pues sí chicos, todo fenomenal con la operación de frenillo de mi sobrino. fueron muy puntuales, él estaba como si nada, había un montón de niños, unos para lo mismo que él, otros por anginas y evgataciones, pero vamos era muy tranuqilizador, proque estábamos todos en la sala de espera justo a las puertas del quirófano y los iban metiendo y sacando como churros. león se portó como un ídem. entró poco convencido poruqe su amdre no podía entrar con él, pero ni lloró ni nada, le estuvimos viendo a trvés de unas ventanitas pequeñas sin que nos viera él y estaba jugando la mar de tranquilo. luego le cambiaron de camilla y le metieron al quirófano y como si nada. tardaron unos quince minutos en la operación y cuando salió le despertaron en seguida. le vimos a través de las susodichas ventanitas cómo se sentaba en la cama y le contestaba cosas a la enfermera muy serio. le sacaron para llevarle a recuperación y ya pudimos ir con él y solo entonces, al evr a su mamá se puso a llorar a decir que le dolía la lengua. pero no le debía doler mucho poruq no paraba de hablar y de pedir comida. luego se durmió otro ratito y después estuvo jugando con su padre como un cafre-salvaje. cuando llegó el médico aprareconocerle antes de darle el alta le preguntó s le dolía y distraídamente le conetstó que no, pero se rehizo rápidamente y dijo "ah! sí! me duele aquí, mucho, mucho" . y todo el mundo que le oyó se aprtía de la risa. vamos un ézito. realmente era peor pensarlo, uf!.
el parte de la niña, favorable. ya ha ido hoy al cole, ha dormido como una campeona, sin fiebre y de la tripa debe estar fenomenal, porque ayer en la cena solo le dolía con el puré de verduras, pero con mis salchichas con ketchup se le pasó en seguida, je,je. me tuve que conformar con una salchicha menos...ah! y una cosilla que me hizo gracia os quería comentar: resulta que nunca había dormido en nuestra cama, pero claro, con lo malita que estaba las tres últimas noches ha dormido en la cama grande, con uno de nosotros solamente, y yo tenía la duda de cómo iba a reaccionar al volver a la rutina normal. pues bien ayer me volvió a echar una mirada de sospecha mientras le elía el cuento las dos metidas en su cama y me suelta como sin fiarse mucho: " tú ahora te vas a tu cama, eh?" y nada me fui y ahí se quedó como siempre, ella solita encantada de la vida. menos mal!
hale, ya os podéis despertar, que tampoco era para tanto, porras!