círculo social, aunque en ocasiones es difícil dar a conocer el problema dentro de ese circulo. Aunque no es fácil hablar del tema, la infertilidad es cada vez un problema más frecuente y muchos se sorprenderían de las revelaciones realizadas por miembros de su ambiente mas próximo, una vez que han tenido el coraje de exponer su problema. La infertilidad masculina está a menudo relacionada con cuestiones de hombría. ¿Qué tipo de hombre soy?, ¿cómo es mi esperma?. Por otro lado está la preocupación por su esposa ya que es ella la que es sometida a la mayor parte de los exámenes médicos y al tratamiento. La participación de ambos, y la seguridad de que el tratamiento comenzará y la
situación por tanto ha de cambiar , sirve de gran ayuda.
Infertilidad y la pareja
La infertilidad crea cambios en la relación de pareja. La pareja podría experimentar sentimientos de cólera y culpa, pero al mismo tiempo dolor y esperanza. Sobrevivir a la crisis de infertilidad, aumentará la confianza y la proximidad de la pareja. La experiencia es algo compartido. Algunas parejas se dan cuenta de que en este proceso han sido capaces de discutir problemas que nunca antes habían afrontado, pero que siempre habían existido. Algunas veces hablar de los sentimientos con la pareja no es suficiente. Por lo que también puede ayudar hablar con amigos, familiares a cerca del problema aunque esto no siempre es posible.
La infertilidad podría estar fuertemente asociada con hacer niños, siendo una expresión importante de sexualidad. Esto significa que la sexualidad, siendo algo propio personal e íntimo pasa a ser un centro de atención. Aparecen cuestiones a cerca de la maternidad, la paternidad. El sexo puede hacerse una rutina mecánica, y programada de acuerdo con el mejor momento para concebir. Pero también hay muchos aspectos de la sexualidad que pueden mejorar , durante el tratamiento y los exámenes de fertilidad. El sexo tiene ahora distintos significados. El sexo programado en un determinado momento, sirve también para dar solución al problema de infertilidad. La sexualidad por otro lado está directamente relacionado con el placer, y no ha de servir a un propósito concreto. Preservar el amor, la sexualidad e incluso el buen estado de ánimo, durante el tratamiento, mejora el bienestar de la pareja. El pensamiento de que esto es solo un momento difícil en la vida de la pareja, pero que tendrá solución de un modo u otro también ayuda. La vida sigue tanto durante el tratamiento como después de él. Y como resultado del tratamiento puede que haya un nuevo miembro en la familia, un bebé. Siempre merece la pena hacer un esfuerzo para salvaguardar la relación de pareja. Compartir las emociones con la pareja abrirá nuevos campos en el conocimiento y entendimiento de la misma, y también como individuo.
Niñas, lo que a menudo pensamos que está enfriando nuestra relación, en realidad deberíamos tomarlo como lo que más nos está uniendo en ese gran deseo de tener un bebé.
besitos, cuídense.
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