Foro / Maternidad

Embarazo ectópico

Última respuesta: 13 de julio de 2008 a las :50
R
rubina_5420863
5/7/07 a las 18:36

una pregunta y va enserio, para las provida..

Si mañana voy al ginecólogo, y me diagnostica embarazo ectópico (en las trompas?..debo someterme a una cirujía abdominal para que me lo saquen y así no poder una trompa y arriesgar mi vida o debo dejar que el embrión crezca hasta que me estalle la trompa y no saber si voy a morir???

Uno de los mandamientos es NO MATARÁS no????, entonces....debo seguir con el embrión o quitarlo mediante cirujía???

lo pregunto en serio...porque con tanto NO MATARÁS y el que mata no está vivo (o algo así), me ha asaltado la duda....debo decir que puedo ser prpensa a embarazos ectópicos.

Espero que por una vez contestéis.

Ver también

R
rubina_5420863
5/7/07 a las 18:43

Ahi cambié...
lo siento muchisimo por dalnia, de verdad que lo siento, pero jamás pude imaginar que habría gente enviando esos mensajes...Gracias a que puso los mensajes, a que expuso su historia...a mi me abrió los ojos...además, de leeros a vosotras...que es de lo más interesante..

espero que contesten al post..porque de verdad que tengo esa duda...¿que piensan??? ¿en esa situación que harían?

R
rubina_5420863
6/7/07 a las 7:52

Lo que pensaba...
no tienen narices a responder.....pienso pegar este post en todos en los que aparezcan esas....

M
mika_5813006
6/7/07 a las 8:20

Te recomendaría
que siguieras el consejo del médico.

A
alizia_9865545
6/7/07 a las 8:59

Supongo
que como ya te han dicho no te contestaran, pro vamos, es q no puede haber ningun tipo de duda, si pasa eso tienes que abortar!!!

Yo tengo un hijo precioso al q kiero con locura, q tiene 2 años y medio, pro t digo que si cuando m kedé embarzada m hubiesen dicho q era un embarazo ectopico como q rapido me hubiese operado!!

1 besote


M
mika_5813006
6/7/07 a las 9:06
En respuesta a alizia_9865545

Supongo
que como ya te han dicho no te contestaran, pro vamos, es q no puede haber ningun tipo de duda, si pasa eso tienes que abortar!!!

Yo tengo un hijo precioso al q kiero con locura, q tiene 2 años y medio, pro t digo que si cuando m kedé embarzada m hubiesen dicho q era un embarazo ectopico como q rapido me hubiese operado!!

1 besote


Yo he contestado
y no estoy a favor del aborto.

Los embarazos ectópicos no dejan mucha alternativa... o abortas, o la palmas. Pero como en cualquier asunto médico, la única persona que puede dar recomendaciones a la mujer que sufre ese tipo de embarazo, es su médico, que conoce el historial clínico. Por eso, aunque desde aquí podamos animar a pedir una segunda opinión médica (yo lo haría), la recomendación siempre debe ser que se sigan al pie de la letra las indicaciones del médico.

Un saludo

R
rubina_5420863
6/7/07 a las 11:23

Efectivamente me refería a esas-
pero claro no contestarán....en este caso ¿donde queda el mandamiento no matarás?.

Sólo una cosilla....supongo que despues de tanto leer...me he dado cuenta de algo...no es que esté en contra del aborto (más bien digamos que no me apasiona es opción...pero la respeto!!!!)...más bien estoy a favor de buscar soluciones y ayudas reales a esas mujeres que no querrían abortar pero tienen que hacerlo por diversos problemas..

Me parece bien que cada una eliga lo que hacer con su cuerpo, y con su vida...pero que pasa con esas personas que son obligadas a tener que abortar??? y que pasa con esas personas que son obligadas a tenerlo porque en su país el aborto esta prohibido??, supongo que mi postura es:

Llegar a un punto en común dónde la mujer libremente pueda decidir tanto por una cosa como por la otra...y que se den realmente ayudas para los dos casos. Pero claro...no vivimos en el mundo de yuppi!!!...

es bastante complicado el tema.......

M
mika_5813006
6/7/07 a las 11:49
En respuesta a rubina_5420863

Efectivamente me refería a esas-
pero claro no contestarán....en este caso ¿donde queda el mandamiento no matarás?.

Sólo una cosilla....supongo que despues de tanto leer...me he dado cuenta de algo...no es que esté en contra del aborto (más bien digamos que no me apasiona es opción...pero la respeto!!!!)...más bien estoy a favor de buscar soluciones y ayudas reales a esas mujeres que no querrían abortar pero tienen que hacerlo por diversos problemas..

Me parece bien que cada una eliga lo que hacer con su cuerpo, y con su vida...pero que pasa con esas personas que son obligadas a tener que abortar??? y que pasa con esas personas que son obligadas a tenerlo porque en su país el aborto esta prohibido??, supongo que mi postura es:

Llegar a un punto en común dónde la mujer libremente pueda decidir tanto por una cosa como por la otra...y que se den realmente ayudas para los dos casos. Pero claro...no vivimos en el mundo de yuppi!!!...

es bastante complicado el tema.......

Pues
si te referías a quien no es capaz de entender ese caso, en el que el embrión no es viable, porque difícilmente llegará a término en una de las trompas, y, además, la vida de la madre está en juego (y sin la madre, el embrión difícilmente va a llegar a término), no creo que respondan, más que nada porque no existe ningún argumento.

Desde mi punto de vista (que a lo mejor me equivoco, claro está), quien piensa así tiene las mismas motivaciones que quien es capaz de poner una bomba en una clínica abortiva argumentando que quien mata niños, debe morir (lo que no entiendo es cómo se puede estar a favor de la pena de muerte y contra el aborto, y viceversa).

Pero tampoco entiendo a quienes, estando en contra del aborto, son capaces de hacerle la vida imposible a una adolescente que se ha quedado embarazada (conozco varios casos). ¿No es eso, en realidad, animar a alguien a que aborte? ¿No deberían darle todo su apoyo para que la adolescente se sienta arropada y tenga al niño? Son conductas contradictorias.

En cuanto a por qué estoy en contra del aborto libre, decir que entiendo que si el nonato tiene derecho a heredar, ¿cómo no va a tener derecho a la vida? ¿No es el derecho a la vida un derecho superior al derecho hereditario?

Y, por supuesto, pienso que deben darse todas las ayudas para que las mujeres embarazadas no se vean en una situación desesperada.

Un saludo

M
mika_5813006
6/7/07 a las 11:51
En respuesta a mika_5813006

Pues
si te referías a quien no es capaz de entender ese caso, en el que el embrión no es viable, porque difícilmente llegará a término en una de las trompas, y, además, la vida de la madre está en juego (y sin la madre, el embrión difícilmente va a llegar a término), no creo que respondan, más que nada porque no existe ningún argumento.

Desde mi punto de vista (que a lo mejor me equivoco, claro está), quien piensa así tiene las mismas motivaciones que quien es capaz de poner una bomba en una clínica abortiva argumentando que quien mata niños, debe morir (lo que no entiendo es cómo se puede estar a favor de la pena de muerte y contra el aborto, y viceversa).

Pero tampoco entiendo a quienes, estando en contra del aborto, son capaces de hacerle la vida imposible a una adolescente que se ha quedado embarazada (conozco varios casos). ¿No es eso, en realidad, animar a alguien a que aborte? ¿No deberían darle todo su apoyo para que la adolescente se sienta arropada y tenga al niño? Son conductas contradictorias.

En cuanto a por qué estoy en contra del aborto libre, decir que entiendo que si el nonato tiene derecho a heredar, ¿cómo no va a tener derecho a la vida? ¿No es el derecho a la vida un derecho superior al derecho hereditario?

Y, por supuesto, pienso que deben darse todas las ayudas para que las mujeres embarazadas no se vean en una situación desesperada.

Un saludo

Y sí,
es un tema complicado.

Un saludo

R
rubina_5420863
6/7/07 a las 12:20
En respuesta a mika_5813006

Pues
si te referías a quien no es capaz de entender ese caso, en el que el embrión no es viable, porque difícilmente llegará a término en una de las trompas, y, además, la vida de la madre está en juego (y sin la madre, el embrión difícilmente va a llegar a término), no creo que respondan, más que nada porque no existe ningún argumento.

Desde mi punto de vista (que a lo mejor me equivoco, claro está), quien piensa así tiene las mismas motivaciones que quien es capaz de poner una bomba en una clínica abortiva argumentando que quien mata niños, debe morir (lo que no entiendo es cómo se puede estar a favor de la pena de muerte y contra el aborto, y viceversa).

Pero tampoco entiendo a quienes, estando en contra del aborto, son capaces de hacerle la vida imposible a una adolescente que se ha quedado embarazada (conozco varios casos). ¿No es eso, en realidad, animar a alguien a que aborte? ¿No deberían darle todo su apoyo para que la adolescente se sienta arropada y tenga al niño? Son conductas contradictorias.

En cuanto a por qué estoy en contra del aborto libre, decir que entiendo que si el nonato tiene derecho a heredar, ¿cómo no va a tener derecho a la vida? ¿No es el derecho a la vida un derecho superior al derecho hereditario?

Y, por supuesto, pienso que deben darse todas las ayudas para que las mujeres embarazadas no se vean en una situación desesperada.

Un saludo

Pues si tienen
argumentos para decir que abortar un embrión es matar, si tienen argumentos para decir "no matarás", si tienen argumentos para decir que desde el momento de la union del espermatozoide y el ovilo hay vida...porque narices no tienen argumentos para contestar en caso de embarazo ectópico????...quiero saber....en las tromas se forma el embrión, que no deja de crecer (en muchos casos) hasta que la trompa estalla...así que, quiero, sin tanta razón tienen, que me digan que narices hago...dejo que crezca para no matarlo y así poder morir los dos juntos o me someto a una operación para que me lo estirpen....

Quiero saber si realmente defienden los que dicen..al fin y al cabo se centran en que un embrión sufre...pues bien, un embarazo ectópico es lo msimo, con embrión y todo, con la unic adiferencia de que no llega al utero y se queda atrapado en la trompa-..

por mi parte...queda claro....no saben ni que pensar ni que creer por eso no contestan..quiero que me digan que pasa con el mandamiento de no matarás????

M
mika_5813006
6/7/07 a las 12:28
En respuesta a rubina_5420863

Pues si tienen
argumentos para decir que abortar un embrión es matar, si tienen argumentos para decir "no matarás", si tienen argumentos para decir que desde el momento de la union del espermatozoide y el ovilo hay vida...porque narices no tienen argumentos para contestar en caso de embarazo ectópico????...quiero saber....en las tromas se forma el embrión, que no deja de crecer (en muchos casos) hasta que la trompa estalla...así que, quiero, sin tanta razón tienen, que me digan que narices hago...dejo que crezca para no matarlo y así poder morir los dos juntos o me someto a una operación para que me lo estirpen....

Quiero saber si realmente defienden los que dicen..al fin y al cabo se centran en que un embrión sufre...pues bien, un embarazo ectópico es lo msimo, con embrión y todo, con la unic adiferencia de que no llega al utero y se queda atrapado en la trompa-..

por mi parte...queda claro....no saben ni que pensar ni que creer por eso no contestan..quiero que me digan que pasa con el mandamiento de no matarás????

El quinto mandamiento
admite la legítima defensa y el estado de necesidad (como el ejemplo que has puesto). No se exige a nadie que dé su propia vida por otro, más aun cuando dar la propia vida significa la muerte del otro (en este caso, el embrión que está en la trompa). No se exige que nadie sea un mártir (por eso mismo se beatifica a los mártires). Desconozco las razones por las que ellas no saben esto.

Y, además, creo que sin conocer el historial médico, lo único que puede aconsejarse es que se pida una segunda opinión médica.

Un saludo

R
rubina_5420863
6/7/07 a las 13:39
En respuesta a mika_5813006

El quinto mandamiento
admite la legítima defensa y el estado de necesidad (como el ejemplo que has puesto). No se exige a nadie que dé su propia vida por otro, más aun cuando dar la propia vida significa la muerte del otro (en este caso, el embrión que está en la trompa). No se exige que nadie sea un mártir (por eso mismo se beatifica a los mártires). Desconozco las razones por las que ellas no saben esto.

Y, además, creo que sin conocer el historial médico, lo único que puede aconsejarse es que se pida una segunda opinión médica.

Un saludo

Abriste la caja de pandora
ahora vendrán todas con la espada levantada gritando ¡¡¡ eso, eso!!!!, pero la respuestas la diste tu. Por eso hacía tanto incapié en el mandamiento NO MATARÁS. Si fuese realmente creyente, si supiese lo que dice y lo que defiende, más de una hubiese contestado lo mismo que tu...

Pero no es así, no han sabido contestar ha absolutamente nada...

Pero esta respuesta sólo sirve para las creyentes....no es para todas...

La diferencia esta ahi, tu contestas debatiando según tu opinión y creencias, ellas atacan sin ton ni son, a diestro y siniestro sin ni si quiera tener una base sólida en la que apoyarse. Además de amndar mensajes amenazantes.

Gracias por contestar...aunque no comparto esas "creencias", respeto tu respuesta y me ha gustado.

M
mika_5813006
6/7/07 a las 14:05
En respuesta a rubina_5420863

Abriste la caja de pandora
ahora vendrán todas con la espada levantada gritando ¡¡¡ eso, eso!!!!, pero la respuestas la diste tu. Por eso hacía tanto incapié en el mandamiento NO MATARÁS. Si fuese realmente creyente, si supiese lo que dice y lo que defiende, más de una hubiese contestado lo mismo que tu...

Pero no es así, no han sabido contestar ha absolutamente nada...

Pero esta respuesta sólo sirve para las creyentes....no es para todas...

La diferencia esta ahi, tu contestas debatiando según tu opinión y creencias, ellas atacan sin ton ni son, a diestro y siniestro sin ni si quiera tener una base sólida en la que apoyarse. Además de amndar mensajes amenazantes.

Gracias por contestar...aunque no comparto esas "creencias", respeto tu respuesta y me ha gustado.

Personalmente
no me gusta utilizar argumentos religiosos cuando se discute de algo que no tiene nada que ver con la religión, más que nada porque son argumentos que sólo valen para aquellos que sean creyentes.

De todas formas, como tu citabas a alguien que repetía varias veces el 5 mandamiento, he puesto ese argumento, que no es mía, sino que data, al menos, de los años setenta, cuando encontraron a los supervivientes de los Andes y que a mí me lo contaron mil veces no sólo en clase de religión, sino también mi tío, que es sacerdote marianista (y que, al ser pariente, siempre existe más confianza para discutir de ciertos temas).

Desconozco las razones por las que estas personas no saben que la Iglesia admite la legítima defensa y el estado de necesidad, porque imagino que serán personas que van a misa, y que leen el catecismo. Que yo sepa, la Iglesia siempre ha aceptado que, en caso de embarazo con riesgo, los médicos deberán tratar de salvar la vida del niño y de la madre y, si no es posible, salvarán la vida de quien tenga más posibilidades. De ahí que, por ejemplo, siempre se hayan hecho cesáreas, aunque la cesárea supusiera la muerte de la madre, pues si el niño no nacía, moría dentro del cuerpo de la madre y la descomposición terminaba matándola igualmente.

En caso de diagnosticar un cáncer cuando el embarazo está muy avanzado, lo que se aconseja es provocar el parto del niño para poder dar el tratamiento a la madre. Si, en cambio, el diagnóstico se hace cuando el embrión todavía es muy inmaduro, si bien se pide (ahí la diferencia) a la madre que no aborte, si se lleva a cabo el aborto, éste no se "sanciona" con la excomunión (pues, reptio, no se pide a nadie que sea un mártir). Y si ya, en caso de un embarazo ectópico, las posibilidades de viabilidad del feto son mínimas y de graves daños físicos en la madre(incluso la muerte) son altas, la mujer debe seguir los consejos del médico. Y, además, sin ser médicos, no podemos recomendar/desrecomendar ningún tipo de tratamiento.

Un saludo

A
an0N_630227299z
6/7/07 a las 14:05

Claramente
El embarazo ectópico no es viable para el feto ni para la mujer.
Tristemente, en éste caso, el aborto sería la única opción puesto que es imposible que llegue a término.

A
an0N_630227299z
6/7/07 a las 17:00

Tio
Creo que ya te he respondido.
Sigue siendo MATAR y sigue siendo ASESINATO y sigue siendo CRUEL, pero dejarlo ahí no llevará a ningún sitio, sólo a la muerte de madre y "feto".

Cuando se trata de morir 2 o morir sólo 1, creo que está claro. Aún así, hay que tratarlo con la dignidad que merece.

X
xueyan_5942269
6/7/07 a las 22:49

Pense que nadie de las provida contestaria este post
Me estaba esperando para ver ,que se les ocurria , y veo que aun asi, con tremendo riesgo de muerte para la mujer , es asesinato y crueldad.

Uds. señoritas de provida de verdad , saben o conocen lo que es un asesinato, saben lo que en verdad signifca crueldad ?.

Yo pienso que no , este post tiene una pregunta muy bien planteada, pero aun asi la mala sigue siendo la mujer, la que lo abortara por estar en un lugar inadecuado de su anatomia y crea peligro de muerte, pero aun asi , eso es crueldad para el " feto " y no es necesario ponerlo entre comillas, sabemos como llamarlos y lo que son.

Alguien mas aparte de la srita. lagoazul...perdon si puse mal el nick.

Ya contesto Wendy ?

Saludos

R
rubina_5420863
6/7/07 a las 23:17
En respuesta a an0N_630227299z

Tio
Creo que ya te he respondido.
Sigue siendo MATAR y sigue siendo ASESINATO y sigue siendo CRUEL, pero dejarlo ahí no llevará a ningún sitio, sólo a la muerte de madre y "feto".

Cuando se trata de morir 2 o morir sólo 1, creo que está claro. Aún así, hay que tratarlo con la dignidad que merece.

Increíble
...con esto estan claras las cosas...matar???...tambien es pecado quitarse la vida, así que desde luego dejarlo ahi podría ser un suicidio...no?, al fin y al cabo no solo no estás evitando morir, sino que te expones a ello de forma consciente.

A
an0N_807216699z
9/7/07 a las 7:54

Primero
asegurarse con una segunda opinión de un ginecólogo honrado de que es así.

Hay niños que cambian de sitio aunque es raro. Me vigilaría continuamente hasta que el niño fuera inviable y hubiese un peligro de muerte: eso lo saben los buenos ginecólogos.

Hay un protocolo de actuación que indica en que momento se actúa para CURAR a la madre aunque el bebé con esa intervención se muera.

Lo mismo con otros tratamientos de efecto no buscado; tratamientos para salvar la vida de la madre que indirectamente matan al niño, como por ejemplo un tratamiento de cáncer.

Un buen médico ante un embarazo tiene dos pacientes: la madre y el hijo y pone los medios para salvar a los dos.

Conozco casos de "ectópicos" que andan por ahí para orgullo de su madre.


A
an0N_807216699z
9/7/07 a las 8:04

La pregunta merece más documentación
Aborto Terapéutico C:\provida\embarazo ectópico.htm
¿Qué pasa cuando peligra la vida de la madre?
Por la Dra. Concepción Morales y Adolfo J. Castañeda


---------------------------------------------------------------------------------

¿Qué se debe hacer cuando peligra la vida una madre embarazada? En primer lugar hay que distinguir entre el mal llamado aborto "terapéutico" y el "aborto indirecto". El aborto "terapéutico" es un aborto directo porque mata directamente al bebé no nacido como medio para presuntamente salvar a la madre, cuando en realidad hay otras alternativas para salvarla a ella y a su bebé no nacido. Por consiguiente, el aborto "terapéutico", como todo aborto directo o provocado, es un acto intrínseca y gravemente inmoral, por cuanto constituye la destrucción directa de un ser humano inocente, y por ello no está justificado en ningún caso. En realidad la frase aborto "terapéutico" es una contradicción en términos, porque ningún aborto salva o cura a nadie (que es lo que la palabra "terapéutico" quiere decir).

Distinto es el caso del "aborto indirecto", que en realidad no es un aborto en el sentido verdadero de la palabra: no es un aborto directamente provocado. Se trata del caso en el que la vida de la madre embarazada corre un peligro inminente, y la situación es tal, que si el médico esperara a que el bebito fuera viable (momento a partir del cual puede vivir fuera del útero con la tecnología
disponible), morirían tanto la madre como él, ya que antes de que llegase el momento de la viabilidad, se produciría la muerte de la madre y el bebito moriría también. La situación también es tal que el médico tampoco tiene otra alternativa para salvar a los dos, si la hubiera, tendría que recurrir a ella. Entonces el médico no tiene más remedio que intervenir, tratando siempre de salvar a ambos (al bebé no nacido y a su madre). Si en ese proceso el bebé muere como un efecto no directamente causado ni querido por el médico, entonces no hay por qué culpar a nadie. Se trata de un "aborto indirecto", y aunque ciertamente es una tragedia, no es algo moralmente imputable.

Obsérvese que no estamos hablando de una excepción a la prohibición del aborto directo o provocado. El aborto directo o provocado no tiene excepción alguna. El caso del que estamos hablando aquí es, como ya hemos señalado, un "aborto indirecto", tanto en la causa como en la intención. Por consiguiente, se trata de un caso completamente distinto y que por tanto cae fuera de la norma que prohibe, de forma absoluta, la destrucción directa de un ser humano inocente.

Hay que observar también que, en el caso del "aborto indirecto", no se trata de que el médico escoja entre salvar al bebé no nacido o a su madre, se trata de optar por salvar las dos vidas. Si a
consecuencia de tratar de salvar a las dos vidas, muere una, ello no depende de la opción del médico.

Gracias a Dios, cada vez se logra la supervivencia fuera del útero materno de niños con menos tiempo de edad gestacional. Y también gracias a Dios y al avance tecnológico, se logran salvar bebitos no nacidos en situaciones en las que antes no se lograban salvar y en las que por tanto, ya no se puede invocar el principio del aborto indirecto para justificar una intervención que da como resultado la muerte indirecta del no nacido y el que la madre se salve, porque ahora ambos se pueden salvar.

Veamos los casos de embarazos ectópicos, es decir, de embarazos fuera del útero. De todos los embriones ectópicos, el más frecuente es el tubárico. Este se produce porque las trompas no tienen sana su fisiología o su anatomía. Ello puede ser causado por inflamaciones tubáricas, que a su vez son causadas por abortos provocados anteriormente que dan lugar a infecciones. También pueden ser causadas por enfermedades de transmisión sexual; por el uso del
dispositivo intrauterino (DIU o IUD), que dicho sea de paso, es abortivo; etc. Al ocurrir esto, el grosor interior de la trompa disminuye, permitendo que pase el espermatozoide y fecunde al ovocito, pero no permite que pase el ovocito fecundado o cigoto (o sea, el nuevo ser humano) por la trompa hacia el útero, sino que queda atrapado en la trompa y al crecer la rompe y muere el embrión y puede morir la madre, si no se detecta a tiempo.

En la época pre-ultrasonido generalmente se hacía el diagnóstico cuando la trompa ya se había roto. Ahora se puede diagnosticar con más frecuencia y antelación con el niño vivo dentro de la trompa. Es entonces que se crea el dilema ético y se aplica el principio del "doble efecto", que en este caso implica sacar un órgano enfermo dentro del cual hay un niño vivo.

Sin embargo, hay que valorar en qué medio se está. No es igual un embarazo tubárico en un centro médico donde se tiene la tecnología adecuada que en otro donde no se tiene. Por otra parte, hay que valorar la posibilidad de que ese embrión tubárico en vez de reventar la trompa sea expulsado hacia la cavidad abdominal, produciéndose así un embarazo ectópico abdominal. En esos casos el embarazo puede llegar a término y nacer el niño vivo por laparotomía.

Pero aunque el niño permanezca en la trompa, con la tecnología moderna, ha habido casos en los que se ha llevado al niño de la trompa al útero y consecuentemente se ha salvado al niño. Esto sería la forma ideal y correcta de tratamiento del embarazo ectópico tubárico, ya que se salvaría el niño, además de la madre. Pero, lamentablemente, requiere técnicas y equipos no disponibles en todos los lugares del mundo. Donde sí los haya, estos medios se deben emplear, se trata de un grave deber ético.

Tener una "expectación armada" ante el embarazo ectópico es lo que se debe hacer. Ello se refiere a que los médicos estén con la tecnología y los medicamentos listos, pero sin intervenir siguiendo muy de cerca a la mujer en esta situación, la cual estaría hospitalizada durante todo este tiempo, para entonces, en el momento adecuado, si ello es posible, salvar también al niño no nacido y si no, esperar a que este muera de forma natural para entonces extraerlo. De esa manera se estaría respetando la vida del niño ectópico. Hay que realizar esfuerzos, en la medida de lo posible, para que esa "expectación armada" se lleve a cabo en todas las instalaciones médicas. Ello también es un grave deber moral.

Pero, lamentablemente, no en todas partes se cuenta con lo necesario para ello y el índice de muerte materna por embarazo tubárico es muy elevado y los niños que nacen a consecuencia de un embarazo ectópico es muy bajo y muy pocos sobreviven. Aunque hay que respetar toda vida
humana, la situación inmediata de la mujer en un embarazo ectópico es mucho más grave que la de una mujer embarazada en el caso, por ejemplo, de un cáncer de útero, en el cual sí se pueden salvar a ambos: madre e hijo no nacido con la tecnología de que se dispone en la actualidad en prácticamente todos los lugares del mundo.

La Dra. Concepción Morales es Especialista de Medicina Interna del Hospital Materno-Docente "Hijas de Galicia" y Presidenta de Pro-vida Cuba, organización de la Iglesia Católica. Adolfo J. Castañeda tiene una licencia en teología moral de la Academia Alfonsiana en Roma y es Director de Programas Educativos de Vida Humana Internacional.


A
an0N_807216699z
9/7/07 a las 8:08

Más
Informe sobre el embarazo ectópico

¿Cómo se presenta, desde el punto de vista médico, la casuística del embarazo ectópico, en especial el intratubárico, en el que se encuentra colocado anormalmente un embrión-feto no viable? ¿Es éste siempre no viable? Se pregunta aquí, a mi modo de ver, por los datos biomédicos relevantes para un análisis moral del embarazo ectópico (EE). tales datos pueden agruparse en los siguientes tres apartados:

1. Incidencia,
2. Morbididad y mortalidad materna, y
3. Morbididad y mortalidad embriofetal.

1. Incidencia.

Desde hace ya dos decenios, la incidencia del EE crece de modo alarmante en todos los países indistrializados (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Suecia, Finlandia, etc). En los estados Unidos, por ejemplo, se ha pasado de 17800 casos en 1970 a 78400 en 1985. Se inculpan como causas principales de esa mayor incidencia la epidemia de enfermedades de transmisión sexual iniciada en los años sesenta y el empleo de dispositivos intrauterinos. Otros factores inculpados son ciertas intervenciones médicas (inducción de la ovulación; administración de estrógenos o de gestágenos -la minipíldora de sólo progestina, por ejemplo-, la fivet, el aborto inducido, la cirugía reparadora de la trompa) o algunas circunstancias que se dan en la mujer (la tendencia a retrasar el momento de tener hijos, la presentación anterior de otro EE o la infertilidad). La distribución topográfica de los EE se puede esquematizar así: el 98% de los EE son de asiento tubárico, un 1% se desarrollan en el ovario y un 1% más se implantan primaria o secundariamente en el abdomen. Un número insignificante lo hace en el cérvix uterino, el ligamento ancho, en un cuerno uterino rudimentario y en otras localizaciones excepcionales.

2. Morbididad y mortalidad maternas debidas al EE.

Las consecuencias adversas principales del EE para la mujer consisten en el riesgo de muerte causada por la hemorragia intraperitoneal, y en la pérdida o disminución de la fertilidad. Las tasas de mortalidad materna absoluta y relativa causadas por el EE han ido descendiendo a lo largo de los dos últimos decenios, a pesar del citado y fuerte aumento en la incidencia del EE. Ha pasado de ser de 35 muertes por 10000 casos de EE en 1970, a 4,2 muertes por 10000 casos en 1985. Esta disminución se atribuye al diagnóstico más precoz y eficiente del EE y a la aplicación de modernos métodos de tratamiento. Hace cien años, la mortalidad causada por el EE tubárico avanzado era del 69%. La tasa de mortalidad materna ligada al embarazo abdominal varía mucho de unas instituciones a otras. Se han dado cifras de hasta el 20%, cosa fácil de comprender si se tienen en cuenta el riesgo de hemorragia catastrófica, de trastornos de la coagulación, y de sepsis y fístulas intestinales postoperatorias. A pesar de los avances modernos en el diagnóstico y el tratamiento, las mujeres que han tenido antes un EE presentan una fertilidad disminuída: sólo de un 30 a un 50% de ellas llegan a tener embarazos a término. Ello explica que la primera preocupación de muchos ginecólogos sea hoy la de desarrollar o aplicar técnicas (microquirúrgicas, farmacológicas) que favorezcan la fertilidad ulterior de estas mujeres. Por desgracia, muchas de esas técnicas implican la destrucción directa del embrión ectópico no viable.

3. Mortalidad y viabilidad embriofetal.

Desconocemos la incidencia real del EE. Hace más de quince años se carecía de medios para el diagnóstico precoz del EE y sólo podían tomarse en consideración los casos con manifestaciones clínicas. Con el afinamiento de los métodos diagnósticos y su aplicación a los grupos de mujeres de alto riesgo para el EE, se puede diagnosticar hoy el EE con mucha precocidad y seguir muy de cerca su evolución. De este modo, se ha podido establecer que es mucho más alto de lo que se suponía el número de EE precoces que, sin dar manifestaciones clínicas o con sintomatología muy ligera, sufren un proceso de aborto tubárico espontáneo. Se da, por otra parte, entre los médicos una tendencia muy extendida, casi dominante, a conjurar, mediante el tratamiento inmediato, todos los riesgos para la vida y la fertilidad ulterior de la madre conlleva el EE, mediante la inmediata destrucción -quirúrgica o farmacológica- del embrión que se desarrolla en la trompa. Esta conducta impide obtener datos modernos acerca de la evolución espontánea del EE y la viabilidad del embrión. Así pues, el destino ordinario, común, del EE tubárico es hoy la muerte del embrión, ya sea espontánea, ya provocada por el médico. Son sumamente excepcionales los casos en que el feto alcanza una etapa de viabilidad en el sitio tubárico primitivo. Y, cuando el embrión, parcialmente desprendido de su sede tubárica, se implanta secundariamente en el abdomen, son pocos los fetos que alcanzan la viabilidad y son menos todavía los que son extraídos vivos: de éstos, apenas una cuarta parte superan la etapa perinatal en razón de las graves anomalías que presentan, relacionadas en general con el oligohidramnios. Se puede concluir, por tanto, que es sumamente bajo el número de fetos ectópicos que alcanzan la viabilidad y que muchos de éstos presentan alteraciones graves, frecuentemente incompatibles con la vida. Desde un punto de vista estadístico, la viabilidad embriofetal es un factor poco relevante en el juicio técnico del EE.

II. ¿Cuáles son las vías de solución practicadas y/o practicables a la luz de la ciencia médica del presente, incluidas las condiciones médicas fácilmente accesibles en el contexto hospitalario común?

1. El estado actual del arte.

El EE seguirá presentándose muchas veces al médico en forma de un episodio clínico urgente de hemorragia intraabdominal. El médico puede dar entonces por segura la muerte del embrión e intervendrá para extirpar los restos embrionarios y la trompa perforada y sangrante. Conseguirá así conjurar la grave amenaza inmediata a la vida de la madre. Sobre este punto, existe un acuerdo prácticamente universal entre médicos y moralistas. Pero, como se ha señalado arriba, los procedimientos para el diagnóstico del EE se han ido perfeccionando considerablemente en los años recientes y se ha hecho posible, mediante la determinación cuantitativa seriada de la beta-hCG sérica y la ecografía transvaginal de alta resolución, el diagnóstico precoz del EE, antes de que éste haya dado síntomas clínicos o señales de inminente ruptura. Permiten también comprender cada vez mejor las posibilidades evolutivas del EE y su variado curso clínico, determinar el estado de viabilidad del embrión y diagnosticar su muerte, y una mejor individualización del tratamiento que ha de administrarse a cada paciente. Esas técnicas deben formar parte de los servicios que prestan los hospitales modernos, pues las exige el estado del arte del momento. Junto con los datos del estado general y hemodinámico de la madre, dan una sólida base a la actitud expectante, que, como se señala más adelante, hace compatible el máximo respeto a la vida del embrión con la protección de la vida de la madre. La tendencia dominante en la práctica profesional está informada, sin embargo, por el imperativo de la eficiencia, no por la obligación de respeto. El objetivo prioritario de los médicos "cientifistas" (y temerosos de ser llevado a a un juicio por malapráctica) parece consistir hoy, en primer lugar, en salvar la vida de la madre mediante la eliminación del embrión ectópico, independientemente de que éste esté vivo o muerto. Pero los avances técnicos han añadido a la actuación del médico otro objetivo de primer orden: asegurar la ulterior fertilidad de la mujer. Se hace uso, para ello, de intervenciones quirúrgicas que no sólo son precoces, sino también mínimamente traumatizantes: desechada la salpingectomía, por demasiado agresiva y mutilante, se aplican procedimientos quirúrgicos conservadores, por laparotomía e incluso también por laparoscopia, tales como la resección parcial de la trompa, la salpingotomía lineal, la salpingostomía o la expresión infundibular. Y se comienza a ensayar el valor potencial de algunos tratamientos farmacológicos experimentales, tanto generales (metotrexato, RU-486), como mediante inyección en el saco gestacional intratubárica (metotrexato, cloruro potásico, prostaglandina).

2. ¿Es necesario revisar la aplicación a este caso del concepto de aborto indirecto?

La introducción de los tratamientos quirúrgicos conservadores obliga, en mi opinión, a revisar la aplicabilidad al caso del EE del concepto de aborto indirecto, consagrado por una fuerte corriente dentro de la Teología Moral católica. En efecto, la aceptación de la extirpación de la trompa que contenía un embrión vivo se basaba en la aplicación del principio del doble efecto, que requiere que la acción primaria y la intención del médico estén dirigidas a eliminar un órgano patológico, dañado, que amenaza la vida de la mujer gestante; sólo indirectamente el médico pretende y causa la eliminación y muerte del feto y el efecto bueno no es consecuencia del efecto malo e indeseado. La razón para permitir el aborto indirecto ha de ser -se añade- muy grave y proporcionada: la amenaza inminente a la vida de la madre. Según la interpretación de un amplio sector de los teólogos y médicos católicos, no era necesario, para que se cumplan las condiciones de licitud moral, que la trompa se haya roto o que el embrión haya muerto: si la pared tubárica está adelgazada, es ya una amenaza a la vida de la madre y puede lícitamente ser extirpada; es decir, una trompa ocupada por un EE es equiparada a un tumor maligno que ha de ser eliminado para salvaguardar la vida de la madre, aunque en este momento preciso no la amenace de modo inminente. Simultáneamente, esos mismos moralistas y médicos, al señalar los límites precisos de su actuación, establecían que era ilícito abrir la trompa y extraer el feto, pues la vida de la madre no estaría siendo salvada entonces por un acto indiferente (a saber, la extirpación de un órgano enfermo), sino por medio de la destrucción directa del feto. Esto sería un aborto directo y, por tanto, gravemente inmoral. Las modernas técnicas de cirugía conservadora y los ensayos farmacológicos en curso, que matan directamente al embrión y a sus envolturas, se fundamentan en la consideración de que, antes de la ruptura de la trompa, el elemento amenazador para la vida de la madre no es la pared tubárica que contiene el EE, sino el embrión ectópico con sus envolturas. Eliminado uno y otras, no sólo se resuelve la amenaza contra la vida de la madre, sino que los tejidos tubáricos se reparan de modo tal que en buena parte de los casos se puede conservar una buena función tubárica y la correspondiente fertilidad de la mujer. ¿Es posible, ante estos planteamientos seguir aplicando el concepto de licitud moral del aborto indirecto, cuando una de sus premisas -el carácter patológico del tejido tubárico antes de la ruptura, la presunción de que la misma trompa está "hic et nunc" afectada patológicamente de tal forma que procede la intervención quirúrgica sobre ella- puede juzgarse invalidada por los datos actuales de la ciencia? La idea de equiparar el tejido tubárico sobre el que anida un EE a un cáncer es hoy muy difícilmente sustentable.


III. ¿Qué soluciones sugiere la conciencia recta de un médico cristiano ante situaciones dilemáticas?

De acuerdo con lo dicho, me parece que la actitud de un médico cristiano debería ajustarse a los principios siguientes:

1. El respeto a toda vida humana.

El primer principio moral que se impone al médico es respetar la vida humana desde su comienzo, proclama incluso -y paradójicamente- la Declaración de Oslo, de la Asociación Médica Mundial, sobre el aborto terapéutico. El médico cristiano ha de vivir con la máxima sinceridad tal obligación y mostrará un respeto máximo, delicado y atento tanto a la vida del embrión como a la de la madre. Tal respeto se debe por igual a todo ser humano vivo, independientemente de que su expectativa de vida se cuente en años o en horas o minutos; independientemente de que su edad cronológica se mida en decenios o en días; independientemente de que esa vida transcurra a la luz del día o en el seno de la madre, o de que aquí se desarrolle en la cavidad del útero u ocupe una sede ectópica.

2. El tratamiento expectante de hoy.

La conducta del médico cristiano quedará modulada por ese respeto. Respetará al embrión ectópico vivo adoptando la actitud clásica del tratamiento expectante, que practicará ahora con la ayuda inestimable de la tecnología moderna. Está obligado a ser experto en el diagnóstico del EE: tendrá en cuenta los datos epidemiológicos, vigilará la evolución del EE mediante las dosificaciones seriadas de los marcadores hormonales de la viabilidad embrio-fetal o el diagnóstico ecográfico. Cuando tenga pruebas de la muerte del embrión, su seguimiento atento del cada caso le ayudará a decidir si interviene para extraerlo o si se abstiene de hacerlo. Cuando, en el curso de su seguimiento expectante, aparecen las primeras manifestaciones de inestabilidad hemodinámica, que señalan no sólo la urgencia clínica sino la segura muerte del embrión, prestará la ayuda de urgencia. El tratamiento expectante ha sido practicado en series grandes de casos de EE sin que haya habido muertes maternas. Es un tratamiento de calidad profesional aceptada: ahorra laparotomías y laparoscopias inútiles. Tiene también sus costos: mantener una situación de alarma que puede durar unas pocas horas o unos días o semanas con la consiguiente hospitalización de la mujer. Tal actitud expectante excluye, por tanto, las soluciones quirúrgicas o farmacológicas que implican procurar la muerte inmediata y directa del embrión: mientras éste vive y la gestación no perturba todavía la estabilidad hemodinámica de la madre, el médico debe mantener una actitud tolerante hacia el EE. Las diferentes formas de tratamiento "agresivo", es decir, el que busca directa o indirectamente la muerte del embrión todavía vivo, nacen de una mentalidad que no es ajena bien a la difusión de la ideología utilitarista, bien a una aceptación demasiado fácil de la licitud del aborto indirecto.

3. El importante aspecto preventivo.

El EE está alcanzando las dimensiones de una importante epidemia. Como en las restantes epidemias, los médicos tienen un deber doble. Han de proporcionar, en primer lugar, una atención efectiva y oportuna a las mujeres afectadas por un EE. Pero han de esforzarse, una vez identificados los factores que influyen en su propagación, en instituir las medidas preventivas apropiadas para erradicar esta entidad, que amenaza la vida y la fertilidad de sus víctimas. El médico cristiano encuentra aquí un campo particularmente adecuado para su tarea de consejo: la lucha contra esta epidemia le obliga a ser experto en informar de los aspectos biológicos, humanos y éticos de las enfermedades de transmisión sexual, los dispositivos intrauterinos y otros procedimientos contraceptivos y a ayudar, con competencia profesional y sabiduría moral, a sus pacientes a tomar las decisiones oportunas.

4. ¿Qué eco obtendría una declaración magisterial que afirmase el respeto al embrión ectópico? Me parece que es superfluo advertir que una reafirmación solemne del respeto a la vida del embrión ectópico no obtendrá un eco favorable en algunos sectores, dentro y fuera de la Iglesia. Cualquier dictamen moral que reafirme hoy el respeto incondicionado al embrión humano ectópico será recibido con escándalo por quienes, en una interpretación inflacionista del aborto terapéutico, han optado por la eficiente prevención de riesgos y molestias mediante la eliminación de vidas nacientes. Un dictamen moral que, congruente con la ética del respeto a las vidas más débiles y sin futuro, recomiende el seguimiento expectante del EE, con sus consecuencias "poco prácticas y poco económicas" y prohiba la solución, rápida y eficiente de destruir selectivamente el embrión, será tachado de vitalismo radical. Un dictamen moral que purifique seriamente de su inevitable oportunismo la noción ensanchada de aborto indirecto, que reformule en normas modernas, enriquecidas por el progreso científico, la tradición de la intangibilidad de la vida prenatal, será tachado de retrógrado o intolerante por quienes se encuentran cómodamente instalados en una permisividad controlada. Sin embargo, pienso que muchos se alegrarán al ver reafirmada una vez más la intangibilidad de toda vida humana y de comprobar cómo el progreso científico viene a hacer más fácil de entender y de cumplir la doctrina cristiana del respeto a la vida. En fin de cuentas, como señalaba el Santo Padre Juan Pablo II, en su alocución del 25 de octubre de 1978, "Prudente no es -como frecuentemente se cree- el que sabe arreglárselas en la vida y sacar de ella el máximo provecho, sino quien acierta a edificar la vida entera según la voz de la conciencia recta y según la exigencia de la moral justa".

Gonzalo Herranz
Departamento de Humanidades Biomédicas
Universidad de Navarra Agosto
1990

BIBLIOGRAFIA
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2. Anónimo. Ectopic pregnancy - United States, 1984 and 1985. MMWR 1988;37:637.
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4. Dorfman SF. Epidemiología del Embarazo ectópico. Clin Obstet Ginecol 1987;1:165.
5. Fernandez H, Rainhorn JD, Papiernik E, Bellet D, Frydman R. Spontaneous resolution of ectopic pregnancy. Obstet Gynecol 1988;71:171.
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7. Hallatt JG, Grove JA. Abdominal pregnancy: A study of twenty-one consecutive cases. Am J Obstet Gynecol 1985;152:444.
8. Leach RE, Ory SJ. Management of ectopic pregnancy. Am Fam Phys 1990:41:1215.
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11. Marshall J. The ethics of medical practice. Londres: Darton, Longman & Todd, 1960:110.
12. Mashiach S, Carp HJA, Serr DM. Nonoperative management of ectopic pregnancy. J Reprod Med 1982;27:127.
13. McCarthy DG. The new dilemma of ectopic pregnancies. Ethics & Medics 1983;8(7):3.
14. McCarthy DG. Physicians' reactions in ectopic pregnancy survey. A further look at a new dilemma. Ethics & Medics 1984;9(5):3.
15. McCarthy DG. Ethicists' reactions to ectopic pregnancy survey. Part II. Ethics & Medics 1984;9(9):2.
16. McFadden CJ. Medical ethics. 6 ed. Filadelfia: F.A. Davis Co., 1968:193.
17. Ory SJ. Ectopic pregnancy: Current evaluation and treatment. Mayo Clin Proc 1989;64:874.
18. Ory SJ. Nonsurgical treatment of ectopic pregnancy. Fertil Steril 1986;46:767.
19. Pansky M, Bukovsky I, Golan A, et al. Tubal patency after local methotrexate injection for tubal pregnancy. Lancet 1989;2:967.
20. Paquin J. Morale et Médecine. 3 ed. Montreal: L'Immaculée Conception. Comité des Hôpitaux du Québec, 1960:224.
21. Pouly JL, Manhes H, Mage G, Canis M, Bruhat MA. Traitement conservateur coelioscopique de la grossesse extra-utérine. Une expérience de 10 ans et de 321 cas. Rev Fr Gynecol Obstet 1986;81:584.
22. Russell JB. Etiología del embarazo ectópico. Clin Obstet Ginecol. 1987;1:173.
23. Sauer MV, Greenberg LH, Gorrill MJ, et al. Nonsurgical management of unruptured ectopic pregnancy: an extended clinical trial. Fertil Steril 1987;48:752.
24. Shapiro BS. Tratamiento no quirúrgico del embarazo ectópico. Clin Obstet Ginecol 1987;1:215 25. Taylor RN. Ectopic pregnancy and reproductive technology. JAMA 1988;259:1862.
26. Thorburn J, Friberg B, Schubert W, Wassen AC, Lindblom B. Background factors and management of ectopic pregnancy in Sweden. Changes over a decade. Acta Obstet Gynecol Scand 1987;66:597.
27. Vermesh M. Conservative management of ectopic gestation. Fertil Steril 1989;51:559.

Bibliografía adicional sobre embarazo ectópico

1. Puestas al día técnicas.
Un buen punto de partida es la revisión Vermesh M. Conservative management of ectopic gestation. Fertil Steril 1989;51:559-67, en especial la valoración que hace del tratamiento expectante (la expectativa armada de la deontología clásica).
2. Valoraciones deontológicas.
Hay un curioso silencio sobre el tema en los manuales modernos italianos de Bioética: Sgreccia, Tettamanzi, Spinsanti, Perico, d'Avanzo. Tampoco el embarazo ectópico aparece en la Bibliography on Bioethics. Entre los más de 2000 artículos, procedentes de revistas y monografías, introducidos en nuestro ordenador no ha aparecido ninguno que trate ese tema específicamente. Sólo hemos encontrado dos artículos (que todavía no nos han sido enviados) publicados en Ethics and Medics (A Catholic perspective on Moral Issues in the Health and the Life Sciences) en mayo y septiembre de 1984. No debe haber, por tanto, muchos estudios recientes sobre el tema. En realidad los procedimientos introducidos recientemente (ya sean de cirugía conservadora o mediante agentes farmacológicos) implican la muerte directa y querida del embrión y quedan, por tanto, excluidos de la moral cristiana. Buscan, por medio de la evacuación o destrucción del embrión y sus envoltutas, tanto reducir la mortalidad materna por ruptura tubárica y hemorragia, como preservar la permeabilidad de la trompa y favorecer así la fertilidad ulterior de la mujer. Como ocurre en muchos otros problemas, el progreso técnico se ha logrado a base de ignorar deliberadamente la condición humana del embrión y proceder con criterios estrictamente utilitarios. Pienso que hoy sigue siendo defendible la actitud expectante, que consiste en abstenerse de intervenir hasta que se produce la inminente rotura de la trompa o la muerte del embrión. Tal actitud impone algunas incomodidades, pero permite respetar la vida humana del embrión, salvar a algunos de ellos, y puede evitar los riesgos graves a la vida de la madre. Las técnicas modernas ganan comodidad, seguridad y mejor pronóstico para la madre pero pagando el precio de la destrucción deliberada de la vida embrionaria.

La doctrina católica clásica está expuesta en:
Basso DM. Nacer y morir con dignidad. Estudios de Bioética contemporánea. Buenos Aires; Consorcio de Médicos Católicos, 1989: 390. Bon H. Compendio de Medicina católica. Madrid; Fax, 1942:432-5. McFadden CJ. Medical Ethics, 6 ed. Filadelfia; FA Davis, 1968: 193-7. Paquin J. Morale et Médecine. 3 ed. Montréal; L'Immaculée Conception, 1960: 224-6 Peiró F. Deontología médica. 5 ed. Madrid; Marbán, 1954: 309-313. Sarmiento A, Adeva I, Escós J, Etica profesional de la enfermera. Pamplona; Eunsa, 1977: 210-1.

Gonzalo Herranz

http://www.unav.es/cdb/dhbghembarazo.html

M
mika_5813006
9/7/07 a las 10:11

Si te diagnosticaran
un cáncer sin tratamiento, ¿pedirías una segunda opinión o te suicidarías directamente?

Pedir una segunda opinión médica es algo muy razonable cuando una intervención no tiene vuelta atrás. ¿Y si hay un mal diagnóstico? Pero da igual que esté mal diagnosticado, ¿verdad? Se aborta y punto, y si el embarazo en realidad no era extrauterino, da igual.

Porque hay meteduras de pata médicas así de gordas, por si no lo sabías.

A
an0N_807216699z
9/7/07 a las 23:54

En mi post dije:
"Primero"
Enviado por dr4e el 9 julio a 07:54

asegurarse con una segunda opinión de un ginecólogo honrado de que es así.

E
ewa_6148810
13/7/08 a las :22
En respuesta a an0N_807216699z

La pregunta merece más documentación
Aborto Terapéutico C:\provida\embarazo ectópico.htm
¿Qué pasa cuando peligra la vida de la madre?
Por la Dra. Concepción Morales y Adolfo J. Castañeda


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¿Qué se debe hacer cuando peligra la vida una madre embarazada? En primer lugar hay que distinguir entre el mal llamado aborto "terapéutico" y el "aborto indirecto". El aborto "terapéutico" es un aborto directo porque mata directamente al bebé no nacido como medio para presuntamente salvar a la madre, cuando en realidad hay otras alternativas para salvarla a ella y a su bebé no nacido. Por consiguiente, el aborto "terapéutico", como todo aborto directo o provocado, es un acto intrínseca y gravemente inmoral, por cuanto constituye la destrucción directa de un ser humano inocente, y por ello no está justificado en ningún caso. En realidad la frase aborto "terapéutico" es una contradicción en términos, porque ningún aborto salva o cura a nadie (que es lo que la palabra "terapéutico" quiere decir).

Distinto es el caso del "aborto indirecto", que en realidad no es un aborto en el sentido verdadero de la palabra: no es un aborto directamente provocado. Se trata del caso en el que la vida de la madre embarazada corre un peligro inminente, y la situación es tal, que si el médico esperara a que el bebito fuera viable (momento a partir del cual puede vivir fuera del útero con la tecnología
disponible), morirían tanto la madre como él, ya que antes de que llegase el momento de la viabilidad, se produciría la muerte de la madre y el bebito moriría también. La situación también es tal que el médico tampoco tiene otra alternativa para salvar a los dos, si la hubiera, tendría que recurrir a ella. Entonces el médico no tiene más remedio que intervenir, tratando siempre de salvar a ambos (al bebé no nacido y a su madre). Si en ese proceso el bebé muere como un efecto no directamente causado ni querido por el médico, entonces no hay por qué culpar a nadie. Se trata de un "aborto indirecto", y aunque ciertamente es una tragedia, no es algo moralmente imputable.

Obsérvese que no estamos hablando de una excepción a la prohibición del aborto directo o provocado. El aborto directo o provocado no tiene excepción alguna. El caso del que estamos hablando aquí es, como ya hemos señalado, un "aborto indirecto", tanto en la causa como en la intención. Por consiguiente, se trata de un caso completamente distinto y que por tanto cae fuera de la norma que prohibe, de forma absoluta, la destrucción directa de un ser humano inocente.

Hay que observar también que, en el caso del "aborto indirecto", no se trata de que el médico escoja entre salvar al bebé no nacido o a su madre, se trata de optar por salvar las dos vidas. Si a
consecuencia de tratar de salvar a las dos vidas, muere una, ello no depende de la opción del médico.

Gracias a Dios, cada vez se logra la supervivencia fuera del útero materno de niños con menos tiempo de edad gestacional. Y también gracias a Dios y al avance tecnológico, se logran salvar bebitos no nacidos en situaciones en las que antes no se lograban salvar y en las que por tanto, ya no se puede invocar el principio del aborto indirecto para justificar una intervención que da como resultado la muerte indirecta del no nacido y el que la madre se salve, porque ahora ambos se pueden salvar.

Veamos los casos de embarazos ectópicos, es decir, de embarazos fuera del útero. De todos los embriones ectópicos, el más frecuente es el tubárico. Este se produce porque las trompas no tienen sana su fisiología o su anatomía. Ello puede ser causado por inflamaciones tubáricas, que a su vez son causadas por abortos provocados anteriormente que dan lugar a infecciones. También pueden ser causadas por enfermedades de transmisión sexual; por el uso del
dispositivo intrauterino (DIU o IUD), que dicho sea de paso, es abortivo; etc. Al ocurrir esto, el grosor interior de la trompa disminuye, permitendo que pase el espermatozoide y fecunde al ovocito, pero no permite que pase el ovocito fecundado o cigoto (o sea, el nuevo ser humano) por la trompa hacia el útero, sino que queda atrapado en la trompa y al crecer la rompe y muere el embrión y puede morir la madre, si no se detecta a tiempo.

En la época pre-ultrasonido generalmente se hacía el diagnóstico cuando la trompa ya se había roto. Ahora se puede diagnosticar con más frecuencia y antelación con el niño vivo dentro de la trompa. Es entonces que se crea el dilema ético y se aplica el principio del "doble efecto", que en este caso implica sacar un órgano enfermo dentro del cual hay un niño vivo.

Sin embargo, hay que valorar en qué medio se está. No es igual un embarazo tubárico en un centro médico donde se tiene la tecnología adecuada que en otro donde no se tiene. Por otra parte, hay que valorar la posibilidad de que ese embrión tubárico en vez de reventar la trompa sea expulsado hacia la cavidad abdominal, produciéndose así un embarazo ectópico abdominal. En esos casos el embarazo puede llegar a término y nacer el niño vivo por laparotomía.

Pero aunque el niño permanezca en la trompa, con la tecnología moderna, ha habido casos en los que se ha llevado al niño de la trompa al útero y consecuentemente se ha salvado al niño. Esto sería la forma ideal y correcta de tratamiento del embarazo ectópico tubárico, ya que se salvaría el niño, además de la madre. Pero, lamentablemente, requiere técnicas y equipos no disponibles en todos los lugares del mundo. Donde sí los haya, estos medios se deben emplear, se trata de un grave deber ético.

Tener una "expectación armada" ante el embarazo ectópico es lo que se debe hacer. Ello se refiere a que los médicos estén con la tecnología y los medicamentos listos, pero sin intervenir siguiendo muy de cerca a la mujer en esta situación, la cual estaría hospitalizada durante todo este tiempo, para entonces, en el momento adecuado, si ello es posible, salvar también al niño no nacido y si no, esperar a que este muera de forma natural para entonces extraerlo. De esa manera se estaría respetando la vida del niño ectópico. Hay que realizar esfuerzos, en la medida de lo posible, para que esa "expectación armada" se lleve a cabo en todas las instalaciones médicas. Ello también es un grave deber moral.

Pero, lamentablemente, no en todas partes se cuenta con lo necesario para ello y el índice de muerte materna por embarazo tubárico es muy elevado y los niños que nacen a consecuencia de un embarazo ectópico es muy bajo y muy pocos sobreviven. Aunque hay que respetar toda vida
humana, la situación inmediata de la mujer en un embarazo ectópico es mucho más grave que la de una mujer embarazada en el caso, por ejemplo, de un cáncer de útero, en el cual sí se pueden salvar a ambos: madre e hijo no nacido con la tecnología de que se dispone en la actualidad en prácticamente todos los lugares del mundo.

La Dra. Concepción Morales es Especialista de Medicina Interna del Hospital Materno-Docente "Hijas de Galicia" y Presidenta de Pro-vida Cuba, organización de la Iglesia Católica. Adolfo J. Castañeda tiene una licencia en teología moral de la Academia Alfonsiana en Roma y es Director de Programas Educativos de Vida Humana Internacional.


Niña ectopica
hola queridas colegas
soy una niña ectopica abdominal, todo lo que dice esta mujer es cierto
a mi me dejaron vivir fuera del útero y eso que en principio querian matarme, hay medicos que no tienen ninguna ética. mi mama tuvo dos más así, no se le daban intraútero y todo por la fisiología de la trompa, y que mi padre le pegaba infecciones. ¿ qué hubiera pasado si ese médico cruel hubiera acabado con mi vida? me salvo un gran y prestigioso ginecólogo que estrujó la trompa al abdomen y alli estuve 9 meses. Si algun dia teneis cualquier duda esto no dudeis en mandarme un mail

E
ewa_6148810
13/7/08 a las :50
En respuesta a ewa_6148810

Niña ectopica
hola queridas colegas
soy una niña ectopica abdominal, todo lo que dice esta mujer es cierto
a mi me dejaron vivir fuera del útero y eso que en principio querian matarme, hay medicos que no tienen ninguna ética. mi mama tuvo dos más así, no se le daban intraútero y todo por la fisiología de la trompa, y que mi padre le pegaba infecciones. ¿ qué hubiera pasado si ese médico cruel hubiera acabado con mi vida? me salvo un gran y prestigioso ginecólogo que estrujó la trompa al abdomen y alli estuve 9 meses. Si algun dia teneis cualquier duda esto no dudeis en mandarme un mail

Respuesta a niña ectópica
obviamente espero que nadie se haya creído el mensaje anterior, es imposible llevar a término un embarazo ectópico. No se puede lleva un embarazo ectópico de trompa hacia útero, no hay bebito que valga. Se considera feto a partir de las trece semanas, antes se llama embrión.Realizar una intervención quirúrgica de un embarazo ectópico no es un aborto ni directo ni indirecto, es un tipo de patología que se ha de resolver lo más inmediatamente posible ya que es una urgencia vital para la mujer.
No consulteis estos temas por favor por foros , recurrir siempre al médico especialista y no a suspuestos médicos charlatanes. la solución a una patología no es matar ni asesinar a nadie.

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