No hagas el tonto
Después de mi experiencia con mi hija, ni loca le doy nada a la empresa.
Trabajaba en una multinacional, estuve trabajando hasta el día que me puse de parto, no me cogí las horas de lactancia porque me parecía que "permitirme" hacer toda la jornada seguida era ya mucho cuando me reincorporé, y pocos meses después tuve que dejar la empresa porque amablemente me hicieron incompatible mi trabajo con el resto de mi vida.
Conclusión: yo me perdí poder disfrutar con calma el primer año de mi hija, porque los niveles de estrés que tenía no eran normales, y nadie me lo agradeció, ni conseguí mi objetivo que era seguir avanzando en la empresa a pesar de mi maternidad, poruqe era considerada un handicap.
El problema es que donde vivo el mercado de trabajo es un asco y aunque tengo un trabajo que no está mal, profesionalmente estoy totalmente infrautilizada, pero tuve que elegir entre una cosa u otra.
Mi conclusión es que a tu jefe tu vida le importa, por decirlo suavemente, poco. Que tienes para trabajar hasta que te jubiles, pero que lo que no hagas ahora no lo vas a hacer en ningún otro momento, y tonterías como perder vacaciones NO compensan.