El pasado miércoles por la tarde fuí al baño y me cayó el tapón mucoso como si fuera una piedra. Pensamos que la cosa estaba cera pero que aún podía tardar hasta una semana. Así que, mi marido y yo, salimos, como de costumbre, a dar un largo paseo. Al volver, pasamos por una cervecería alemana y como me apetecía mucho comer salchichas nos quedamos a cenar. Luego volvimos a casa y vimos algo en la tele. Por fin, sobre la una y media de la madrugada, nos fuimos a dormir la marde tranquilos pues, ese día, no habia tenido ni una sóla contracción.
Sobre las 3 me desperté con bastantes dolores y como si me hubiese hecho algo de pis. Me cambié el salvaslip y empezamos a contar el tiempo entre contracciones.
Una hora después, me había cambiado cinco salvaslips y dos compresas y las contracciones eran rítmicas de 4 minutos de separación y uno de duración. además, dolían bastante (cada vez más).
Con las cosas bastante claras, recogimos las cosas, ordenadmos la casa, nos cambiamos y salimos para el hospital que está a 10 minutos de mi casa.
Leegamos a las 5 de la madrugada y tras decirle a la matrona que lo que pasaba, insistiendo en que el líquido estaba sucio y con sangre, me ingresaron. Tuvimos mucha suerte porque, casualmente, la matrona estaba asistiendo, en el mismo hospital, a otro parto.
Así qeu me llevan a a haitación, dejams los trastos y me trasladan a la sala de dilatación. Una vez allí me exploraron y dijeron que estaba de dos centrímetros y que la cosa podía ir para largo. Ya más relajados y tomándonos la cosa con paciencia esperamos a que la matrona me pusiera la oxitocina.
En ese momento empezó el infierno. En un par de minutos, dolor era insoportable y las contracciones eran de un minuto con intervalo de un minuto.
Casi me desmayo y empecé a suplicar por la epidural (soy una cobardica, ya lo sé). En cuanto me la pusieron fue otra cosa, nada de dolor, nada de... nada.
Me dijerron que fuera empijando cuando el monitor midiera una contracción y así me tiré desde las 6 hasta las 8.
En esas dos horas pasé de de 3cm a 9 y la matrona alucinaba de la rapidez (máxime siendo primipara). Pero ahí terminó el avance. Una hora más tarde no había ninguna mejoría y la cosa estaba parada. El gine, que había llegado a las 7:45, me dijo que tendría que usar ventosa si, al ponerme en el potro del quirófano, la niña no avanzaba.
Me trasladaron al quirófano, me colocaron y en 10 segundos (con un sólo empujón) se empezó a ver el pelo. Mi marido alucinaba!!! Entonces me dió "el tajito de rigor" y me pidió un empujón más a ver que pasaba. E Irina sacó la cabaeza. Tenía el cordón enrollado en el cuello y por eso no había avanzado. Lo desliaron y sacaron a la niña. La placenta y el resto del líquido salieron a presión y, mientras el pediatra le hacía el test de Apgar a la nena, el gine me cosió.
Fue un momento maravilloso y salió redondo. Rápido, sin apenas complicaciones, a mi marido le dejaron ver el "espectáculo" junto al ginecólogo ( el muy..... pasó de mi para estar en primera fila) y todo el personal fue muy amable y me distrajeron con historias sore exposiciones de arte, educación infantil, etc.
Lo único que me tocó un poco las arices es que fuí la última de la sala en coger a Irina. Se la pasaban entre todos y yo sin poder tocarla ni verla de cerca. Al final la dejaron en una cunita y mi marido la pudo mirar.
Al salir, le dijeron que cogiera la cuna y él me la acercó diciéndome "¿no te la dejaban ver, eh?" Fue el mejor momento de mi vida y me puse a llorar.
Bueno, chicas he de bañar a Irina, luego os cuento el postparto.
Besitos.
Isabel e Irina.