Hola, después de pensarlo, me decido a compartir mis dudas por este medio, a ver si leyendo opiniones de más gente llego a tomar alguna decisión.
Tengo 41 años y una niña de dos años. Mi pareja y yo conseguimos tener a nuestra hija mediante un tratamiento de FIV, y en la clínica se mantienen aún un buen número de preembriones vitrificados de los que conseguimos. Me han dicho que si me someto a tratamiento y me hacen transferencias embrionarias, es bastante posible que logre un embarazo.
Por un lado, me encantaría tener otro hijo, creo que a mi pareja también le gustaría, los dos somos "padrazos" (bueno, yo "madraza") y me gustaría que mi niña tuviera un hermanito. La cuestión es, fundamentalmente, que si vamos a por otro nos vamos a tener que apretar el cinturón mucho, no sé si habrá dinero para llevar las cosas con comodidad...
Vivimos con el sueldo que gana mi pareja, y no es un sueldazo, son unos 1500 e. No pagamos hipoteca ni alquiler, pero tenemos un crédito pendiente de una reforma que nos lleva 250e., y nuestra casa es super fría, gastamos mucho en calefacción... En fin, siendo tres, no creáis que llegamos con holgura a fin de mes. Nos ayudan nuestras familias. Es que, para encima, yo tengo la espalda muy mal y algunos problemas respiratorios por el asma y otras cosas. A menudo tengo que pagar a alguien para que me eche una mano con el trabajo doméstico y el cuidado de la pequeña.
Así las cosas, en este momento tenemos un poco de dinero ahorrado que nos permitiría hacer el tratamiento para transferir los embriones a mi útero y para hacer frente al posible embarazo. Pero, de momento, los recursos aparte de los ahorros no son sino el sueldo de mi pareja. Y, además, nuestro piso es muy pequeño, con dos niños no cabríamos... Sólo un tiempo, cuando uno sea muy bebé.
Sin embargo, en unos cinco o seis años las cosas nos irán mejor. Muy probablemente nuestra familia venda unas tierras y unos pisos y se repartan ganancias, esperamos que nos llegue dinero para mudarnos a un piso más grande, e incluso podríamos alquilar el piso en el que estamos ahora, con suerte podríamos sacar un poco más de dinero al mes. Pero tenemos que esperar porque la decisión de vender no es sólo nuestra. Así que, en cinco o seis años, probablemente tengamos un piso en el que quepamos los tres que ya somos y un chiquillo más, e incluso puede que, para entonces, mi pareja tenga un sueldo un poco mejor. Siguen sin ser muchos recursos para mantener una familia de cuatro, más teniendo en cuenta que yo, con mi espalda y las dificultades respiratorias, no puedo hacerme cargo de mucho trabajo y a menudo necesito ayuda... y eso cuesta.
Me dan miedo los primeros años de estrechez, me da miedo que eche a perder algo que ya nos costó mucho en su día: ahora somos bastante felices los tres y en el futuro podríamos vivir incluso con ciertas comodidades. Sin embargo, cada día me veo en un mar de dudas porque, por otro lado, ser madre me apasiona, darle a mi niña un hermano o hermana y que se tengan ambos para ir juntos por el mundo.... me encantaría. Me gustaría no tener que preocuparme del dinero para tomar esta decisión, pero la vida es esto, no se puede tener todo. Y yo, la verdad, a día de hoy no me decido y no puedo esperar mucho más tiempo. Ya somos un poco mayorcitos y lo que sí sabemos es que si tenemos otro hijo, el momento de ponerse con el tratamiento tiene que ser ya.
Bueno, pues estas son mis dudas, más o menos os he expuesto nuestra situación económica presente y futura, y os he contado como me siento. Mi pareja, claro está, dice que se siente como yo: hay cosas a favor y cosas en contra. Pero dice que, en última instancia, siente que la decisión es más mía porque yo soy la que me embarazo aunque luego el niño sea de los dos. Yo sospecho que tiene miedo a que las estrecheces económicas que lleguen con el segundo hijo dañen la tranquilidad y la felicidad que ahora disfrutamos.
En fin, os pido, por favor, cierta comprensión, puede que haya quien le parezca que mi situación sea segura de sobra para tener otro hijo, y puede que haya quien opine todo lo contrario, pero os rogaría delicadeza al comentármelo, pues es un tema que os prometo que lleva un tiempo agobiándome. Parece que el miedo a las malas consecuencias que acarree cualquier decisión me paraliza.
Muchas gracias a las que me dediquéis un tiempo
Y besos y felicidad.