ya os comenté el día 16 que salía de cuentas que había ido a monitores y el gine me había despegado las membranas para que me pusiera de parto... pues después de pasar el 16 con contracciones leves, y con miedo por si estaba de parto y no me enteraba... pues me fui a dormir. Me desperté varias veces con dolores fuertes, hasta que ya a las 5,30 de la mañana me levanté para empezar a controlar las contracciones. A las que tengáis dudas de si las váis a reconocer, no os preocupéis porque se reconocen. Total, que tenía contracciones cada 10 minutos. Aguanté hasta las 7,30 en que ya las tenía cada 4 minutos (las tenía cada 8, me dí una ducha y al salir ya eran cada 4 minutos) clavados como un reloj, vamos que no hay duda... Ingresé en el hospital a las 8, me dijeron que ya estaba dilatada 4 cm, y que si quería la epidural. Yo había tenido bastantes dudas con este tema, pero firmé la autorización y dije que en principio sí, aunque hasta ese momento, la verdad es que el dolor era soportable. Me llevaron a dilatar, no me rasuran, no enema, pero sí goteros, y de repente, empiezo a notar contracciones superfuertes, y tan seguidas que no me daba tiempo a recuperarme, y le digo a mi marido: mira los goteros porque a mí me han puesto algo. Efectivamente, el gotero de suero no era suero a secas, llevaba oxitocina. Pues a partir de ahí, hasta los 7 cm que me pusieron finalmente la epidural, flipé en colores! No sabía como ponerme, no podía levantarme porque estaba monitorizada, no me daba tiempo a recuperarme entre contracción y contracción... mientras que me ponían la epidural tuve 5 contracciones y todavía no sé cómo logré estarme quieta! Eso sí, a partir de ahora os digo BENDITA EPIDURAL! el anestesista se empeñó en contarme todos los inconvenientes antes de ponérmela, pero es que en ese momento habría firmado por cualquiera de ellos!
Y a partir de ahí, pues todo muy bien. Seguí dilatando superrápido, y después de un expulsivo de 20 minutos, tenía a Pablo conmigo a las 10:45. Creo que he batido los records de primeriza, pero eso sí, se encargaron de q no me quedara otra opción poniéndome la oxitocina...
El expulsivo aunque no me dolió nada fue un poco duro porque Pablo no venía bien colocado y lo tuvieron que rotar con un kiwi, y a mí se me pusieron encima para empujar y ayudarle a salir, así que nació con cabeza de melón. Yo misma lo saqué con mis manos y me lo puse encima (y mira que soy asquerosa y aprensiva normalmente) y me puse a llorar porque no me lo podía creer que todo hubiera ido tan rápido y tan bien...Solo 3 puntos, aunque me molestan bastante...
La parte negativa es que después de tenerle todo el primer día conmigo, agarrado al pecho al natural a pesar de mis pezones invertidos (solo deciros que ya me ha subido leche y he tenido que utilizar gasas para no manchar la ropa), hoy se lo han llevado a observación y a hacerle pruebas porque están preocupados de que le haya pasado algo en el cráneo por utilizar la ventosa. Ahora nos acaban de confirmar que todas las pruebas han salido bien, y que en principio nos lo devolverán mañana, pero no os podéis imaginar todo lo que he llorado hoy, lo que se puede querer a un bebé con el que no has estado ni 24 horas...
Además las enfermeras le están metiendo biberones, porque claro, solo me dejan subir cada 3 horas a darle el pecho, y aunque tengo leche, como mucho me saca 10 ml en la media hora que me dejan estar, que para ser el segundo día es mucho, pero claro, a ellas les parece poco y como no me dejan ir más a menudo... espero que cuando me lo devuelvan se siga agarrando bien, porque lo que es cierto es que ya mama con menos interés que ayer... Cuando llora la bebé de la mami con la que comparto habitación a mí se me sale la leche, y me da una pena...
Y nada, aquí sigo en el hospital, ya os seguiré contando, aunque espero no tener tiempo porque me hayan devuelto a Pablito! por cierto, después de tanto rollo con el peso, que si era grande, que si bla bla, pesó 3,700 que no está mal, pero tampoco es para provocar el parto no???
Un saludo a todas, os deseo un parto bueno como el mío, aunque sin el susto final que estamos pasando.